sábado, 30 de mayo de 2020

Granada recuerda al líder revolucionario Maurice Bishop

Granada recuerda hoy al revolucionario Maurice Bishop en el aniversario 76 de su natalicio, como tributo a su legado democrático, económico y popular en la nación.
Abogado y político, Bishop nació el 29 de mayo de 1944 en Aruba y debido a su ascendencia familiar regresó a los siete años a Granada, donde encabezó el Movimiento Nueva Joya y la dirección del gobierno revolucionario de 1979.

La nueva fuerza de izquierda puso fin a la administración de Eric Matthew Gairy y a partir de entonces renovó la visibilidad internacional del país caribeño, al estrechar vínculos con movimientos y dirigentes sociales de América latina, África y Asia, además de impulsar la amistad con Cuba y la antigua Unión Soviética.

En cuatro años de gestión, el primer ministro Bishop impulsó transformaciones en el sector de la educación, la salud, el trabajo, las infraestructuras y los derechos políticos para iniciar una revolución del pueblo bajo los principios de igualdad y justicia social.

Los esfuerzos por erradicar el analfabetismo, el incremento de las becas de estudiantes en el exterior, la sindicalización de los trabajadores, la reducción al doce por ciento de los índices de desocupación, el desarrollo agroindustrial y la no explotación sexual de las mujeres constituyen algunos de los logros materializados por la revolución de Bishop.

En 1983, la construcción del aeropuerto internacional en Granada con apoyo de Cuba fue el pretexto de Estados Unidos para invadir a la isla y auspiciar un golpe de Estado contra Bishop, quien fue asesinado el 19 de octubre de ese año junto a otros miembros de su gabinete.
Bishop murió con apenas 39 años de edad y en el testimonio de los protagonistas del gobierno revolucionario destacan los logros en las esferas de la educación, reforma agraria, salud y economía de Granada.
Tomado: Agencia Prensa Rural

Un crimen nuevo con un motivo viejo

La historia, para escarnio de nuestra época, no es nueva. Como el estribillo de una canción macabra, el pasado 25 de mayo –paradójicamente celebrado mundialmente como el Día de África–  fue asesinado en Minneapolis el afroamericano George Floyd, cuya muerte ocurrió por asfixia cuando un policía lo lanzó al suelo y puso su rodilla, casi durante ocho minutos, sobre su garganta. Floyd apenas pudo reclamar sus derechos quejándose de que no podía respirar. Minutos después fue conducido a un hospital cercano, donde falleció.
Es un episodio cavernícola de una crueldad inaceptable –por inconcebible– en pleno siglo XXI. ¿O es que más allá de cualquier doctrina política hemos retrocedido en el tiempo? ¿O las acciones del Ku Klux Klan han renacido con la misma bestialidad, por supuesto, sin la mascarilla auxiliar de la pandemia?  ¿O es el racismo una pandemia que nunca acabó?
El pueblo estadounidense sale a las calles a impugnar semejante crimen. ¿O será que se niega a olvidar su tradición de derechos civiles masacrados en una urbe tan poderosa como Minneapolis?  Esperemos que no acepte ni la impunidad, ni el olvido.
El episodio trajo a mi mente la reflexión del poeta Ethelbert Miller, cuando afirmara: «Hemos vivido dentro de un sueño, y es creer que el mundo de nuestros hijos va a ser mucho mejor que el que nosotros heredamos». Ni Hughes, ni Ethelbert hubieran podido adivinar el crimen nuevo que cometió la tremenda alevosía de un policía racista, por tan malévola, desconocedora de la condición humana. Esperemos que haya justicia.
Tomado: Granma

¿Por qué aumenta la presencia militar yanqui en Colombia?

Una brigada perteneciente a la Fuerza de Asistencia de Seguridad del Ejército de Estados Unidos, integrada por 800 soldados, arribará a Colombia durante el próximo mes de junio, según un comunicado conjunto emitido por la embajada estadounidense en Bogotá y el Ministerio de Defensa Nacional del país sudamericano.
Los militares llegarán a suelo colombiano para avanzar en la supuesta lucha contra el narcotráfico, refiere Telesur.
Diversas personalidades de la nación cafetera han catalogado de inconstitucional el arribo de tropas extranjeras sin autorización expresa del Senado, y muestran su preocupación por los posibles escenarios de confrontación en la frontera con Venezuela, lo que puede ser considerada una provocación por parte de la vecina nación.
«La bancada en el Congreso del Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) rechaza la presencia de tropas norteamericanas en nuestro país. Esto atenta contra la soberanía nacional y, además, es inconstitucional, ya que esto debe ser autorizado o no por el Senado, no por el Presidente», expresó la organización en un comunicado.
La presencia de efectivos militares de Estados Unidos en ese país está asociada a la prostitución de menores, a violaciones de mujeres y a otros hechos delictivos. En 2015, el historiador Renán Vega denunció, en el informe que presentó a la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, que 53 mujeres habían sido violadas por uniformados estadounidenses apostados en la base de Tolemaida.
La potencia del Norte cuenta con otras seis instalaciones como esa en suelo colombiano: Palanquero, Apiay, Bahía Málaga, Malambo, Larandia y Cartagena. Además, los acuerdos de cooperación firmados entre ambos países permiten la presencia de contratistas extranjeros, cifra que se desconoce.
¿Qué significa la llegada de una fuerza élite en estos momentos a Colombia? ¿Por qué justamente después de la llegada de los tanqueros iraníes? ¿Por qué después del fracaso de la incursión armada mercenaria contra Venezuela? Digan lo que digan, el anuncio pone leñas nuevas en la hoguera  agresiva contra la patria de Bolívar y Chávez.
Tomado: Granma

viernes, 29 de mayo de 2020

EEUU envía fuerzas militares a Colombia en medio de amenazas contra Venezuela


El Gobierno de Estados Unidos (EEUU) informó este miércoles sobre el envío de una brigada norteamericana de Asistencia de Fuerza de Seguridad (SFAB por sus siglas en inglés) a Colombia, con el argumento de contribuir a la lucha contra el narcotráfico.

Mediante un comunicado, publicado en el portal web de la Casa Blanca, se detalló que la SFAB “es una unidad especializada del Ejército de los Estados Unidos formada para asesorar y ayudar operaciones en naciones aliadas” y cuya misión en Colombia iniciará a principios de junio, y tendrá un duración de varios meses, en el que centrará sus tareas de en zonas delimitadas por el gobierno colombiano.

“La misión de SFAB en Colombia es una oportunidad de mostrar nuestro compromiso mutuo contra el narcotráfico y el apoyo a la paz regional, el respeto de la soberanía y a la promesa duradera de defender los ideales y valores compartidos”, expresó Craig Faller, comandante en jefe del Comando Sur de EEUU.

Las fuerzas especiales fueron recibidas por el ministro de Defensa de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, quien indicó que la lucha contra el narcotráfico en la nación neogranadina — considerada el país principal producto de droga en el mundo — es prioridad para el Gobierno de Colombia, debido a que es “uno de los motores principales de la violencia que afecta a las comunidades y a los líderes sociales”.

Por su parte, el comunicado de la Casa Blanca detalla que estas acciones se emprenden en el anuncio realizado por el presidente de EEUU, Donald Trump, en el que informó sobre el lanzamiento de una operación contra el narcotráfico en el Caribe, durante una rueda de prensa en la que calificó falsamente a Venezuela como “promotor del narcotráfico”.

La llegada de las fuerzas especiales se ejecuta semanas después de que Venezuela fuese víctima de una incursión terrorista, financiada por los gobiernos de Colombia y EEUU – y que contó con apoyo del narcotráfico -, con el objetivo de ejecutar un golpe de Estado y asesinar a líderes revolucionarios, entre ellos al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.

Tomado: matrizur.org

jueves, 28 de mayo de 2020

EEUU se niega a bombardear cabecillas de Daesh en Irak

Conforme ha declarado este miércoles una fuente de seguridad iraquí a la agencia local Al-Maalomah, el Comando de Operaciones de Al-Anbar informó hace ocho meses a EE.UU. de la localidad del escondite de cuatro cabecillas del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en el sur de la ciudad de Faluya en dicha provincia.
Sin embargo, los militares estadounidenses se negaron a lanzar bombardeos contra los terroristas, pese a que se aseguraron de los datos proporcionados por Bagdad con imágenes que captaron sus drones del escondite de los cabecillas de Daesh.
Washington argumentaba su negativa, afirmando que los terroristas no habían disparado contra el avión no tripulado estadounidense, ha indicado la fuente.
De acuerdo con la fuente, las fuerzas iraquíes perdieron la oportunidad para abatir a los referidos líderes terroristas, a los que, sin embargo, lograron finalmente matar el martes, ha informado.
Esa revelación surge a medida que se intensifican, cada día más, las voces que cuestionan la intención expresada por Washington de buscar ayudar a Bagdad en su lucha antiterrorista. Efectivamente, los militares estadounidenses son acusados de allanar el camino del reciente aumento de las actividades de Daesh en el territorio iraquí.
Entre tanto, se alerta que Washington necesita a Daesh en Irak para poder justificar su presencia militar ilegal en este país, donde en realidad, persigue materializar sus intereses geopolíticos por mantener una situación de poder donde existen recursos petroleros, según advierten varias figuras iraquíes.
Ante todo esto, las fuerzas iraquíes piden la expulsión de las tropas norteamericanas y aseguran que tienen la capacidad suficiente para eliminar a los remanentes de Daesh, sin necesitar a los soldados extranjeros.
Tomado: Tercerainformacion

El pacto Molotov-Ribbentrop, una luz sobre la verdad

A menudo se critica, y no sin razón, el tratado Molotov-Ribbentrop, firmado entre la URSS y la Alemania nazi, el 23 de agosto de 1939. Este tema ha sido utilizado constantemente como ingrediente de la «historia oscura» escrita contra los soviéticos en la Segunda Guerra mundial.
Pero la verdad es que ya en los días 29 y 30 de septiembre de 1938, en la ciudad alemana de Munich, se habían reunido los primeros ministros de Gran Bretaña y Francia con el Führer alemán y el Duce italiano.
Según Arthur Neville Chamberlain, el pacto derivado de ese cónclave garantizaba la paz y las responsabilidades futuras, pero en realidad se había acordado el desmembramiento de Checoslovaquia, la entrega de Polonia y el ataque alemán a la urss. Roosevelt envió un breve mensaje a Churchill: «Muy bien».
La Unión Soviética, que ya en la Conferencia de Desarme, celebrada en Ginebra en 1932, había propuesto un convenio para el desarme general, propuso en 1938 a los círculos dirigentes de Francia y Gran Bretaña una alianza que fue rechazada tajantemente. Las grandes potencias capitalistas soñaban con ver desfilar a los Panzer alemanes por las calles de las ciudades soviéticas.
Tomado: Granma

Nuevo crimen contra el pueblo de Palestina

El Gobierno de Israel planea otra vez apoderarse de territorio palestino por medio del uso de la fuerza. En esta ocasión, los halcones sionistas manifiestan ante la comunidad internacional que en julio ocuparán una gran parte de Cisjordania.
«Este acto unilateral socava el derecho de los palestinos a la autodeterminación y amenaza con arrastrar al mundo de regreso a tiempos más
oscuros, cuando la conquista era aceptable, las fronteras podían ser redibujadas y la integridad territorial se veía socavada regularmente», afirmó recientemente Michael Lynk, relator especial de las Naciones Unidas, sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967.

En efecto, queda descubierto nuevamente que la ocupación más larga en la historia contemporánea tiene el primerísimo objetivo israelí de anexionarse, en la práctica, tanto territorio palestino como sea posible, contraviniendo gravemente el Cuarto Convenio de Ginebra y su Protocolo Adicional 1.
Tel Aviv viola el Derecho Internacional
La Ley Básica del Estado-Nación de Israel, aprobada por el Knéset (Parlamento israelí) el 19 de julio de 2018, estableció que «considera el desarrollo de asentamientos judíos como un valor nacional y actuará para estimular y promover su establecimiento y su consolidación».
Según estadísticas de finales de 2019, más de 400 000 colonos israelíes viven en los asentamientos ilegales existentes en Cisjordania. Bajo esa premisa, una de las promesas de campaña del primer ministro Benjamín Netanyahu fue extender la soberanía de Israel sobre Cisjordania, en caso de ser reelegido. De ahí que, al tomar posesión el pasado 17 de mayo al frente de un Gobierno unitario en su país, haya resaltado como uno de los puntos principales de su gestión la anexión de parte de ese territorio palestino para el próximo mes de julio.
Pero este acto unilateral, además de pisotear el Derecho Internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de condena a la adquisición de territorio por la fuerza, legitima ante el planeta desalojos forzosos y desplazamientos de la población palestina y la confiscación ilegal de tierras y apropiación de recursos naturales del Estado árabe.
El espaldarazo fundamental para la ejecución de esta política anexionista, a pesar del rechazo de la comunidad internacional, lo recibió el Estado judío de su «tutor» Estados Unidos, con la publicación del documento titulado Paz para la prosperidad. Una visión para mejorar la vida de los pueblos palestino e israelí, denominado como Acuerdo del Siglo.
Este supuesto plan de paz para «resolver» el histórico conflicto, promovido por el presidente estadounidense Donald Trump y presentado el pasado 28 de enero en la Casa Blanca reconoce, entre otros aspectos, la anexión por Tel Aviv de alrededor del 30 % de Cisjordania, mientras que a los palestinos se les prometen varios territorios en el desierto de Néguev.
En esencia, ¿cuál es el interés de Israel para aventurarse en esta peligrosa e ilegal contienda? ¿Qué objetivo geopolítico persigue que lo hace desafiar la clara postura de la comunidad internacional sobre este tema? 
Confiado en que cualquier intento de sanción contra su país será vetado por Washington, el ejecutivo sionista busca apoderarse del Valle del Jordán, alrededor de un tercio de Cisjordania, pero que por su carácter estratégico es esencial para Palestina. Desde el punto de vista económico, esta zona de fértiles tierras puede producir frutas y verduras durante todo el año, mientras que el acceso al mar Muerto y sus aguas ricas en minerales, también ofrece turismo y otros beneficios comerciales a su poseedor. Por ello, algunos analistas definen esta región como «la canasta de alimentos del pueblo palestino».
Estratégicamente, la anexión del valle dejaría a los palestinos con solo enclaves de territorios aislados y rodeados por Israel. «Lo que quedaría de Cisjordania se convertiría en un Bantustán palestino, un archipiélago de islas distanciadas, completamente rodeado y dividido por Israel y desconectado del mundo exterior», considera Michael Lynk. 
De ahí que esta jugada sea una estocada mortal en el plano político para la conformación del futuro Estado árabe que incluya a Cisjordania. Tel Aviv gana con este terreno una línea defensiva en la frontera con Jordania, ante eventuales ataques del este y, a su vez, obtiene una importante posición en la región del Levante.
Además de otras cuestiones históricas, Cisjordania siempre ha sido un punto decisivo en el conflicto israelo-palestino.
Por el momento, el presidente del Estado de Palestina, Mahmoud Abbas, anunció el rompimiento de todos los acuerdos y entendimientos con los gobiernos de Estados Unidos e Israel, y de todas las obligaciones basadas en estos, incluidos los de seguridad.
De forma preliminar, de concretarse la anexión de Cisjordania por Israel, se pisotearía flagrantemente la firme postura de la comunidad internacional en este tema –especialmente las 87 resoluciones de la onu– y el orden mundial basado en normas, se arrojaría más pólvora en la volátil región del Oriente Medio, y significaría la existencia de una Palestina fragmentada y sumida en un régimen de apartheid a causa de Tel Aviv. En esencia, el acto sionista no solo destruye la solución de los dos Estados, sino también cualquier oportunidad de paz, con consecuencias de alcance imprevisible.
Tomado: Granma

miércoles, 27 de mayo de 2020

Libia. Ejército de Haftar captura a terrorista de Daesh procedente de Siria

«Los destacamentos del ENL capturaron en Trípoli a Mohamed Ruweidani, conocido también como Abu Bakr al Ruweidani, procedente de Siria y uno de los más peligrosos de Daesh”, informó el portavoz del ENL, Ahmed Mesmari, en su cuenta de Facebook.
El funcionario agregó que «el terrorista llegó a Libia con el apoyo de la inteligencia turca para ponerse al frente del grupo Failak al Sham».
Al-Mesmari enfatizó que el terrorista detenido «combatía del lado de las facciones del Gobierno de Acuerdo Nacional que dirigen los oficiales turcos».
Este 25 de mayo también llegaron a Libia más de 300 mercenarios sirios procedentes de Turquía, informó la cadena televisiva Al Arabiya citando a una fuente en el aeropuerto de Misurata, controlado por el Gobierno de Acuerdo Nacional.
Los mercenarios llegaron en dos aviones libios, precisó la fuente.
Más temprano, el ENL advirtió que unos 17 mil mercenarios procedentes de Siria habrían sido trasladados a Libia para apoyar a las fuerzas leales al Gobierno de Acuerdo Nacional.
Tomado: Tercerainformacion

martes, 26 de mayo de 2020

Aumentar la producción de alimentos, una prioridad para Cuba, afirmó Díaz Canel

El jefe de Estado chequeó la marcha de ese sector indispensable para el desarrollo nacional y recordó que está concebido como un área estratégica en los lineamientos de la política económica y social del Partido Comunista de Cuba.
El mandatario indicó erradicar la mentalidad importadora si se sabe que existen problemas de financiamiento. 'Hay que pensar así para que el país se desarrolle', afirmó.
También instó a incentivar la producción interna y a quienes sean capaces de llevarla adelante y orientó rescatar producciones que antes se hacían, como los jugos naturales y los derivados de la caña de azúcar.
Al respecto, el primer ministro, Manuel Marrero, comentó que existe un grupo de producciones que se pueden implementar a nivel municipal, local o familiar sin esperar por las grandes industrias.
El jefe del ejecutivo también llamó a impulsar determinadas exportaciones para facilitar la introducción de divisas destinadas al propio desarrollo del sector.
Por su parte, el ministro de la Industria Alimentaria, Manuel Sobrino Martínez, explicó que trabajan en la reactivación de la tecnología necesaria para incentivar, entre otras producciones, la de conservas, embutidos, masas, yogurt, aceite y harina de trigo.
En el encuentro se discutió la escasa fabricación de equipos y piezas de repuesto como un problema que impide la elaboración de comestibles, al igual que la carencia de envases y embalajes.
Ante la situación económica provocada por la pandemia de Covid-19, en Cuba se adoptan medidas para enfrentar la crisis, entre las que se incluyen acciones para garantizar la alimentación.
Al respecto el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez, se refrió al comportamiento de la siembra de primavera, la producción de huevos y cultivos varios, la construcción de organopónicos y la estrategia con el cerdo, cuya carne escasea en los mercados populares.
Cuba importa en la actualidad unos dos mil millones de toneladas de productos destinados a la canasta básica, una acción que se hace compleja ante la situación financiera provocada por la Covid-19 y por el bloqueo de Estados Unidos.
Tomado: tercerainformacion

viernes, 22 de mayo de 2020

ACNUR y las agencias humanitarias refuerzan la respuesta sanitaria en los campamentos de refugiados en Kenia

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, las agencias humanitarias y el Gobierno de Kenia están reforzando su respuesta frente al coronavirus, después de que el Gobierno confirmara que dos personas dieron positivo por COVID-19 en los campamentos de refugiados de Dadaab.
En línea con las directrices del Gobierno keniano, las dos personas fueron puestas en cuarentena y trasladadas a centros de aislamiento tras recibir los resultados positivos. El equipo de Vigilancia y Respuesta de Enfermedades del Ministerio de Salud keniano ha comenzado la localización de contactos.
Las condiciones de hacinamiento en los campamentos de refugiados de Dadaab, donde los servicios de salud ya están sometidos a una gran presión, suscitan serias preocupaciones sobre la vulnerabilidad de más de 217.000 refugiados y 320.000 personas de las comunidades de acogida que viven en el campamento y sus alrededores.
ACNUR, sus socios y otras agencias de la ONU han estado apoyando el plan de respuesta nacional dirigido por el Gobierno para mitigar los riesgos y prevenir la propagación del virus en los campamentos de refugiados.
En Dadaab, se han mejorado las instalaciones sanitarias, con la construcción de centros de aislamiento y cuarentena que proporcionan camas para 955 personas. Asimismo, se han instalado 125 puntos de lavado de manos en los espacios de distribución de alimentos, escuelas y mercados.
Los centros de salud han recibido 68 equipos de protección individual (EPIs) para el personal de primera línea, 450 pares de guantes, 45.000 máscaras quirúrgicas y cuatro concentradores de oxígeno. Algunos grupos de refugiados también han producido más de 150.000 mascarillas de tela que en los próximos días estarán listas para su distribución. Todos los trabajadores sanitarios han recibido formación sobre prevención y respuesta ante la COVID-19. Actualmente hay 18 médicos, 150 enfermeros, 52 clínicos, 11 técnicos de laboratorio y 336 voluntarios de salud comunitaria que trabajan en los campamentos de refugiados de Dadaab.
Las campañas de sensibilización sobre higiene para la prevención y la lucha contra la pandemia de la COVID-19 han llegado a más de 200.000 refugiados, especialmente a través de la radio local, carteles, folletos, mensajes de WhatsApp, redes sociales y sitios web dedicados a este tema en somalí, oromo, dinka, swahili, nuer, francés e inglés.
ACNUR, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y sus socios han proporcionado raciones dobles de alimentos y productos de higiene como jabón y bidones con el objetivo de reducir al mínimo las aglomeraciones y las colas de espera.
Los representantes de  las comunidades de refugiados y los trabajadores de proximidad han recibido formación y comparten regularmente mensajes clave con la población de refugiados en el campamento. ACNUR y sus socios también han mejorado las estructuras de apoyo psicosocial y han reforzado las líneas de asistencia telefónica ya existentes para así garantizar que los refugiados y los solicitantes de asilo tengan acceso a información y orientación sobre la ayuda disponible.
Tomado: Tercerainformacion

miércoles, 20 de mayo de 2020

McDonald’s es blanco de acusaciones de acoso sexual y discriminación racial en la OCDE

La cadena estadounidense de cafeterías McDonald’s está en el centro de una denuncia de acoso sexual y discriminación racial en siete países donde la compañía vende comida rápida. La queja será presentada por los sindicatos de todo el mundo al gobierno de los Países Bajos, bajo el Punto de contacto nacional holandés (NCP), que es responsable de observar la práctica de las directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en empresas multinacionales.
Jamelia Fairley, quien trabajó en McDonald’s durante cuatro años, dice que es una de las sobrevivientes de la compañía. La primera vez, se le hicieron comentarios sexuales explícitos. En el segundo, los comentarios fueron dirigidos directamente a su hija, que solo tenía un año en ese momento. «Ambos hombres tuvieron un comportamiento repugnante varias veces», recuerda el ex empleado de la compañía.
Hoy se dedica a denunciar casos de violencia. “Ahora soy un líder en este movimiento global. He presentado mujeres sobrevivientes de todo el lugar de trabajo que han tenido que lidiar con el acoso sexual en McDonald’s. Pero somos fuertes y juntos tenemos una voz «.
Para ella, “es inaceptable que uno de los empleadores más grandes del mundo acepte la violencia de género. McDonald’s insiste en negar la protección de sus trabajadores «, concluye Fairley.
Para los denunciantes, la cadena de comida rápida viola las pautas de la OCDE conocidas como «debida diligencia corporativa», que proporcionan, por ejemplo, la protección de los empleados contra la violencia en el trabajo. Es la primera vez que se utilizan las directrices de la OCDE para acusar a una empresa de violencia sexual y discriminación racial.
En los Estados Unidos, los trabajadores de 16 años acusaron a los superiores de conducta sexual no consensuada como intento de violación. Según las víctimas, algunos incluso fueron castigados cuando intentaron denunciar los casos a la empresa. En Francia, un gerente de la cadena de comida rápida instaló una cámara en el vestuario de mujeres y grabó a los empleados cambiándose de ropa.
Hasta la fecha, la Fiscalía Laboral brasileña ha recibido 23 denuncias de acoso moral y sexual y discriminación racial contra la empresa. «Este es un patrón alarmante e inaceptable de acoso sexual y racial en los restaurantes McDonald’s en Brasil, que ahora sabemos que también está ocurriendo en varias otras partes del mundo», dice Ricardo Patah, presidente de la Unión General de Trabajadores (UGT), una entidad Empresa brasileña que también firma la denuncia.
Para él, “uno de los problemas que nos preocupa mucho es que la mayoría de estas personas son trabajadores muy simples, algunos menores, aprendices menores, personas de familias muy simples y que a menudo se someten a tales molestias y serio como esto porque a menudo no tienen nada que comer en casa «, dice Patah.
Según Sue Longley, secretaria general del Sindicato Internacional de Trabajadores de la Alimentación, también suscriptora de la queja, “los trabajadores de McDonald’s están en alerta debido a casos de acoso sexual y violencia de género que han estado ocurriendo durante años, pero la cultura contaminada de la compañía desde entonces la parte superior evitó que se tomaran medidas para resolver el problema «.
Para ella, es “triste, en el siglo XXI, tener que lidiar con estos problemas de acoso sexual. Este es uno de los trabajos más difíciles que tengo, escuchar a las víctimas de acoso sexual, escuchar sus historias con frecuencia. Es desgarrador ”, dijo en una conferencia de prensa este lunes (18).
    Este es un patrón alarmante e inaceptable de acoso sexual y racial en los restaurantes McDonald’s.
Según el texto de la queja, «los empleados se han quejado de la violencia de género y el acoso contra los gerentes de McDonald’s durante décadas. (…) Pero los casos se han acelerado en los últimos años debido a que la compañía no ha implementado políticas para prevenir este abuso «.
La queja también involucra a dos bancos de inversión que tienen un total de $ 1.7 mil millones en acciones de McDonald’s: APG Asset Management en los Países Bajos y Norges Bank en Noruega. De conformidad con las directrices de la OCDE, los inversores deben tomar las medidas necesarias para garantizar inversiones responsables. Esto significa que los sistemas internos de los bancos deberían alertar sobre casos de acoso en la comida rápida.
El documento está firmado por la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, la Federación Europea de Sindicatos de Alimentación, Agricultura y Turismo, la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Unión Internacional de la Alimentación.
¿Por qué en Holanda?
La queja se ofreció en los Países Bajos porque el país es el centro del negocio de McDonald’s, tanto en Europa como en otros países, que involucra sectores de financiamiento, relaciones con franquiciados, bienes raíces, servicios comerciales, logística, entre otros en el territorio. Además de ser el país la sede de uno de los bancos inversores de la compañía.
Los denunciantes también creen que denunciar casos en los Estados Unidos, la sede de la compañía, es más difícil, ya que la administración estadounidense insiste en eludir la responsabilidad por el abuso en el lugar de trabajo. Para ilustrar este escenario, la queja recuerda la acusación de acoso sexual contra el ex CEO de McDonald’s Steve Easterbrook en 2019, que resultó en su renuncia, pero que sin embargo mostró ganancias de $ 42 millones.
Todos los países de la OCDE tienen un punto de contacto nacional holandés (NCP) que sirve como puntos de mediación de conflictos que involucran las directrices de la organización. Al recibir la queja, el NPC debe decidir si recibirá la queja dentro de los tres meses.
Sin embargo, la queja en la OCDE no es legal, lo que debe ocurrir individualmente en cada país, como en Brasil con las 23 quejas en el Ministerio Público. Patah dice que con la queja en la organización internacional, primero se busca el diálogo para resolver el problema. «No tenemos ningún interés en poner a McDonald’s como acusado y estos problemas en un formato que es simplemente tratar de castigar a la empresa de una manera dura». Por supuesto, el problema es grave y lo merece. pero siempre debemos priorizar el diálogo ”, concluye Patah.
Tomado: Tercerainformacion

lunes, 18 de mayo de 2020

Sandino, el apóstol nicaragüense de la previsión martiana

En un contexto en que la soberbia imperialista renueva sobre América Latina la altanería amenazante y un preludio percutor de guerras neocolonizadoras, la fecha de este 18 de mayo agita en sus altares los legados trascendentales y coincidentes de un hecho y de una figura.
Hace 125 años, en líneas que parecían de testamento político, los montes cercanos a Dos Ríos veían la luz de la carta en que el Héroe Nacional José Martí ponía en tinta su previsión y el objetivo otro de la guerra que empujaba: «de impedir a tiempo, con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América».
En la propia jornada, mar Caribe por medio, otras tierras rurales nombradas Niquinohomo, en el Masaya nicaragüense, veían también la luz del niño Augusto Nicolás Calderón Sandino; nombre que, como apóstol de la lucha contra la previsión martiana, en la edad vigorosa de los 30 años se convirtió en un látigo invencible para la ocupación estadounidense a la nación centroamericana.
Curtido en el sudor obrero de la minería, las plantaciones fruteras y las petroleras, vivió en la raíz de la explotación humana que sostenía a los grandes monopolios capitalistas. Anotó en sus lecciones los sucesivos desembarcos de marines en su tierra y, admirado en el ejemplo de Benjamín Zeledón, un octubre de 1926 levantó las armas con que libró la guerra de su vida contra los yanquis.
Varios gobiernos títeres padecieron la furia de su guerrilla, incapturable, irreductible, intransigente a otra negociación que no implicara la retirada militar de la bandera de las barras y las estrellas. Lo logró en 1933, pero una artera emboscada del tirano en ciernes, Anastasio Somoza, arrancó la vida de Sandino, tal cual hacen los cobardes, por la espalda.   
El movimiento que inspiró entonces su nombre, y la revolución que muchos años después vencería a la larga dictadura, fundó la Nicaragua que animó la lucha de Sandino. Viéndola, se inspiró el trovador cubano: Me recuerdo de un hombre / Que por esto moría /  Y que viendo este día / Como espectro del monte /Jubiloso reía.
Tomado: Granma

Detienen en Francia a un sospechoso del genocidio de Ruanda de 1994

Agentes de seguridad de Francia detuvieron al empresario Félicien Kabuga, uno de los fugitivos más buscados por el genocidio de Ruanda de 1994, informó este sábado el Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MTPI) en un comunicado.
"Félicien Kabuga, uno de los fugitivos más buscados del mundo, que supuestamente fue una figura clave en el genocidio de 1994 contra los tutsis (minoría étnica) en Ruanda, fue arrestado en París por las autoridades francesas como resultado de una investigación conjunta con la Fiscalía del MTPI", dice el comunicado.
Según el fiscal general del MTPI, Serge Brammertz, la detención de Kabuga "es un recordatorio de que los responsables del genocidio pueden rendir cuentas, incluso veintiséis años después de sus crímenes". "Nuestros primeros pensamientos deben estar con las víctimas y los sobrevivientes del genocidio de Ruanda. Ejercer en su nombre es un inmenso honor profesional para toda mi oficina", añadió.
Según el tribunal internacional, Kabuga fue arrestado en una operación "sofisticada y coordinada con búsquedas simultáneas en varios lugares". Según la Fiscalía del MTPI, Kabuga desempeñó un papel fundamental en la financiación de las matanzas de al menos 800.000 personas cometidas contra la población tutsi, en su mayoría, de Ruanda en 1994, tras las cuales se dio a la fuga.
En 1997 el Tribunal Penal Internacional de la ONU para Ruanda acusó a Kabuga de siete cargos de genocidio, complicidad en genocidio, incitación directa y pública para cometer genocidio e intento de genocidio. Por decisión de la Asamblea General de la ONU, el 7 de abril fue declarado como el Día Internacional de Reflexión sobre el Genocidio de 1994 contra los Tutsis en Ruanda.
Tomado: tercerainformacion

sábado, 16 de mayo de 2020

La pandemia ha favorecido el control paramilitar en San José de Apartadó

Una grave denuncia hace la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, Antioquia. En su última constancia describen cómo la pandemia es sólo uno de sus problemas y hay otros temores y riesgos a las que están expuestos y que se han agudizado en la etapa del confinamiento nacional. Adicionalmente, responsabilizan al Estado colombiano de todas las afectaciones que puedan tener y han tenido, y señalan diferentes inconsistencias que demostrarían el actuar conjunto entre paramilitares y fuerza pública.

La Comunidad de Paz denuncia que el dominio paramilitar en la región es una vieja “costumbre”, pero se ha acrecentado en los últimos meses y además se ha vuelto más explícito. Si bien la pandemia no ha ocasionado ningún muerto en Apartadó ni en los pueblos vecinos, tampoco hay registro de contagiados “sí se ha convertido en una ocasión adicional para que los paramilitares, que han gozado de todo el respaldo y la protección del Estado y de gran parte de la capa social dirigente, asuman un poder más explícito, un autoritarismo más arrogante y un dominio y control territorial más apabullante, ejerciendo de hecho la autoridad que le correspondería a instituciones del Estado”.

Así mismo el obispo del municipio, Monseñor Hugo Alberto Torres Marín declaró que “no percibe ninguna voluntad de parte del Gobierno Nacional de controlar o reprimir las estructuras paramilitares, particularmente las llamadas AGC o “Clan del Golfo” (según la denominación que le da el Gobierno), a pesar de ser esta fuerza el principal agente de violencia en la región”.

Esto se evidencia en que paramilitares encapuchados y dotados con armas largas han recorrido libremente los caseríos amenazando a los pobladores, además se dice que el 23 de abril “el paramilitar conocido como alias ‘El Burro’, había subido al paraje conocido como Chontalito esa misma semana, para encontrarse con el paramilitar alias ‘Pablo’, con el fin de coordinar estrategias de control de la zona de la vereda Mulatos y zonas aledañas, aprovechando la situación de Cuarentena que se ha impuesto a toda la población nacional”.

Otro hecho de suma gravedad en el que estaría involucrada la fuerza pública, ocurrió el 4 de mayo en San José, en cuanto “un grupo de policía contraguerrilla que se encontraba en el búnker de la Policía, bajó y supuestamente logró incautar varias armas de fuego, dejando libres a los portadores de las mismas que son paramilitares. Después del incidente, algunos policías sugirieron organizar un partido de fútbol entre policías y civiles, algo abiertamente violatorio de las normas de la cuarentena; se les oyó decir que por ellos no habría problema, pero preguntaban qué opinarían “los manes del radio”, o sea la estructura paramilitar. Nueva evidencia de coordinación y connivencia entre ambas estructuras”.

El 12 de mayo fue asesinado el joven de 19 años Rafael Antonio Guerra López, esto ocurrió en el sector de Caño Seco, de la vereda Alto Bonito de San José de Apartadó. Se percibe “como causa de la ejecución, alguna desobediencia a órdenes de sus victimarios paramilitares. (…) Al parecer, en este caso, los paramilitares prohibieron incluso todo ritual funerario. Ninguna autoridad judicial ni administrativa hizo presencia o realizó diligencia alguna sobre el caso”.

Adicionalmente, declaran los voceros de la comunidad de paz que la emergencia ha sido un alivio para el Gobierno, mencionando que “sí percibe que la drasticidad de las medidas ha favorecido de manera evidente e intensa la contención de la protesta social que venía incrementándose fuertemente desde noviembre de 2019; el ocultamiento de fenómenos como la fuerte baja de popularidad del Presidente Duque y el creciente rechazo de su política nacional; el incumplimiento de los Acuerdos de Paz; el asesinato sistemático e intensivo de líderes y lideresas sociales y de desmovilizados de la guerra, así como el silenciamiento de las gravísimas denuncias de fraude electoral, de corrupción a los más altos niveles del Estado, de políticas mortíferas como el extractivismo y demás formas de destrucción generalizada del medio ambiente, el desorbitado gasto militar y de seguridad de altos funcionarios, los espionajes a una extensa gama de personas y la injerencia de gobiernos criminales en la conducción de la política interna y a la vez de injerencia de Colombia en las decisiones soberanas de otros Estados, en violación de numerosos tratados internacionales. Los medios masivos de comunicación han contribuido intensamente a estas desviaciones y ocultamientos, silenciando todos estos gravísimos problemas bajo el terror del contagio de un virus biológico, sin que les importe para nada el contagio de virus que destruyen la ética y los parámetros más humanos de convivencia y de dignidad colectiva”.

La comunidad exige garantías reales por parte del Estado, que incluye compromiso con la paz del país y una atención eficaz a sus solicitudes. La comunidad acude una y otra vez sin obtener respuestas y el terror paramilitar sigue teniendo el control de una región que ha sido fuerte y cruelmente azotada por una guerra que pone a la población en la mitad de la confrontación.
Tomado: Agencia Prensa Rural

Gran Bretaña lanzó una fallida campaña psicológica para fomentar protestas entre la comunidad alauí en Siria

El portal de noticias Middle East Eye (MEE) informó el miércoles que aunque Sarkha, o “El Grito”, afirmó ser una campaña de base de los alauíes sirios, en realidad fue creada y dirigida por Londres.
La comunidad, de la que proviene la familia de Assad, ha desempeñado un papel clave en la exitosa lucha del gobierno de Damasco para liberar a Siria de los grupos militantes respaldados por el extranjero, que han causado estragos en el país desde 2011.
Citando documentos oficiales, el MEE descubrió que la plataforma online Sarkha fue ideada por una empresa estadounidense, Pechter Polls, de Princeton, Nueva Jersey, que trabajaba bajo contrato del gobierno británico.
El contrato, según el informe, fue inicialmente administrado por una unidad del Ministerio de Defensa del Reino Unido llamada Efectos Estratégicos Militares y luego por un fondo del gobierno británico denominado Fondo de Conflicto, Estabilidad y Seguridad (CSSF).
Agregó que los funcionarios de comunicaciones estratégicas británicas usaron el término “AWBP” para referirse a la plataforma online Sarkha, uno de los cinco principales programas de guerra psicológica que el Reino Unido estaba operando para desestabilizar Siria.
Según una revisión de los programas en julio de 2016, se dijo que la CSSF destinó durante ese año financiero un presupuesto de 746.000 dólares para Sharkha. El objetivo era crear “una plataforma de medios sociales segura y protegida para que los alauíes debatieran e intercambiaran ideas sobre sus necesidades, sus vidas y sus roles futuros en una Siria posrevolucionaria”.
Lanzada en 2014, Sarkha expresó su preocupación por lo que llamó “altas tasas de víctimas entre los alauíes que sirven en el Ejército sirio”. Más tarde fue rebautizada como una campaña llamada Same Pain.
Un activista que participó en la campaña dijo: “No creo que hayamos tenido éxito. Cuando terminó la campaña, la persona de contacto de los alauíes (en Siria) se fue a Europa”.
“Esta campaña no tuvo un impacto o presencia real”, dijo un periodista en la ciudad de Tartus.
En febrero, el MEE reveló que el gobierno británico estableció de manera encubierta una red de periodistas en Siria durante los primeros años de la guerra en un intento por moldear las percepciones del conflicto.
Con frecuencia, los reclutados no sabían que estaban siendo manejados desde Londres, según el informe, y agregó que varios de ellos murieron durante la crisis.
Los alauíes fueron convertidos en un objetivo prioritario de los grupos terroristas takfiris.
Un agente de inteligencia británico fue también el fundador del grupo conocido como los Cascos Blancos, que actúa para difundir desinformación sobre Siria y fabricar actos de falsa bandera, en especial en el terreno de las armas químicas.
Tomado: tercerainformacion

viernes, 15 de mayo de 2020

José Gonzalo Sánchez y Eutiquio Timoté Tique: los olvidados precursores del movimiento indígena en Colombia

José Gonzalo Sánchez (1900-1947) y Eutiquio Timoté Tique (c.a.1890 – c.a.1952) fueron dos destacados dirigentes indígenas, uno totoró y el otro pijao, que brillaron con luz propia en las etapas más convulsionadas de las luchas agrarias llevadas a cabo en Colombia durante la primera mitad del siglo XX, constituyéndose así en tempranos precursores, sobre todo de la región andina, de las actuales organizaciones indígenas y, así mismo, en ser prácticamente de los primeros que abordaron un inédito trabajo organizativo de base, probablemente inspirados en los aportes teóricos del peruano José Carlos Mariátegui (1894-1930), en el que de manera sui generis sintetizaron creativamente dos tradiciones revolucionarias distintas: la histórica resistencia de los pueblos indígenas, años después abordada teóricamente en otros lugares de América Latina desde el llamado indianismo, y de la experiencia que bebe de las fuentes de los marxismos. En suma, fueron dos líderes indígenas que, sin diluir sus conciencias identitarias en una perspectiva de clase social, desplegaron un notable trabajo de organización entre los pueblos indígenas del Tolima, Huila y Cauca, el cual sentaría las bases de las organizaciones indígenas que irrumpieron a principios de los años setenta del siglo pasado. No obstante, hoy por hoy sus herederos y sucesores, aunque sin reclamarse como tales, muy poco los recuerdan, más allá de algunos pasajes y sucesos, que a medida que transcurre el tiempo se tornan cada vez más borrosos. Este olvido en buena medida se explica porque, injustamente, quedaron a la sombra de la figura y personalidad de otro dirigente indígena, nasa en este caso, que actuó en la misma época: Manual Quintín Lame Chantre (1880-1967), que recibió mucha más atención desde distintas orillas, incluida la academia, pero también obedeció al anticomunismo que, fruto de una sistemática y descomunal represión, llegó a instalarse de alguna manera en el imaginario colectivo, generando un menosprecio y minusvaloración del trabajo desarrollado por éstos dos insignes dirigentes indígenas que, siempre con orgullo, sin dejar de ser totoró y pijao, se reclamaron como comunistas.
Disputa entre memoria y olvido
El movimiento indígena contemporáneo en Colombia, especialmente el referido a aquellos procesos organizativos en los que convergen los pueblos indígenas de los Andes, se reclama heredero del legado de Manuel Quintín Lame Chantre, icónico dirigente nasa que en el Cauca, a comienzos del siglo XX entre 1912 y 1925, protagonizó La Quintinada, una serie de levantamientos armados de resistencia en contra del régimen hacendatario y el pago del terraje, dinámica a la que se vincularon distintas parcialidades de los pueblos Nasa, Misak, Totoró, Kokonuco, Pubenense, entre otros, y que posteriormente, trasladando el epicentro de sus actividades al sur del Tolima, algunas comunidades del pueblo Pijao, alrededor de su liderazgo carismático y caudillista, le dieron forma al movimiento lamista que no logró trascender el hecho que su líder haya terminado sus días en Ortega, Tolima, relegado y retirado de las luchas indígenas.
Contrasta esta reivindicación de la imagen de Manuel Quintín Lame Chantre, que hoy por hoy ocupa un lugar central en la iconografía conmemorativa del movimiento indígena colombiano que lo ha erigido como una suerte de héroe fundacional, con el profundo olvido al que han sido arrojados los dirigentes, el totoró José Gonzalo Sánchez y el pijao Eutiquio Timoté Tique, quienes no solamente durante un largo trecho estuvieron activamente vinculados a los procesos liderados por Manuel Quintín Lame Chantre, fungiendo como sus “secretarios”, sino que desplegaron a lo largo de más de tres décadas un intenso y fructífero trabajo organizativo entre varias parcialidades de los pueblos indígenas del Cauca, Tolima y Huila.
Durante casi dos décadas, las trayectorias biográficas de José Gonzalo Sánchez, Eutiquio Timoté Tique y Manuel Quintín Lame Chantre se articularon estrechamente, como quiera que los tres coincidieron y participaron de manera conjunta en proyectos organizativos con los pueblos indígenas del suroccidente del país, en los que cada uno de ellos, de acuerdo con sus capacidades y potencialidades, aportaron lo mejor de sí mismos. Si bien, en algunos episodios los reflectores se dirigieron hacia la figura de Manuel Quintín Lame Chantre, detrás de él existió un trabajo en equipo que no siempre se reconoció.
Las luchas indígenas toman dos caminos distintos
El sendero de luchas y resistencias que transitaban estos tres importantes dirigentes indígenas llegó a un punto en el cual, infortunadamente, hubo de bifurcarse en direcciones distintas, razón por la cual nunca más volverían a trabajar juntos. Así las cosas, distanciados debido a diferencias políticas e ideológicas que, por otra parte, devinieron en una rivalidad personal, Manuel Quintín Lame Chantre tomó una ruta y José Gonzalo Sánchez en compañía de Eutiquio Timoté Tique tomaron la otra. Esta separación de alguna manera terminaría marcando el camino que más adelante transitarían las organizaciones indígenas del país, principalmente las de los Andes, las cuales, como una paradoja de la historia y pese a que hoy en día reivindican la herencia de uno de ellos, en sus inicios optaron por recorrer el rastro que en su trasegar por los procesos organizativos dejaron quienes se distanciaron de Manuel Quintín Lame Chantre. ¿Pero cuáles fueron los motivos que llevaron a este divorcio? Simplificando una respuesta podría decirse lo siguiente:
En primer lugar, los procesos adelantados por Manuel Quintín Lame Chantre siempre se levantaron alrededor de su especial carisma y del peso específico de su liderazgo personal, el cual llegó a adquirir fuertes visos místicos y mesiánicos, expresados con frecuencia en una narrativa que exhibía una abigarrada mixtura de distintas tradiciones indígenas con alegorías judeo-cristianas que le impidieron desembarazarse de su atávico conservadurismo, lo cual sin duda alguna, comenzó a generar reparos y reservas en José Gonzalo Sánchez y en Eutiquio Timoté Tique que venían desde hacía algún tiempo acercándose a dinámicas políticas socialistas y de izquierda, comprendiendo que la resistencia de los pueblos indígenas en solitario no podría quebrar el poder hegemónico de las élites políticas y el régimen latifundista.
En segundo lugar, si bien José Gonzalo Sánchez y Eutiquio Timoté Tique ya hacían parte desde 1926 del Partido Socialista Revolucionario (PSR), fue su vinculación, en julio de 1930, al naciente Partido Comunista Colombiano (PCC), lo que catalizó la fractura definitiva con Manuel Quintín Lame Chantre, el cual, debido a su arraigada formación religiosa católica siempre manifestó su oposición al comunismo.
En tercer lugar, mientras José Gonzalo Sánchez y Eutiquio Timoté Tique, probablemente en razón de su condición de indígenas campesinos, consideraban importante, sin desmedro de las especificidades culturales de los pueblos indígenas, articular el trabajo organizativo con los sectores populares, Manuel Quintín Lame Chantre, el cual si bien llegó a participar en algunos eventos de obreros y trabajadores, en su mesianismo siempre expresó su intención de llevar un proceso autónomo y al margen de las luchas de otros sectores sociales.
En cuarto lugar, cabe resaltar que fue muy coherente la decisión de estos dos dirigentes indígenas de ingresar al PCC, no sólo porque, como ya se dijo anteriormente, desde tiempo atrás traían una militancia en el seno del PSR en el que tuvieron bajo su responsabilidad lo referido a las relaciones con los pueblos indígenas, sino que participaron activamente en la construcción de los referentes programáticos de lo que en esa época se conocía como la “cuestión indígena” y su inserción en la plataforma política e ideológica del nuevo partido, en la que se recogieron demandas fundamentales de las “nacionalidades indígenas”, entre ellas la devolución y reconocimiento de sus tierras, el apoyo al desarrollo de sus especificidades culturales, legales y políticas y el reconocimiento a su “derecho a la autodeterminación”.
Eutiquio Timoté Tique, el líder pijao del que pocos se acuerdan
Sobre el líder pijao Eutiquio Timoté Tique, más allá de algunos trazos de sus actividades organizativas realizadas junto a José Gonzalo Sánchez y a Manuel Quintín Lame Chantre o de su trabajo militante realizado en el seno del PSR y del PCC, es muy poco lo que se sabe. No deja de sorprender que habiendo sido un connotado dirigente indígena que se involucró activamente en las luchas por la tierra que se llevaron a cabo en el suroccidente del país durante la primera mitad del siglo XX, existan tan pocos datos sobre su trayectoria vital, los cuales ciertamente deben estar dispersos en noticias de la prensa obrera y popular de la época o en los archivos históricos donde reposan los innumerables memoriales que escribió en defensa de distintas comunidades de pueblos indígenas en el Tolima, Huila y Cauca.
A diferencia de otros dirigentes indígenas del país, junto a los cuales escribió las primeras páginas de la historia del movimiento indígena contemporáneo y sobre quienes existen varias referencias sobre sus vidas, respecto de Eutiquio Timoté Tique no hay información precisa. Se sabe que nació en una comunidad del municipio de Coyaima, Tolima, en una fecha difícil de precisar alrededor de 1890, que no alcanzó a terminar sus estudios de educación básica primaria, apenas lo suficiente como para leer y escribir con cierta solvencia y que murió en el mismo municipio que lo vio nacer, hacia 1952, en el contexto de la época de La Violencia, asesinado a manos de bandas mixtas de policías y civiles al servicio de los terratenientes. De él llegó a decir uno de sus contemporáneos y gran conocedor de las luchas obreras y populares de esa época, Ignacio Torres Giraldo (1893-1968), que fue un “indígena fundido en la población campesina, jefe de prestigio en las luchas del campo y por consiguiente una figura auténtica del campesinado y de los pueblos y naciones indígenas que moran en el país”.
Pese a lo espeso de la sombra de la desmemoria que se ha cernido sobre la vida y acciones de este notable dirigente indígena, actualmente es recordado por dos circunstancias en la que estuvo involucrado con una destacada participación: su arduo trabajo organizativo desplegado durante casi dos décadas entre las comunidades del Tolima y del Huila y por haber sido el primer candidato presidencial que tuvo el PCC.
Junto a José Gonzalo Sánchez trabajó con ahínco en la constitución de una de las que puede ser considerada la primera organización indígena contemporánea del país, el Consejo Supremo de Indios (CSI), fundado el 16 de marzo de 1916 en Ortega, Tolima, cuya sede se estableció en un pueblo construido ex profeso para ello, llamado San José de Indias o Llanogrande, que años después sería saqueado y destruido por pistoleros al servicio de los hacendados. En ese sentido, se dio a la tarea de recuperar los resguardos de origen colonial y de rescatar la figura de los cabildos como expresiones de los gobiernos propios de las parcialidades indígenas. Si bien es a Manuel Quintín Lame Chantre a quien se le considera haber sido el artífice de que el gobierno nacional, en enero de 1939, reconociera formal y simbólicamente al Gran Resguardo de Ortega y Chaparral, esto no hubiera sido posible sin el previo esfuerzo organizativo efectuado en la región por Eutiquio Timoté Tique.
De otro lado, se precisa resaltar que Eutiquio Timoté Tique fue uno de los participantes al pleno ampliado del PSR, realizado en julio de 1930, en el que se protocolizó la creación del PCC, formación política que tiempo después, en el marco de una de sus Conferencias Nacionales llevada a cabo el 6 de enero de 1934, toma la decisión de presentarlo oficialmente como su candidato presidencial para las elecciones de ese año. Días más tarde su candidatura fue proclamada públicamente en Cali, Valle del Cauca, ante una multitudinaria manifestación en la que intervinieron los más reconocidos líderes comunistas de ese entonces: Luis Vidales (1904-1990), Gilberto Viera White (1911-2000) y Julio Rincón (1902-1951).
Claramente su participación en el debate electoral presidencial, en el que obtuvo 3.401 votos contra 938.808 de su contendor Alfonso López Pumarejo (1886-1959) del Partido Liberal Colombiano (PLC), fue simbólica en varios sentidos. De un lado, fue la expresión de una presencia autónoma e independiente de los comunistas, buscando quebrar una hegemonía política bicéfala de las élites liberales y conservadores. De otro lado, al llevar como candidato a un dirigente indígena con un fuerte trabajo regional pero escasamente conocido en la capital, que estaba activamente inmerso en las luchas por la tierra y contra el latifundio, a una persona modesta y humilde que apenas contaba con unos pocos grados de escolaridad y que se encontraba en las antípodas de los estándares de los candidatos blanco-mestizos de las élites urbanas, era un mensaje dirigido a la sociedad acerca de una forma inédita y radicalmente distinta de ejercer la actividad política.
Son las referencias escritas por el ya mencionado líder obrero Ignacio Torres Giraldo en varios de los libros sobre las luchas obreras y agrarias del país de las primeras décadas del siglo XX, las que arrojan algo de luz sobre este casi olvidado dirigente indígena. Sobre el particular, en uno de sus textos hizo la siguiente semblanza:
“Un dirigente indígena de magnífica capacidad, audacia y dinamismo, ha sido Eutiquio Timoté. Figura de caudillo, resistente y tenaz como son los jefes de pueblos oprimidos. Timoté es inteligente y tiene la vena de la malicia indígena muy desarrollada. Es lo que decimos nosotros, un zorro, un verdadero hombre de sentidos intermedios que piensa siempre más de lo que dice. Timoté capta con gran facilidad las ideas nuevas y tiene la virtud de asimilarlas al reducido lenguaje que domina. Organizador y orador. Dirigente de honradez ejemplar y lealtad sin la menor sombra de duda. Timoté actuó por un tiempo en el Cauca y después se trasladó al sur del Tolima, región del Saldaña”.
José Gonzalo Sánchez, ¿comunista y totoró o totoró y comunista?
El líder totoró José Gonzalo Sánchez, conocido como “Chate”, nació en la comunidad de Miraflores del municipio de Totoró, Cauca; fruto de un envenenamiento perpetrado a instancias de terratenientes locales, murió en el mismo municipio en que nació, el 11 de septiembre de 1949, luego de un día de dolorosos padecimientos. En 1926 en Coyaima, Tolima, contrajo matrimonio con Paulina Animero Vargas, la cual, en algunas circunstancias azarosas y adversas de su vida como dirigente, le brindó una invaluable colaboración.
Una vez terminados sus estudios en la escuela básica de su pueblo, siendo un adolescente de sólo 16 años, se convirtió en un entusiasta seguidor de las luchas emprendidas por Manuel Quintín Lame Chantre, llegando a ser uno de sus más reconocidos “secretarios” y colaboradores, razón por la cual tuvo una destacada participación en los sucesos de La Quintinada, lo que a la postre le significó ir a la cárcel durante un largo año.
Durante el tiempo en el que Manuel Quintín Lame estuvo privado de la libertad, fue José Gonzalo Sánchez el que asumió el liderazgo de los más importantes procesos organizativos que se adelantaban con varias de las parcialidades de los pueblos indígenas del Tolima, Huila y Cauca. En este contexto, y como ya se vio, en compañía de Eutiquio Timoté Tique, le dio forma al CSI, organización que, pese a su efímera existencia, desde la apuesta por la recuperación de los resguardos de origen colonial y la resignificación de los cabildos indígenas, sentó las bases para la emergencia de ulteriores procesos organizativos, amén que contribuyó decididamente a configurar en la región una significativa tradición de luchas indígenas, hasta el punto que se la llegó a considerar, con toda justicia y razón, como el lugar en los que los pueblos indígenas alcanzaron tempranamente, los más altos niveles de conciencia identitaria y de organización.
En muchas ocasiones las parcialidades indígenas afectadas por las leyes que buscaban disolver los resguardos indígenas de origen colonial, acudieron a José Gonzalo Sánchez para que las representara y defendiera sus intereses. Fue así como a mediados de la década de los años veinte del siglo pasado, cuando trabajaba con Manuel Quintín Lame, distintas parcialidades indígenas de Ortega, Chaparral, Caguán, Natagaima y Coyaima, le otorgaron plenos poderes para que realizara las gestiones legales necesarias para evitar la extinción de la propiedad colectiva. Infortunadamente las demandas de inexequibilidad que elevó ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) respecto de varias leyes agrarias promulgadas entre 1905 y 1921 que liquidaban los resguardos, no arrojaron resultados favorables, lo cual lo terminó de convencer aún más en que la lucha jurídica no sólo tenía alcances sumamente limitados, sino que cuando los fallos eran contrarios terminaban afectando el espíritu de lucha de las organizaciones indígenas.
Esta experiencia organizativa indígena de carácter regional, aunada a su participación en el PSR y en el PCC, en el que además de ser uno de sus fundadores fue miembro de su primer comité central, gradualmente lo fue perfilando como un dirigente indígena con una gran proyección nacional, ya no solamente dedicado a la defensa particular de los pueblos indígenas de esta región del suroccidente, sino a representar las demandas y reivindicaciones de todos los pueblos indígenas del país. Sobre el particular un contemporáneo suyo, agudo observador de las luchas de los movimientos sociales de la época, dijo sobre José Gonzalo Sánchez que:
“Es un dirigente e instructor de vastos conocimientos. Conoce la cuestión nacional indígena a cabalidad, y sabe de los procesos de la política general colombiana; sabe perfectamente las tareas de organización, y sobre todo es modesto y se distingue por su acrisolada honradez y su probada sinceridad”.
En 1930 coincidieron dos situaciones que terminaron por precipitar una ruptura que ya se avizoraba. De una parte, mientras Manuel Quintín Lame Chantre estuvo detenido durante una buena temporada en una cárcel de Ibagué, Tolima, profundiza su misticismo mesiánico y al salir asume una postura en la que exagerada la confianza tanto en las vías legales y jurídicas para defender los derechos de los pueblos indígenas, como en las posibilidades que el gobierno nacional, tomando conocimiento de las injusticias y atropellos que se estaban cometiendo contra estos, se decantara en favor de sus demandas y los protegiera de las élites locales y regionales, las que, según su visión, actuaban sin el consentimiento del nivel central, situación que definitivamente relegaba a un segundo plano el trabajo organizativo de base en favor del liderazgo personal. De otro lado, José Gonzalo Sánchez y Eutiquio Timoté, como ya se ha dicho, tienen una participación activa en la fundación del PCC, hasta el punto que el primero de ellos es elegido como miembro del comité central, bajo el entendido que desde allí tenían una plataforma más amplia para desarrollar sus actividades organizativas al articularlas al de otros sectores sociales.
Este choque entre posiciones distintas de abordar el trabajo con los pueblos indígenas se tradujo en una profunda rivalidad personal que enfrentó a Manuel Quintín Lame Chantre especialmente con José Gonzalo Sánchez. Si bien intentaron mantener la rivalidad en unos buenos términos, en algunas ocasiones salieron a relucir acusaciones mutuas. El primero, le llegó a recriminar fuertemente al segundo el que hubiese subordinado los derechos de los pueblos indígenas a los intereses del comunismo internacional, en tanto que el segundo le recordaba al primero el apoyo que en distintos momentos le brindó al Partido Conservador Colombiano, a la vez que le criticaba el que le generara a los pueblos indígenas muchas expectativas en cuanto a los resultados que podrían arrojar los innumerables memoriales que recurrentemente enviaba al gobierno nacional.
Con su vinculación al PCC sus actividades se volcaron en tres horizontes distintos pero complementarios. Primero: en incentivar la creación de Ligas Indígenas y Ligas Campesinas en procura de su articulación a las organizaciones de otros sectores sociales, especialmente sindicales y cívicos. Baste relacionar al respecto tres hitos importantes. En 1938 asistió como delegado de la recientemente creada Federación Indígena y Campesina de Colombia (FIC) al congreso fundacional de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), consiguiendo que en sus conclusiones quedaron consignadas importantes reivindicaciones indígenas, como la referida a la derogación de todas las leyes que promueven la disolución y desintegración de los resguardos. En septiembre de 1944 en la Cuarta Conferencia de la Federación Departamental Indígena y Campesina del Cauca, de la cual era copresidente junto a su hermano Manuel Tránsito Sánchez (c.a.1924-2015), le exigió con vehemencia al gobierno nacional le pusiera fin a la política de división de los resguardos indígenas y a la conversión de los comuneros indígenas en jornaleros agrícolas. Finalmente, en 1947 resultó electo como presidente de la FIC desde donde abogó por la necesidad de la formalización, bajo figuras colectivas, de las tierras para los pueblos indígenas.
Segundo: en participar activamente en la política electoral, en el marco de la cual, en al menos dos ocasiones resultó elegido como concejal, en Silvia, Cauca, para el período 1936-1938, y en 1949 para Totoró, curul que a la postre no pudo asumir debido a su asesinato. Su cargo como concejal, así como siempre lo hizo desde cualquier posición que llegó a ocupar, lo utilizó para defender con firmeza los derechos de los pueblos indígenas y en ese sentido propuso varias veces al gobierno nacional el establecimiento de una circunscripción especial para la Cámara de Representantes de manera tal que fuera ocupada por un delegado de los pueblos indígenas.
Tercero: en representar al PCC y a los pueblos indígenas del país en diferentes eventos internacionales relacionados con la Tercera Internacional, instancia de coordinación global de los partidos comunistas de todo el mundo que seguían las orientaciones de la Unión Soviética. Sobre el particular, con un pasaporte prestado de su amigo Absalón Mazuera Peña (1901-¿?), en agosto de 1932 viajó a Moscú a estudiar en la Escuela Leninista Internacional (ELI), curso que infortunadamente no pudo concluir debido a que se enfermó, no obstante, en octubre de 1934, allí mismo, en representación de los comunistas colombianos, participó en la III Conferencia de los Partidos Comunistas de América del Sur y del Caribe. Hizo parte de la comisión preparatoria de los materiales sobre América del Sur y del Caribe para el VII Congreso de la Tercera Internacional celebrado en 1935. Fue delegado al Congreso Sindical Latinoamericano que se celebró en mayo de 1929, al cual no pudo finalmente viajar por falta de recursos económicos.
Una paradoja de la historia
La experiencia organizativa indígena realizada por José Gonzalo Sánchez y Eutiquio Timoté Tique fue sumamente importante, aunque su legado no ha sido valorado en su entera dimensión. Buena parte de las críticas que les endilgaron, en el sentido en que desconocieron las condiciones propias de los pueblos indígenas, sus reivindicaciones específicas, sus procesos organizativos y su tradición de resistencia, no sólo terminan siendo injustas en la medida en que parten de juicios de valor realizados desde un presente que pasa por alto el contexto temporal en el que se desarrolló, sino porque invisibilizan los abordajes que, desde sus praxis organizativas, lograron elaborar, en donde a partir de la ubicación del lugar de los pueblos indígenas en un proceso revolucionario, en sus planteamientos siempre estuvieron presentes elementos vertebrales referidos a la defensa de sus territorios y de su autodeterminación.
Como ya se aludió, José Gonzalo Sánchez y también Eutiquio Timoté Tique, tenían una lectura bastante clara de la situación de los pueblos indígenas en el contexto de las relaciones de producción y las características inherentes del sistema socioeconómico existente en su época, el cual se definía por una suerte de dualidad, en tanto que había unas regiones donde se advertía un régimen capitalista de enclaves extractivistas en el que se explotaba la mano de obra de obreros y jornaleros agrícolas, coexistiendo con regiones en las que había un régimen hacendatario con relaciones de tipo señorial y patrimonialista en las que, en lo fundamental, se hallaban buena parte de los pueblos indígenas. En esa dirección, si bien la militancia comunista podría haberlos llevado a darle un énfasis especial a la conciencia de clase, en tanto campesinos, en sus propuestas sobre la cuestión indígena no desatendieron las reivindicaciones étnicas y culturales específicas de los pueblos indígenas, los que, en términos generales eran asumidos como “nacionalidades indígenas oprimidas”, tanto por una nacionalidad blanco-mestiza como por un sistema capitalista. En consecuencia, en los planteamientos que ambos presentaron a lo largo de sus trayectorias político-organizativas se encuentran reivindicaciones del tenor siguiente: recuperación y consolidación de los resguardos indígenas de origen colonial y creación de nuevos resguardos en los baldíos nacionales, proscripción de todo tipo de trabajos personales gratuitos, fortalecimiento de los cabildos como espacio de autonomía, impulso de los idiomas nativos y de la enseñanza bilingüe, derecho prioritario a explotar por si mismos las minas ubicadas en los territorios indígenas, entre otras. El grueso de estas demandas, traducidas a un lenguaje más moderno de derechos, finalmente fueron recogidos en la plataforma le dio origen al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), organización que marcó un verdadero hito fundacional del actual movimiento indígena.
Más arriba se decía con cierta ironía que por una paradoja de la historia, el movimiento indígena contemporáneo de Colombia reivindicaba con gran despliegue la herencia de Manuel Quintín Lame Chantre, hasta el punto que 1985 inspiró la creación del Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL) que fuera una de las primeras guerrillas indígenas de América Latina, pero las organizaciones indígenas que empezaron a emerger ya desde los primeros años de la década de los setenta del siglo pasado, lo hicieron transitando por la senda desbrozada por Eutiquio Timoté Tique y, sobre todo, por José Gonzalo Sánchez.
Así las cosas, valga recordar que, queriéndole tributar un homenaje a José Gonzalo Sánchez, el CRIC, en su primer congreso, eligió como presidente a su hermano Manuel del Tránsito Sánchez, que al poco tiempo tuvo que ser reemplazado ante su imposibilidad de asumir el cargo como consecuencia de la dura represión y persecución a la que fue sometido por los latifundistas de la región. En estas primeras organizaciones indígenas que se diseminaron a lo largo y ancho de los Andes, ya sea como “colaboradores” o “solidarios”, participaron varios intelectuales blanco-mestizos, así como líderes sociales de sectores populares, muchos de los cuales traían una tradición de militancia en distintas organizaciones de izquierda. Durante varios años, al menos hasta la expedición de la Constitución de 1991 que reconoció la diversidad étnica y cultural del país, las organizaciones indígenas siempre procuraron articular sus luchas y sus demandas específicas, a las de otros sectores sociales, tal y como años atrás lo habían hecho José Gonzalo Sánchez y Eutiquio Timoté. Infortunadamente esta articulación entre pueblos indígenas y otros sectores sociales hoy en día se hace cada vez más compleja y excepcional; pero esa es otra historia.

- AA.VV. (2012). “Nuestra vida ha sido nuestra lucha”. Resistencia y memoria en el Cauca indígena. Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Taurus. Bogotá, D.C. [399p.]
- MAURICIO ARCHILA NEIRA (2013). Notas biográficas sobre José Gonzalo Sánchez. Ver en línea:<http://palabrasalmargen.com/edicion...> .
- VÍCTOR DANIEL BONILLA (1982). Historia política de los paeces. Segunda Edición. Colombia Nuestra Ediciones. Cali. [44p.].
- LUIS ALFONSO FAJARDO SÁNCHEZ, JUANCARLOS GAMBOA MARTÍNEZ & ORLANDO VILLANUEVA MARTÍNEZ (1999). Manuel Quintín Lame y los guerreros de Juan Tama (Multiculturalismo, magia y resistencia). Madre Tierra Ediciones. Nossa & Jara Editores. El Lokal Autogestionari de Quart de Poblet. Proyecto Cultural Alas de Xué. Madrid. [256p.].
- JUANCARLOS GAMBOA MARTÍNEZ (2006). Una aproximación a la historia de los pueblos indígenas de Colombia. Inédito. Valledupar. [78p.].
- LAZAR JEIFETS & VÍCTOR JEIFETS (2015). América Latina en la Internacional Comunista, 1919-1943. Diccionario Biográfico. Ariadna Ediciones. Santiago de Chile. Pp. 560-561.
- CARLOS JIMÉNEZ (2020). Eutiquio Timoté, el indígena Pijao candidato a la presidencia y que nadie recuerda. En: El Nuevo Día. El Periódico de los Tolimenses. Ibagué. 12 de abril de 2020. Ver en línea: <https://www.elnuevodia.com.co/nuevo...> .
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Por: Juancarlos Gamboa Martínez

Tomado: Agencia Prensa Rural