martes, 8 de febrero de 2022

Las muertes por congelación en la frontera no son casualidad: la policía europea desnuda a las personas refugiadas en sus devoluciones

  Las informaciones oficiales hablan de que eran cuerpos de personas que estaban migrando, que fueron devueltas desde  Grecia a Turquía, después de que las autoridades griegas, país miembro de la Unión Europea, las desnudase como parte de esta práctica ilegal. El Ministro de Interior de Turquía compartió esto en su cuenta de Twitter y puedes verlo aquí.

Desde No Name Kitchen, siendo este nuestro quinto invierno en las fronteras europeas, tenemos que decir -tristemente- que estas muertes no nos sorprenden porque desnudar a las personas en pleno invierno antes de una devolución ilegal es una de las prácticas comunes por parte de agentes de policía de países de la Unión Europea.

Llevamos años denunciando esta práctica a la que consideramos una tortura contra las personas que están migrando. En nuestro informe de tortura realizado dentro de la red Border Violence Monitoring Network que No Name Kitchen fundó en 2017, ya recordamos que hay “múltiples testimonios (como este, página 7 o este) que demuestran que la policía prende fuego a la ropa de las personas migrantes antes de devolverlas al otro lado de la frontera, completamente desnudas, obligándolas a caminar sin ropa durante varias horas, a menudo en condiciones meteorológicas extremas, hasta la ciudad o refugio más cercano para buscar asistencia”.

Incluso, yendo más allá en esta práctica inhumana, en las ciudades donde operamos, cerca de las fronteras europeas, nos hemos encontrado por las calles con personas caminando con poca ropa y mojadas. Y nos han contado que en una devolución desde Croacia, país de la Unión Europea, la policía, tras quemarles la ropa, los obligó a sumergirse en el río que separa Croacia y Bosnia y Herzegovina, y luego les devolvió a Bosnia.

Teniendo en cuenta que estas devoluciones se producen a escondidas -en bosques- las personas se ven luego obligadas a caminar durante kilómetros hasta un punto donde poder pedir socorro. Muchas veces no solo con poca ropa, sino también descalzas sobre la nieve.

Estas devoluciones ilegales, como llevamos denunciando desde finales de 2017, también van acompañadas de una gran violencia física. La legislación europea manda, por contra, que si una persona llega a nuestro territorio y quiere pedir asilo, la obligación de las autoridades es comenzar ese proceso.

Tomado: tercerainformacion