martes, 24 de julio de 2018

¿Duque gobernará solito?




La pregunta surge a partir de la poca experiencia que tiene el nuevo presidente y del nulo capital político, todos sabemos que Duque llega a la casa de Nari, por haber sido el que dijo Uribe, el personaje que ha manejado las riendas política en este siglo y quien según las encuestas es el que cuenta con mayor popularidad, como también, el que tiene más investigaciones abiertas por paramilitarismo, asesinatos, corrupción, pese a esto, hasta ahora ninguna de estas ha fallado en contra o a favor, lo que demuestra la poca justicia que se aplica en Colombia y sobre todo, cuando se trata de políticos, sin olvidar caso alarmantes como el cartel de la toga, donde no operaba la justicia, sino el valor de los casos.

Frente a esta descomposición social del Estado, se esperaría el surgimiento de nuevas fuerzas políticas como un rechazo a la élite política, corrupta y delincuente. Lo que no ha sido posible, no solo por la falta de líderes con capacidad de aglutinar a las mayorías en un mismo objetivo, sino por la poca confianza que suscitan los políticos, de todas las tendencias, que al final no queda claro si son de izquierda o derecha. A pesar, de existir partidos que se ubican en la izquierda, pero, que muy pocas veces se logran diferenciar del resto.

Por otro lado, afirmar que Santos representa a la derecha moderada o al centro es equivocado, la extrema derecha, es la que ha gobernado, en casi toda la vida republicana o sino, como se explica la existencia de conflictos sociales, guerras civiles, guerrillas, paramilitares, que le disputan la legitimidad al Estado. Duque representa el regreso del paramilitarismo al poder en cuerpo ajeno, es Uribe quien gobernará y pondrá el ejercicio de la política a sus más cercanos, donde lo que cuenta no es una hoja de vida con logros y méritos, sino por el contrario cuenta con una larga experiencia en delinquir, la ética no tiene ningún valor en los nuevos ministros y asesores del gobierno.

Con el proceso de paz Las FARC se acabaron como guerrilla, ahora el discurso sobre la guerra, el combate a la guerrilla se agotó, lo que no implica que el Estado, este planteando un reordenamiento de las Fuerzas Armadas, ni la disminución de efectivos, ni en compra de material bélico, por el contrario, paso casi inadvertido el anuncio que hizo Santos sobre el ingreso de Colombia a la OTAN, lo que supone, es que Colombia está dejando atrás su conflicto doméstico, para ingresar a uno internacional.

Sabemos que el plan Colombia, le significó la entrega del país a unas bases militares gringas que operan en todo el territorio y como excusa, la guerra sin cuartel que el gobierno desarrolló en contra de las FARC, se probaron armas que luego han sido utilizadas en otros conflictos como Afganistán, Pakistán entre otros. Que ahora, el país haga parte de la OTAN, lo acerca más a los conflictos.

En este mismo escenario, está el asesinato de líderes sociales, ex guerrilleros, lo que supone en el nuevo gobierno, este exterminio sistemático sea parte de las políticas de Estado, pues, no se necesita de una norma para legalizar, el simple hecho de no aplicar justicia o negar la sistematicidad le da legalidad a los criminales que operan con el beneplácito o al servicio de terratenientes, empresarios y políticos que se oponen a la reforma agraria y que se vienen enriqueciendo con el desplazamiento forzado de comunidades enteras de campesinos que huyen de la violencia.

Según afirma Duque, el proceso de paz requiere unos cambios, olvidando que ese proceso de firmó con el Estado y no con un gobierno, lo que obliga su cumplimiento, esto parece que no ha quedado claro no solo para los congresistas quienes han aprovechado el escenario para tergiversar lo acordado y acomodarlo a sus propios intereses, es decir, dejar sin piso el acuerdo y modificar la columna vertebral, para que el conflicto siga su curso normal, mientras la élite sigue robando y delinquiendo con la legalidad que le da ser político o empresario.

Duque es un político sin trayectoria, que ni siquiera es un orador, sin carisma, que su primer encentro diplomático con el rey, dejó a los colombianos asombrados por su estupidez no solo por las saludes de Uribe, sino por la incapacidad que ha demostrado para dirigir el país, con infinidad de necesidades por resolver y la falta de políticas públicas, lo que presagia, como nuevo escenario político es la protesta social. Protesta que ya el nuevo ministro de defensa anunció limitar y hacerla ordenada.

El gobierno de transición que se esperaba y que las FARC habían propuesto, luego de más de medio siglo de conflicto, no fue posible, lo que necesariamente deja como escenario nuevos conflicto con los mismos o diferentes actores sociales, que la insurgencia no logro resolver ni con las armas ni con el acuerdo, por el contrario, la violencia y los enfrentamientos armados han seguido su curso, regiones como el Catatumbo o Tumaco, por nombrar algunas no han conocido un día de paz.

A la pregunta inicial si Duque gobernara solito, la respuesta es no, los uribistas lo eligieron por su incapacidad y los electores que lo apoyaron lo hicieron justamente por eso, Uribe sabe quién toma las decisiones y quien las firma esa es la diferencia, ya Uribe no tendrán que responder por los delitos que se cometan en este gobierno, vale decir, que hasta ahora no ha respondido por los delitos que se cometieron en su gobierno siendo la cabeza visible y con un prontuario acuestas.

Finalmente se puede decir, que ni Santos ni Uribe se distanciaron ni les intereso la paz, su objetivo  era exterminar a la insurgencia por cualquier método, para permitir la entrada de multinacionales y dejar al país al mando de la voracidad internacional.