Empecemos por el final, es decir, por la última de las tristes noticias que llegan cada día desde Yemen, uno de los países más pobres del Oriente Próximo, involucrado en un conflicto interno y sometido a bárbaros bombardeos externos que han dejado miles de muertos y heridos en la población civil.
Lo más reiterado por estos días: 50 fallecidos fue el saldo como consecuencia de un ataque de la Coalición (Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Bahréin, Egipto, Jordania, Marruecos, Sudán y otros), dirigido contra un autobús que transportaba niños en el mercado de Dhahian, en la provincia de Saada; los pequeños iban hacia una escuela que enseña el Corán.
A continuación, otras noticias relacionadas con el mismo hecho: según una investigación de cnn, que consultó a expertos en municiones y periodistas yemeníes, el misil que impactó en el ómnibus escolar, mató a medio centenar de niños y causó 77 heridos, era un proyectil mk 82 –de 227 kilogramos, guiado por láser–, fabricado por la compañía estadounidense Lockheed Martin.
CNN afirmó que el explosivo es muy similar a otro empleado en un ataque contra una sala funeraria en octubre del 2016, que ocasionó 155 muertos y cientos de heridos.
En marzo de ese mismo año, un bombardeo contra un mercado yemení, supuestamente con una bomba mk 84 suministrada también por EE. UU., mató a 97 personas, recordó la agencia.
Acudo entonces a un despacho de la agencia francesa de noticias afp, citando a un funcionario estadounidense, donde se informa del acuerdo militar rubricado entre Washington y Riad por 110 000 millones de dólares, adelantado informativamente por el presidente Donald Trump durante su visita a la capital saudí el año pasado.
La Agencia de Cooperación en Defensa y Seguridad estadounidense ha defendido que la venta multimillonaria de armas a Arabia Saudita «reforzará la política exterior de Estados Unidos y los objetivos de seguridad nacional al mejorar la seguridad de un país amigo». Se espera que la suma de los acuerdos de defensa alcancen los 350 000 millones de dólares en los próximos diez años.
De igual forma, se ha informado que la nación yemení sufrió, solo en el año 2017, un total de 701 ataques contra centros de salud, según Europa Press.
Asimismo, la compañía estadounidense raytheon y la corporación militar-industrial de Arabia Saudita acordaron una cooperación estratégica en el desarrollo de sistemas de defensa aérea y de armas inteligentes. La empresa suministradora establecerá una unidad de negocio en el reino, que ayudará a desarrollar «las capacidades saudíes de defensa, aeroespaciales y de seguridad», reporta Reuters.
Según la Unicef, citada por la agencia árabe Al Manar, los bombardeos contra Yemen y el conflicto interno han causado más de 10 000 muertos, de los cuales casi 2 400 son niños. Han quedado destruidos cientos de instalaciones de salud, escuelas y otras, y se calcula que diez millones de niños yemenitas requieren de asistencia humanitaria de emergencia.
Por otra parte, el gobierno de Yemen ha informado de las últimas confrontaciones entre las Fuerzas del Ejército Nacional por un lado y las milicias hutíes o huzíes por el otro, en varios frentes al oeste de la provincia de Taiz.
Fuentes militares aseguraron que violentos combates estallaron entre los dos bandos en el Frente Al-Dabab tras un ataque de las milicias hutíes en Jabal Al-Menem, las zonas de Al-Rabíhi y Hathran contra las fortificaciones y sitios del Ejército Nacional, que finalmente repelieron los ataques y obligaron a retirarse a los milicianos.
El Presidente de la República, Abd Rabbo Mansur Hadi, dijo en una entrevista con el canal BBC, que los enfrentamientos con las milicias hutíes han causado un gran daño a Yemen, a la sociedad y han afectado a niños y mujeres inocentes.
Yemen o República de Yemen es un país situado en el Oriente Medio en la costa suroccidental de la península de Arabia, rodeado por el Mar Arábigo, el Golfo de Aden y el Mar Rojo. Comparte fronteras con Omán y Arabia Saudita. Según un censo reciente, tiene una población superior a los 24 millones de habitantes. Surgió en 1990 tras la unificación de la República Árabe de Yemen (Yemen del Norte) y la República Democrática Popular de Yemen (Yemen del Sur).
Los más recientes acontecimientos tienen su punto de inicio en el 2014, año en que las milicias hutíes irrumpieron en Saná, la capital, escenificándose lo que luego llamarían un golpe de Estado y un prolongado enfrentamiento que aún hoy existe, con el ingrediente de una fuerza militar foránea bombardeando distintas zonas del país.
En lo interno, mientras las fuerzas de la coalición bombardean implacablemente desde el aire, las facciones rivales libran una batalla terrestre. Por un lado están los hutíes, grupo armado yemení cuyos miembros son seguidores del zaidismo (rama del islam chií); y por otro, las fuerzas aliadas al actual presidente del país, Abd Rabbo Mansur Hadi.
El llanto de las madres que han perdido a sus hijos bajo los cohetes, el clamor de un pueblo que no quiere seguir viviendo de ayuda humanitaria y sí desarrollar para bien propio sus extensos recursos naturales, debe ser escuchado. El diálogo entre los grupos en conflicto debe ser parte de ese clamor popular. Al igual que la exigencia para que termine la masacre desde los aviones que lanzan cohetes y matan a personas, entre los que los infantes siguen siendo los más afectados.
EN CONTEXTO:
- La República de Yemen constituye uno de los países más pobres del Oriente Medio, debido a la disminución de sus recursos petroleros.
- Casi 2 400 niños han muerto en Yemen en los últimos tres años y unos 3 600 han sido heridos de gravedad o mutilados, publicó en twitter Meritxell Relano, representante de la unicef en ese país.
- Un niño muere cada diez minutos por enfermedades curables y el colapso de los servicios públicos.
- La ONU declaró que Yemen tiene la mayor crisis humanitaria del mundo.
- Existen 22,2 millones de personas necesitadas de algún tipo de ayuda (para 11,3 millones de ellas esta es considerada vital para su sobrevivencia).
- Hay 8,4 millones de personas en grave situación alimentaria y al borde de la hambruna, un poco menos de la mitad de la población afectada por el conflicto.
Tomado: Granma
