miércoles, 10 de septiembre de 2025

China y su victoria en la Segunda Guerra: legado global

 Hace ochenta años, China alcanzó una victoria decisiva en la Segunda Guerra Mundial, marcando el fin de catorce años de resistencia contra la agresión japonesa (1931-1945). Este triunfo no solo fue crucial para la liberación nacional china, sino que también representó una contribución monumental a la derrota global del fascismo.

Sin embargo, durante décadas, la narrativa occidental ha minimizado este aporte, centrándose en escenarios como Normandía o Midway mientras ignoraba el frente asiático . La conmemoración de esta victoria es un acto de reivindicación histórica y una reflexión sobre los desafíos actuales del multilateralismo, especialmente en el contexto del ascenso de China como potencia global y líder del Sur Global.

Importancia de la victoria china: sacrificio y contribución militar

China sufrió más de 35 millones de bajas durante la guerra, la cifra más alta entre todos los aliados. Contuvo al grueso de las fuerzas japonesas (el setenta por ciento de su ejército) y eliminó a 1,5 millones de soldados enemigos, debilitando críticamente al Eje en el Pacífico.

Esta resistencia prolongada permitió a los aliados concentrar recursos en otros frentes, evitando una concatenación de fuerzas fascistas. Este legado de resiliencia se refleja hoy en el liderazgo tecnológico y económico de China, que impulsa iniciativas globales como la Franja y la Ruta y la transición verde.

Reconfiguración del orden internacional

La victoria china sentó las bases para el surgimiento de un nuevo orden multilateral. China fue fundadora de la ONU en 1945, impulsando principios como la igualdad soberana y la resolución pacífica de disputas.

Hoy, defiende un sistema internacional centrado en la ONU frente a los intentos de unilateralismo, como lo demuestra su papel clave en los BRICS, donde aboga por reformas en el FMI y el Banco Mundial para dar mayor voz a los países emergentes. Las BRICS, con China como eje, representan más del cuarenta por ciento de la población mundial y un tercio del crecimiento económico global, desafiando la hegemonía occidental.

Legado de resiliencia y desarrollo

La guerra demostró la capacidad de China para resistir contra potencias tecnológicamente superiores. Este espíritu se refleja en su actual ascenso como segunda economía mundial, contribuyendo con el treinta por ciento del crecimiento global y liderando iniciativas como la Franja y la Ruta (con más de 150 países asociados).

El Partido Comunista de China (PCCh), que lideró la resistencia, hoy promueve un modelo de desarrollo inclusivo y cooperativo, ejemplificado por su liderazgo en tecnologías verdes (vehículos eléctricos, energía solar) y su apoyo a la industrialización sostenible en el Sur Global.

Contrarrelato frente a la hegemonía cultural

La conmemoración desafía la narrativa histórica dominante que invisibiliza el rol de Asia en la derrota del fascismo. China exige que se reconozca su aporte, no por vanagloria, sino para evitar la distorsión de la historia y la repetición de conflictos.

Este esfuerzo se alinea con la postura de los BRICS, que buscan un orden internacional más justo y representativo, como se evidencia en la Declaración de Río de Janeiro 2025, donde se critica el unilateralismo y se defiende el multilateralismo.

Relevancia geopolítica actual

China utiliza esta memoria histórica para reforzar su postura contra la interferencia extranjera en asuntos internos de naciones soberanas, como se observa en su apoyo a Venezuela frente a las presiones de EEUU.

Además, promueve una visión de seguridad global basada en la cooperación, no en la coerción, lo que se refleja en su liderazgo dentro de los BRICS, donde impulsa mecanismos de comercio en monedas locales y el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) como alternativas al sistema financiero occidental.

El rol de China en los BRICS: un pilar para el Sur Global

Los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), ampliados recientemente para incluir a Egipto, Etiopía, Irán, Emiratos Árabes Unidos e Indonesia, Bolivia y Cuba representan una fuerza transformadora en el orden global. China, como economía más grande del bloque, juega un papel central en esta arquitectura alternativa:

Desafío a la hegemonía occidental: Los BRICS buscan reformar instituciones globales como el FMI y el Banco Mundial, abogando por una mayor representación de los países emergentes. China impulsa esta agenda, criticando el "monopolio" de las potencias occidentales en la gobernanza global.

Cooperación Económica y Tecnológica: China lidera iniciativas verdes dentro de los BRICS, como inversiones en vehículos eléctricos (BYD en Brasil) y energía solar, lo que reduce la dependencia global de los hidrocarburos y promueve la soberanía energética.

Multilateralismo inclusivo: La Declaración de Río de Janeiro 2025, firmada en la XVII Cumbre de los BRICS, enfatiza la necesidad de un orden internacional basado en el derecho internacional y la representación del Sur Global, reflejando los principios que China defendió tras la Segunda Guerra Mundial.

Implicaciones para América Latina

La participación de China en los BRICS ha tenido un impacto significativo en América Latina, donde el bloque representa una alternativa estratégica al orden liderado por Occidente:

Apoyo a la soberanía regional: China y los BRICS han defendido firmemente el principio de no interferencia en asuntos internos de países latinoamericanos, como se evidenció en su respaldo a Venezuela frente a las presiones militares y económicas de EEUU.

Cooperación en recursos estratégicos: Bolivia, por ejemplo, se ha unido a los BRICS como socio asociado, buscando inversiones chinas y rusas en la explotación de sus vastas reservas de litio, un recurso crítico para la transición energética global.

Integración financiera: El Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) de los BRICS ha financiado proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en la región, reduciendo la dependencia de instituciones financieras tradicionales como el FMI y el Banco Mundial.

Desafíos internos: A pesar de las oportunidades, la adhesión de países latinoamericanos a los BRICS enfrenta obstáculos, como las tensiones políticas internas (ejemplificadas por el caso de Argentina, que retiró su solicitud de ingreso tras un cambio de gobierno) y las rivalidades regionales, como la oposición de Brasil a la inclusión de Venezuela en el bloque.

Conclusión: Hacia un futuro compartido

La conmemoración de la victoria china no es un ejercicio de nostalgia, sino un llamado a defender el multilateralismo y la paz global. En un mundo fracturado por conflictos regionales, cambio climático y tensiones comerciales, el ejemplo de China —que resurge de las cenizas de la guerra para convertirse en un pilar de estabilidad — es más relevante que nunca.

Como señaló Xinhua, "un país que resurgió de las cenizas de la guerra se ha convertido en un ancla en un mundo de cambios drásticos". Los BRICS, con China a la cabeza, encarnan esta visión, promoviendo un orden mundial más justo y equitativo, especialmente para América Latina y el Sur Global.

2 de septiembre de 2025

Referencias
· Declaración de Río de Janeiro 2025 de los BRICS.
· Análisis sobre el liderazgo tecnológico verde de China.
· Postura china sobre la reforma del sistema multilateral.
· Xinhua (2025). "Día de la Victoria en China: Una conversación entre la historia y los actuales desafíos globales".

Nota: Esta posición se alinea con los principios de no interferencia, multilateralismo y justicia histórica que defendemos desde la RedContactoSur.

Tomado: Agencia Prensa Rural