ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, destaca el compromiso de España con la protección de mujeres y niñas que escapan de situaciones de violencia en sus países de origen. Entre enero y octubre de 2025, España reconoció el estatuto de refugiado por motivos de género a 1.588 mujeres y niñas, una cifra que representa el 65 por ciento del total de las mujeres y niñas que han recibido asilo en ese periodo.
Las formas de violencia de género que motivan la huida incluyen prácticas como la mutilación genital femenina —que afecta a más de 230 millones de mujeres y niñas en todo el mundo, una de cada cuatro en África subsahariana—, la violencia sexual incluida la violación, el matrimonio forzado, la trata de seres humanos y otras formas de persecución basadas en normas sociales, roles de género o control sobre la autonomía de las mujeres, con un incremento de las violencias en el ámbito digital. Todas estas violencias, diversas en naturaleza, comparten un elemento común: su impacto desproporcionado sobre mujeres y niñas y la falta de protección efectiva para ellas en sus países de origen.
El número de solicitudes de asilo en 2025 confirma que las mujeres y niñas siguen llegando a España en busca de protección internacional: entre enero y octubre de 2025, 50.334 mujeres y niñas solicitaron asilo en España, el 41 por ciento del total de solicitantes registrados en el país durante ese periodo.
Esta tendencia es algo que ACNUR viene observando en los últimos años: cada vez más mujeres y niñas recurren al asilo para buscar protección. Entre 2021 y 2024, estas solicitudes se han triplicado —de alrededor de 23.500 a más de 70.700—, un crecimiento que evidencia que el asilo se ha convertido en España en una herramienta fundamental de protección para las mujeres que llegan huyendo de la violencia, la guerra y la persecución.
ACNUR también ha observado que las mujeres y niñas que huyen de la violencia continúan llegando a las Islas Canarias, así como un aumento de estas llegadas a las Islas Baleares. Se está registrando perfiles que hasta hace poco eran menos habituales, como mujeres y niñas refugiadas originarias de Somalia.
Para responder a esta realidad, ACNUR trabaja en España junto a las autoridades, organizaciones especializadas, servicios públicos, y la sociedad civil, incluidas las organizaciones lideradas por mujeres refugiadas y migrantes, para fortalecer la identificación temprana de mujeres y niñas en riesgo, garantizar la formación de profesionales, asegurar el acceso a servicios especializados y a un procedimiento de asilo sensible al género.
Fruto de este trabajo, ACNUR y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones desarrollaron, con apoyo de las ONG de asilo, el Proyecto Semilla contra las violencias contra las mujeres y niñas, desarrollando protocolos y otras herramientas dirigidas a profesionales para reforzar la identificación, la prevención y la respuesta ante las violencias contra las mujeres en los sistemas de acogida de Protección Internacional y Protección Humanitaria.
“Las mujeres y niñas que llegan a España huyendo de violencia extrema necesitan protección y oportunidades para reconstruir sus vidas. España está dando pasos firmes en esa dirección, y ACNUR seguirá trabajando a su lado para que ninguna quede atrás”, afirma Grainne O’Hara, Representante de ACNUR en España.
ACNUR reconoce el liderazgo y el compromiso de España, que en los últimos años ha reforzado los mecanismos de detección de víctimas de violencia de género, trata y mutilación genital femenina, y ha impulsado una mayor coordinación entre las organizaciones de apoyo y los servicios públicos.
La Agencia de la ONU para los Refugiados subraya la importancia de mantener y ampliar estos esfuerzos, que son esenciales para reducir el riesgo de nuevas violencias, incluida la trata de seres humanos, y para ofrecer un entorno seguro que favorezca su bienestar psicosocial y el fortalecimiento de su autonomía a través, entre otros, del aprendizaje del español y el acceso a un empleo digno.
Tomado: Tercerainformacion