Rusia elevó el tono de sus advertencias hacia Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al denunciar que los sistemas militares estadounidenses se despliegan cada vez más cerca de territorio ruso, según declaraciones del viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov.
El alto funcionario ruso manifestó que Washington está posicionando armamento en regiones estratégicas que representan “un impacto directo en la seguridad de Rusia”, lo que ha motivado contramedidas por parte de Moscú, incluido el levantamiento de la moratoria del Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa.
Ryabkov enfatizó que las acciones militares rusas constituyen una respuesta directa a las maniobras estadounidenses y sus aliados atlánticos. “Todo lo que hace Moscú en materia de despliegue de armamento es una reacción a las medidas de los estadounidenses y sus aliados”, declaró el Viceministro.
La administración rusa busca “enfriar los ánimos exaltados en los países de la OTAN” mediante decisiones como el abandono de compromisos internacionales, que considera desbalanceados ante la presión occidental.
El funcionario reveló que Rusia cuenta con sistemas de armas de última generación más allá de los complejos hipersónicos “Oreshnik”, sin especificar detalles sobre estas capacidades militares adicionales.
Relaciones bilaterales en punto crítico
Ryabkov descartó cualquier posibilidad de distensión inmediata entre Moscú y Washington, considerando que “en la realidad actual no es apropiado utilizar el término distensión” para describir las relaciones bilaterales.
“Lo que necesitamos ahora no es distensión, sino voluntad política para rebajar la temperatura en las relaciones internacionales”, manifestó el diplomático ruso.