El periodista del rotativo estadounidense Adam Entous publicó el pasado 30 de marzo un artículo en el que repasa los «puntos clave» de la guerra bajo el titular «Así fue la asociación militar secreta de EE. UU. con Ucrania».
«La guerra en Ucrania se encuentra en un punto de inflexión en el que el presidente Donald Trump está buscando un acercamiento al líder ruso, Vladimir Putin, y presionando para que se ponga fin a los combates», comienza el artículo contextualizando la situación crítica tras una invasión que se alarga ya por más de tres años.
El 24 de febrero de 2022 el ejército ruso inició la invasión de Ucrania. Ocurría tras el golpe de Estado de Maydan de ocho años antes, y el precedente de la guerra del nuevo Gobierno que se desarrolló en Ucrania oriental del 6 de abril de 2014 al 24 de febrero de 2022 entre Ucrania y las fuerzas separatistas prorrusas del Dombás. Las advertencias de Vladimir Putin ante la inclusión de Ucrania en la OTAN y otros intereses económicos y geoestratégicos enfrentados motivaron que desde la marginalidad, algunos medios independientes como El Salto, Tercera Información o La Base denunciasen repetidamente una guerra proxy entre las dos potencias militares y nucleares del mundo. Ahora, The New York Times confirma lo que miles de medios hegemónicos al servicio de la industria armamentística se afanaron en negar: que «la implicación de Estados Unidos en la guerra fue mucho más profunda de lo que se creía».
«La asociación secreta [entre Ucrania y EE.UU.] guio la estrategia de batalla dentro de un panorama más amplio y también canalizó información precisa sobre objetivos a los soldados ucranianos en el terreno». Un secreto a voces que el NYT simplifica en cinco claves en esta investigación;
Una base estadounidense en Wiesbaden, Alemania, proporcionó a los ucranianos las coordenadas de las fuerzas rusas en su territorio.
La inteligencia y la artillería estadounidenses ayudaron a Ucrania a invertir rápidamente la situación contra la invasión rusa.
El gobierno de Biden siguió moviendo sus líneas rojas.
Al final, se permitió al ejército estadounidense y a la CIA ayudar con ataques en Rusia.
Los desacuerdos políticos en Ucrania contribuyeron al colapso de la contraofensiva de 2023.
Tomado: Tercerainformacion