miércoles, 20 de marzo de 2019

Duque y la incompetencia de un gobierno




Duque es un político, apenas conocido dentro de su partido, sin experiencia en política, ni en cargos públicos o de elección popular, es un político que logro ascender en su carrera política, porque le cayo bien al nefasto ex presidente Uribe, ahora congresista, por segunda oportunidad. Es el que en el lenguaje popular el que dijo Uribe, sin que implique que sea quien va a gobernar.

Por el contrario Duque fue ungido, por Uribe no por su popularidad, elocuencia o manejo del discurso o por su afán de hacer un buen gobierno, sino por todo lo contrario, Duque es el político que mejor puede interpretar las decisiones que Uribe, gobierno en la sombra podía obedecer, Uribe no quería que Duque se le fuera a salir de las manos, como hizo entender que lo hizo Santos, pero que en realidad fue más una estrategia política, pues, estos gobiernos han gobernando juntos durante todo el siglo XXI.

Al elegir a Duque como su sucesor o gobierno títere, Uribe garantiza, por un lado, que Duque torpedee los Acuerdos de paz, no solo con los compromisos adquiridos con la comunidad internacional, sino que abandone los proyectos productivos, que deben llevar a una reincorporación exitosa y alejar el fantasma de las disidencias. Pese a esto, hasta ahora es muy poco lo que se ha logrado en garantizar una estabilidad económica y social de los antiguos guerrilleros, por el contrario, se siguen presentando asesinatos, amenazas, creando desconfianza al grueso de los ex guerrilleros.

Por otro lado, los avances en la implementación, como la reforma agraria, la participación de las víctimas en el congreso, han quedado prácticamente olvidadas, por lo que, el proceso de paz, hasta ahora lo único que ha logrado es la desmovilización y entrega de armas por parte de las FARC, sin que se haya modificado la situación interna del país.

La JEP, creada para juzgar a todos los que estuvieron involucrados en el conflicto, no ha avanzado, por las modificaciones que desde el congreso y luego la Corte le hicieron, por lo que se determinó que los terceros no estaban obligados a comparecer, a pesar, que muchos de estos terceros se han enriquecido, desplazado, despojado tierra y han ordenado asesinatos, es decir, fueron parte activa del conflicto, actuaron en la sombra y lo siguen haciendo, por lo que, la paz no es conveniente, puede disminuir sus ganancias, y los deja al descubierto sobre su accionar, sabemos que no solo han sido políticos, sino empresarios, multinacionales, hasta la iglesia y los medios se han beneficiado del conflicto.

Después, de un accidentado paso por el congreso y la Corte, la JEP debía tener la firma del presidente, lo que le permitía empezar a funcionar, pese a esto y la demora que tuvo en el Congreso, el presidente objeto, la base fundamental del JEP,  lo que pone en riesgo la paz, por la inseguridad jurídica que representa para los ex guerrilleros que se acogieron al proceso y puede representar una desbandada de guerrilleros al monte, lo que pretende Duque con las objeciones y la socialización que se supone va hacer a los guerrilleros, es tratar de quitarle apoyo a los jefes y prometerles que les va a cumplir, es decir, que estos acepten una desmovilización en solitario, con ello, no cumplir con el acuerdo y dar por terminado el proceso de paz, que hasta ahora no ha empezado, simplemente se ha dado la entrega de armas y la participación de 8 congresistas, con una muy poca participación en la toma de decisiones.

Pero todo parece indicar que este no es el momento de consolidar la paz y de establecer un diálogo con el ELN, sabemos que, en Colombia, todos los gobiernos desde hace más de 70 años, han gobernando atizando el conflicto armado, sus propuestas de gobierno, siempre justifican la falta de presupuesto para políticas sociales, todo porque el presupuesto nacional se invierte en la guerra, armamento de punta, pese a esto, seguimos teniendo un conflicto interno.

Todo parece que Duque seguirá bajando en las encuestas, la subida la hizo, solo por instigar un golpe de estado en Venezuela, su participación activa durante 3 días en la frontera, reunido con los golpistas y el delegado de EEUU, mientras esto viene ocurriendo en Venezuela, al interior del país y a pesar, que todos sabemos que quien gobierna es Uribe, existe un desgobierno, las marchas y paro de estudiantes al que el gobierno no presto atención, permitiendo que muchas universidades se vieran obligadas a cancelar semestre, con los costos que tiene no solo para los estudiantes sino para el país, que no progresa, ahora la minga indígena que reclama el cumplimiento de los acuerdos con el gobierno y como siempre el gobierno con su pobre discurso que hasta que no levanten el paro no dialoga, olvidando que siempre se le presenta al gobierno unas alertas se le invita a cumplir lo pactado, antes de llegar al paro.

Lo que se debe entender que Duque no es el gobierno de la paz, por el contrario ha puesto en marcha la tercera parte de la política de seguridad democrática, ha anunciado 1000 informantes y todo lo que ello implica para la seguridad de quienes no piensan igual, la inversión a las fuerzas armadas y el regreso de las fumigaciones con glifosato, esto indica que como país los gobiernos no avanzan sino que retroceden, estas discusiones ya habían sido saldadas y empezamos nuevamente, solo para obedecer lo que los gringos quieren que se cumpla.

Finalmente, el país sigue reciclando el conflicto, el no cumplimiento de lo pactado y la inseguridad jurídica para los guerrilleros pueden llevar a una nueva era de conflicto violento, lo que se esperaría es que la comunidad internacional y los países garantes, exijan y sanciones a Colombia por no cumplir y no le presten apoyo ni le envíen recursos para la guerra.