miércoles, 17 de enero de 2018

Escudo antiaéreo de EE. UU. apunta a Moscú, afirma Canciller ruso

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró a inicios de esta semana que Moscú tiene pruebas concretas de que el sistema antimisiles de Estados Unidos, desplegado en la región Asia Este, apunta a la Federación Rusa.
«Tenemos datos de que estas instalaciones tendrán capacidades para llevar a cabo acciones ofensivas», afirmó el Canciller ruso durante una rueda de prensa dedicada a los resultados del año 2017.
Para el jefe de la diplomacia rusa, la eventual aparición de tales sistemas cerca de las fronteras orientales de Rusia  «empañan» las relaciones entre su país y Japón. «Hemos escuchado que se supone que Japón controlará este sistema, que EE.UU. no tendrá ninguna relación con él, pero existen serias dudas de que esto vaya a ser así», sostuvo el Canciller ruso.
El escudo en cuestión se llama Aegis Ashore, cuya adquisición de Estados Unidos se aprobó en diciembre pasado por el Parlamento de Japón, por un costo de al menos 888 millones de dólares por unidad, como una medida ante la supuesta amenaza que representan los misiles de Corea del Norte para el país nipón, afirmaron entonces los funcionarios del Ministerio de Defensa.
«Se trata de un sistema exclusivamente defensivo, destinado a proteger las vidas y bienes de nuestros ciudadanos. Lo controla nuestro país y no representa ninguna amenaza para Rusia ni para otros países del entorno de Japón», dijo en su momento un funcionario de la cancillería nipona a Sputnik.
Explicaciones que no parecieron convencer  al Kremlin, por lo que Serguéi Lavrov instó a Tokio a proporcionarle información más detallada sobre este sistema de defensa antimisiles, durante los diálogos que mantendrán los secretarios de consejos de seguridad nacionales de ambos países próximamente, agrega el reporte de Ria Novosti.
Esta nueva crispación en la región tiene su antecedente en el despliegue del sistema de Defensa Terminal Área a Gran Altitud (Thaad, por sus siglas en inglés) estadounidense en Corea del Sur, que generó una severa preocupación tanto en la República Popular Democrática de Corea, como en China y Rusia, que lo ven como una amenaza contra su seguridad nacional.
Tomado: Granma