jueves, 18 de enero de 2018

La ética en la política colombiana



Según la RAE la ética se define como; conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida, y hace parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores. Entendiendo esto, se podría decir que cualquier político que busca el apoyo de una sociedad debería tener como fundamento propio una ética como persona y como profesional, que solo busca el bien común para todos los que lo apoyaron en las urnas.

Esto sin contar que deben existir un conjunto de normas y leyes que los políticos deben cumplir, para evitar que su paso por la administración pública no afecte a los sufragantes o se tomen medidas contrarias a lo que establece la ley. Y contar con una hoja de vida sin alteraciones, es decir, en Colombia para postularse a cualquier cargo de elección popular, no se necesitan mayores requisitos; salvo ser colombiano de nacimiento y saber leer y escribir, no estar sujeto en investigaciones legales o tener condena pendiente. Estos requisitos a grosso modo son los más importantes.

Pese a esto, las agrupaciones políticas que se hacen llamar partidos han invertido gran capital en darle cabida a toda suerte de delincuentes, quienes cuentan con toda una maquinaria o red de corruptos que van comprando votos, lo mínimo, hasta casos de políticos muertos a manos de sus oponentes, estos partidos dan el salto a organizaciones criminales, que se nutren de negocios ilícitos con compañías extranjeras que se instalan en el país, con un supuesto portafolio de negocios, lo que conocemos como la confianza inversionista, un caso que ejemplifica, pero no el único es el de la multinacional ODEBRECHT, que valga la pena recordar mientras en otros países se ha investigado y sancionado a los políticos y empresarios involucrados en este caso de corrupción en Colombia apenas han investigado a un ex ministro y otro delincuente.

Pero los partidos no solo incurren en prácticas corruptas, que además son consideradas como un delito menor, mientras el país se encuentra en nivel bajo en educación, salud, vivienda y peor aún con un nivel de desarrollo comparado con los países más pobres. La construcción de infraestructura se hace a pasos de tortuga, mientras políticos y empresarios se enriquecen con los dineros de hacer vías y puentes, los que algún día terminan estas obras, tienen elevados sobre costos, demanda por incumplimientos y son tan de mala calidad que se derrumban o se convierten en elefantes blancos que no sirven sino para albergar ratas.     

La corrupción ha permeado todas las instituciones del Estado y todas las ramas del poder público, que va desde el presidente hasta las Cortes, entidades que deberían tener como fundamento la ética profesional y el respeto por el cargo que ostenta, parece que las facultades de derecho de todas las universidades dictaran una materia enfocada hacia la corrupción, como ser un buen corrupto, o robe y delinca sin dejarse pillar, o como escalar más ascensos para delinquir mejor, esta parece que fue la catedra que aprendió el vice fiscal anticorrupción, que si el fiscal general su jefe inmediato sintiera respeto por la entidad o por el cargo para el que fue designado hace rato se había apartado, pero como no vio ética en la facultad de derecho, no sabe qué es eso,

Siguiendo la misma línea está el aval que los partidos les dan a corruptos y delincuentes, con el fin de tener mayor representación en determinadas zonas y mayores ganancias, entre más curules, alcaldías, gobernaciones se tenga se obtienen mejores beneficios, no para los habitantes de las regiones sino para el negocio particular que tienen los partidos políticos.

La política se convirtió en el negocio más lucrativo de empresarios y políticos, que para no quedarse fuera del botín del Estado han ingeniado numerosas estrategias, buscando el mismo fin, es el caso de la cantidad de políticos que se inscribieron o buscaron hacerlo con la recolección de firmas. En un país ideal, esta sería una muestra de la verdadera democracia, la participación de una gama de políticos, empresarios, militares y gente de bien buscando el bienestar de una nación.

Pero las razones altruistas no están en la agenda de estos políticos, todos buscan a como dé lugar llegar a la casa de Nariño, con intereses propios y con toda una maquinaria que los ha apoyado, se entiende que un político no va invertir billones para ganar 30 millones al mes, dentro de la lógica del mercado esta fuera de lugar, ni los que apoyaron van a recibir menos de lo invertido en contratos y participación burocrática,

Estas son las bases con las que se construyó la democracia colombiana, los políticos legislaron para su beneficio, lo que permite las prácticas clientelistas, el tú me eliges yo te elijo y un entramado donde va fluyendo la plata de vías de contratación de venta de activos de la nación de impuestos y de las casi inexistentes políticas sociales.  El sistema es tan corrupto que permite que delincuentes investigados y juzgados huyan del país o los que son culpables paguen unas mínimas condenas en sus lujosas casas producto del delito o que vuelvan a la política, como los parapolíticos o el ex procurador sancionado por corrupto que ahora busca la presidencia del país.

Frente a todo esto resulta lamentable que no exista ni siquiera una sanción moral de la ciudadanía a todos los corruptos que nos han gobernado mal, ningún gobierno ha logrado eliminar las causas de la pobreza, exclusión y marginalidad de buena parte de los colombianos, seguimos siendo el segundo país más desigual del mundo, con políticos corruptos manejando los dineros del desarrollo y la equidad.


Para terminar se puede decir que mientras se siga votando por clanes familiares y dinastías políticas, seguiremos estando en la marginalidad y la pobreza, que genera violencia y el conflicto seguirá con los mismos o distintos actores que buscaran sus propios objetivos.