martes, 17 de abril de 2012

FARC piden paz de cara a los colombianos, sin mentiras ni rendición

Estocolmo, 17 abr (PL) Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reclamaron al gobierno de Juan Manuel Santos un diálogo de paz de cara al país, sin mentiras y lejos de significar una rendición o entrega.

 
En un comunicado firmado por Timoleón Jiménez, líder máximo de la organización guerrillera, las FARC consideraron que un proceso de paz no puede ser secreto ni a espaldas del país, ha de ser el escenario en el que el pueblo pueda volver a denunciar y conseguir por fin justicia por tanta barbaridad sufrida.
Cada vez que los de abajo pronunciamos las palabras democracia, justicia o equidad social, se irritan furibundos los poderosos mercaderes que asimilan el crecimiento de sus fortunas a la suerte general de los demás nacionales.

El enriquecimiento desaforado y salvaje de unos cuantos ha significado el envilecimiento de las condiciones de vida de la mayoría, indica el texto difundido aquí.

Por encima de tanta infamia mediática, ninguna otra causa produce la guerra que se libra en Colombia. Son esas las realidades que deben abordarse y situarse en vías de solución en una mesa de diálogo.

De acuerdo con jefe insurgente, con esa convicción las FARC están dispuestas a conversar de paz con el actual gobierno. Para que no se diga después le mentimos al país.

No tememos en absoluto debatir y demostrar que han sido los grandes empresarios del capital y la tierra quienes han renovado una y otra vez su carnicera brutalidad a fin de firmar grandes negocios sobre la sangre de los desposeídos.

Si un importante sector de inversionistas muestra interés en dar el paso hacia la paz, lo acompañamos, añade el pronunciamiento de la organización guerrillera.

El documento, denominado "Sin más ases bajo la manga, Santos", advierte que sentarse a conversar no apunta a ningún tipo de rendición y entrega. La reincorporación a la vida civil implica y exige una Colombia distinta.

El gran capital inversionista tendrá que asumir que se requiere un cambio profundo en su modo de actuar, una nueva manera de relacionarse con los pueblos. Confiamos en que sea esa la voluntad oficial. Así, sin duda, podremos entre todos desenterrar la Paz.

Las FARC estiman conveniente develar qué grandes negocios han logrado ocultarse tras la guerra en Colombia y citan la reciente crónica de Alfredo Molano titulada Paramilitarismo y palma en el Catatumbo.

En particular mencionan al empresario palmero Carlos Murgas, ex Ministro de Agricultura de Andrés Pastrana y su relación con las bandas criminales de Salvatore Mancuso.

Las FARC, que combatimos con energía y coraje la avalancha militar y paramilitar, fuimos elevados a la oprobiosa categoría de terroristas y narcotraficantes, transformados en los enemigos número uno del país y del progreso.

El día de su posesión, Santos farfulló acerca de su intención de diálogo con las FARC. Unos días después molía a bombas el campamento del Comandante Jorge Briceño.

De acuerdo con el comunicado, el presidente durante más de un año abusó con su ficción de la llave, lo cual no excluyó el ataque mortal a Alfonso Cano, el hombre que tomaba más en serio el asunto y movía al resto del Secretariado a posibilitar contactos.

Santos sabía muy bien eso, lo que no le impidió llorar emocionado. La doble moral siempre ha sido imputada a nosotros, indica el texto de Timoleón Jiménez desde las Montañas de Colombia
Tomado: prensa latina