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Por estos días en Colombia se han producido varios eventos
empresariales; como el de la cumbre de empresarios en Cartagena y el foro de
Inversiones y Cooperación empresarial España- Colombia, al que han asistido los
presidentes Obama y ahora Rajoy, con el firme propósito de instalar sus
multinacionales en el territorio.
Con el lema “Aquí no expropiamos, presidente Rajoy” Santos le dio la
bienvenida, al derechista español, con ello lo invito a participar de la feria
del mercado que por estos días se ha tomado Colombia. Santos como cualquier
negociante de chucherías le ofreció al gobierno de Rajoy, nuestro territorio
para que este entre y escoja la mercancía que mejor le parezca y le dé mayores ganancias.
Asegurando: “en Colombia se cumplen las reglas del juego”, entiéndase las que instalan
los inversionistas y nosotros cumplimos, la única exigencia según Santos es la
responsabilidad social y ambiental; esto quiere decir, que los empresarios
inviertan una suma en alguna causa
perdida y con ello el Estado los exonera de pagar impuestos, lo que en realidad
es ínfimo con respecto a los que estas compañías ganan explotando nuestro suelo,
sin olvidar la evasión fiscal y unos cuantos chanchullo con la complicidad del
gobierno y los políticos. Es de anotar, que esta inversión no se refleja al interior
de la sociedad ni siquiera generando empleo de calidad. Por el contrario
deteriora el nivel de vida de las comunidades especialmente las rurales.
La cuestión ambiental, sabemos que la locomotora minera esta
contaminando el agua y erosionando la tierra lo que perjudica a las comunidades
que habitan estas zonas y en el largo plazo puede significar la falta de
abastecimiento de gran parte de la población, sin desconocer que para extraer
los minerales, se ha dado un desplazamiento de comunidades enteras, resguardos indígenas
y campesinos quienes han tenido que abandonar sus tierras por amenazas, asesinatos
y otros porque el propio Estado les exige una reubicación, todo con el fin que
las multinacionales puedan hacer mejor uso de nuestro suelo.
Para tener en cuenta, Colombia es único país de América Latina que no
tiene una política sobre la tenencia de la tierra a manos de extranjeros. Es decir,
un extranjero puede venir y comprar cualquier tipo de propiedad a su vez instalar
el negocio sin mayores restricciones ni exigencias, esto ha generado un alza en
la finca raíz y menores ventajas para los nacionales y mayor pérdida de
soberanía, pues, estas empresas se constituyen sobre sus propias normas y leyes;
con la asesoría de abogados y empresarios colombianos que saben de las
debilidades del Estado, por lo que Colombia se convierte en el mejor escenario
para “invertir”, saquear los recursos naturales hasta que no quede nada.
Con la firma del TLC con Estados Unidos Colombia renunció de plano al derecho
que tiene todo Estado sobre el desarrollo, Santos y Obama nos condenaron a la
esclavitud y la pobreza.
Nota: con la feria que tiene Colombia a los colombianos nos va tocar
pedir visa para permanecer en nuestro territorio, ahora lo importante será que
no la nieguen.
