jueves, 17 de noviembre de 2011

Bandas criminales se expanden en Colombia

La expansión de las bandas criminales emergentes (bacrim) conformadas por paramilitares aliados al narcotráfico en Colombia abarca ya la tercera parte del país, según reveló una fuente especializada.

  De acuerdo con un informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), divulgado hoy por el diario El espectador, actualmente esos grupos registran actividades en 347 municipios, de los mil 102 del territorio nacional.

El estudio advierte que el panorama no es esperanzador ante la influencia y penetración de estas bandas, pues de los 32 departamentos del país, solo Amazonas y Vaupés se salvan de este fenómeno, mientras el resto soporta su amenaza.

Lo que empezó como pequeños grupos en territorios específicos donde se procesaba coca, se fue transformando en verdaderas maquinarias de guerra, aupadas por las mafias del narcotráfico y con injerencia en el poder local, refiere el Indepaz.

Según el Instituto, esta expansión criminal crece en la medida que una porción considerable de desmovilizados del paramilitarismo vuelven a sus andanzas, destraban sus conexiones ilegales y recuperan su presencia militar.

Por otra parte, el informe ejemplifica como el crecimiento de bandas como Los Rastrojos, Los Paisas y otras que delinquen en el sur del país, en los últimos cuatro años ha sido notorio.

En 2008 estos grupos tenían presencia en 259 poblaciones, un año después en 278 y en la actualidad en 347 localidades.

Acorde con el Indepaz la recomposición de las bacrim obedece a tres razones fundamentales; la continuidad de remanentes de grupos paramilitares que se desmovilizaron, su reagrupamiento alrededor de mandos medios y el crecimiento de grupos ilegales creados por narcotraficantes.

Bacrim fue el nombre dado por el gobierno del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), al fenómeno o reestructuración del crimen organizado que se dio en el país tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Algunos analistas describen a estas bandas emergentes -con un alto grado de penetración en el poder local- como un híbrido entre mafias, paramilitares y delincuentes comunes.

Tomado: Prensa Latina