martes, 1 de julio de 2014

EEUU despliega militares en Iraq y continúa ataques contra islamistas

El presidente estadounidense, Barack Obama, ordenó el despliegue de 300 militares para aumentar la seguridad de la embajada y del aeropuerto de la capital iraquí, mientras el Ejército de ese país persiste hoy en su contraofensiva contra las milicias islamistas.


El mandatario notificó al Congreso el envío de 200 militares, además de helicópteros y otro tipo de apoyo aéreo e indicó que otros 100 uniformados aguardan para integrarse al refuerzo bélico en la nación levantina, informaron el lunes el Pentágono y la Casa Blanca.

Al mismo tiempo, la administración Obama calificó de un sinsentido la creación de un Califato Islámico por parte del Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL), integrado por fundamentalistas que en las últimas semanas tomaron el control de zonas del noroeste iraquí.

Ya hemos visto este tipo de fórmulas del EIIL. La constitución del califato carece de significado para las poblaciones de Iraq y Siria (â��). El EIIL solo trata de controlar a la población mediante el terror, opinó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.

Al unísono, el vocero de la Casa Blanca, John Earnest, coincidió en que la ofensiva de los yihadistas en Iraq ha derivado en una campaña de terror con brutales actos de violencia y represión ideológica, lo cual entraña una gran amenaza para el futuro de esa nación mesoriental.

El domingo, los miembros del EIIL anunciaron la conformación de un califato desde la norteña ciudad siria de Alepo hasta Diyala, en el oriente iraquí, mientras ordenaron a los musulmanes de dichas regiones obedecer la sharia (ley islámica) y jurar lealtad a su líder, el jeque yihadista Abu Bakr al-Bagdadi.

Obama exteriorizó recientemente su preocupación por el peligro que supone el ascenso de los grupos yihadistas en Siria e Iraq, cuyos integrantes de origen europeo podrían viajar a Estados Unidos con sus pasaportes y sin necesidad de visa.

Las declaraciones del líder del Ejecutivo ocurrieron luego que la administración pidiera de todas formas al Congreso 500 millones de dólares para entrenar a las fuerzas opositoras en Siria, copadas en su mayoría por extremistas reclutados en Europa y en paises de otras regiones, que pretenden derrocar por la fuerza al presidente Bashar al-Assad.

El vertiginoso avance de los islamistas motivó el reciente envío de miembros de las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses a Bagdad, mientras la Casa Blanca sopesa posibles ataques aéreos contra objetivos de los insurgentes, pero por ahora descarta el envío de tropas.
Tomado: Prensa Latina