miércoles, 2 de julio de 2014

Japón abre las puertas a participar en agresiones imperialistas

Japón tomó la decisión de autorizar a sus fuerzas armadas a participar en agresiones en el exterior, alineándose con países como Estados Unidos y sus aliados.
Este anuncio rompe con la línea que se había tomado desde 1947 hasta la fecha ya que el país nipón contaba con una Constitución pacifista que impedía cualquier intervención de su Ejército en el exterior.
El derechista primer ministro Shinzo Abe anunció esta decisión en conferencia de prensa, declarando que “sean cuales fueren las circunstancias, yo protegeré la vida y la existencia en paz de los japoneses”.
“Tengo esta grave responsabilidad”, agregó antes de explicar la filosofía de esta nueva doctrina elaborada por un panel de expertos autorizados por él mismo y en secreto, sin consultar a los dos partidos de la coalición en el poder, el Partido Liberal Demócrata (de Abe) y el Nuevo Komeito.
Shinzo Abe trató de tranquilizar a la población, afirmando que Japón “no estará involucrado en una guerra para defender a otro país, eso está fuera de discusión”.
Para justificar su decisión desde hace meses señala las crecientes amenazas para Japón y sus habitantes, en una clara alusión a las ambiciones regionales de China, cuyo aumento del presupuesto militar es todos los años de dos cifras.
Esta evolución aprobada por Washington constituye un cambio radical en la historia del país desde el final de la última guerra, ya que detrás del concepto de “derecho a la autodefensa colectiva” se oculta en realidad la posibilidad de lanzar a las Fuerzas Armadas en operaciones militares exteriores para ayudar a aliados, en primera fila de los cuales se encuentra Estados Unidos.
Concretamente, los soldados japoneses podrán socorrer a las fuerzas de un país aliado atacadas, aunque Japón no sea atacado directamente.
A pesar de los esfuerzos de Abe para desembarazarse de la imagen de belicista, su actitud molesta profundamente a China.
El martes, un portavoz de la cancillería china denunció “medidas sin precedentes que modifican profundamente la política militar de Japón”.
Según las últimas encuestas, más de la mitad de la población sigue fiel a la Constitución pacifista y se opone a la participación de soldados nipones en toda acción militar exterior.
Tomado: LibreRed