miércoles, 7 de septiembre de 2016

EEUU intenta provocar suspensión de pagos de la deuda de Venezuela

 “Fabricar” una situación artificial de cesación de los pagos de una parte de la deuda externa de Venezuela, con el fin de cerrar el financiamiento de la explotación petrolera, es el plan que el Gobierno de EEUU se ha planteado como parte de su estrategia de provocar un colapso del gobierno de Nicolás Maduro, luego del fracaso de la protesta convocada el pasado jueves 1° de septiembre.

Ayer la agencia privada de inteligencia y espionaje, Stratfor, publicó una nota que recicla la información divulgada en julio por Citibank sobre su decisión de cerrar las cuentas de Venezuela en esa institución financiera, lo que también implica que deja de prestar el servicio de agente pagador de los bonos de Pdvsa que vencen a finales de 2016.
 
El intento de posicionar la información ocurre a solo cuatro días de que la movilización denominada la Toma de Caracas no lograra la convocatoria esperada ni generara la presión política deseada sobre el Gobierno venezolano.

Por el contrario, la protesta que fue proyectada como una confrontación apocalíptica, impulsó la movilización del chavismo que respondió con una contundente acción de calle que plenó la principal avenida de la ciudad.

Asimismo la reactivación de la amenaza de un default se registra a poco más de una semana de que el jefe del Comando Sur, almirante Kurt Tidd, convocara a un encuentro en Miami con expertos en finanzas para analizar “que sucedería si Venezuela se quedara sin dinero”.

En ese encuentro, según la versión de Russell Dallen, líder de la firma Caracas Capital Markets, el alto oficial comparó la situación con lo que hubiera sucedido en Grecia si el Fondo Monetario Internacional no sale al rescate del país cuando no podía pagar sus deudas. También comparó ese escenario con Somalia, donde las autoridades y simpatizantes internacionales han batallado para restablecer las estructuras del Estado tras decenios de guerra civil.

En tal sentido, los elementos de contexto indican que la opción de la suspensión de los pagos de la deuda venezolana forma parte de la continuación de la ofensiva contra el proceso bolivariano en el marco de la llamada “guerra no-convencional”.

¿OPERACIÓN FREEDOM VENEZUELA 3?

Un aspecto relevante para el análisis es que el intento de posicionamiento del dato del posible default se realiza a través de una agencia de “inteligencia” y no desde un medio o agencia de noticias del sector financiero.

De esto modo los impulsores del tema lograron amplificar su impacto más allá de los especialistas o de las audiencias del mundo de las finanzas.

Adicionalmente llama la atención que la noticia fue replicada inmediatamente por un conjunto de medios venezolanos de carácter masivo, incluyendo los portales web como La Patilla o El Nacional, los cuales son los principales instrumentos de la ofensiva simbólica contra la Revolución Bolivariana.

Además la noticia fue promovida por voceros políticos de derecha a través de sus cuentas sociales, como fue el caso del alcalde de Chacao, Ramón Muchacho, activista del partido de neoderecha Primero Justicia, dirigido por Henrique Capriles.

Complementariamente destaca que medios de menor impacto no solo divulgaron la información sino que la impulsaron con contenidos interactivos como encuestas y “participación en vivo” en medios audiovisuales.

Y finalmente vale recordar que hace también poco más de una semana, Citibank Venezuela divulgó una información falsa sobre el supuesto retiro del país de la franquicia de la tarjeta de crédito VISA.

Se trataba de una decisión unilateral y exclusiva de Citibank, institución en la última posición del ránking bancario de Venezuela que evidentemente está buscando su salida del país.

Sin embargo en cierta medida se impuso la percepción de que la salida de VISA (desmentida poco después por voceros de la franquicia) era consecuencia de la supuesta crisis política y económica cuya responsabilidad se intenta atribuir a la propuesta chavista.

Lo cierto es que la decisión de Citigroup, de cerrar las cuentas de Venezuela, fue impuesta por el Gobierno de EEUU a través de sus autoridades fiscales usando como base la participación del grupo bancario en actividades de legitimación de capitales.

Por otro lado, en la directiva de Citi, hay funcionarios de alto nivel que son venezolanos y que han estado involucrados en casos de fraudes como es el caso de Francisco Alberto Aristeguieta, involucrado en un escándalo en México.

En realidad la “opción” del default ha sido impulsada desde el año 2014 (tras los actos de terrorismo de “La Salida”), por voceros especializados como Ricardo Hausmann, jefe de un centro de investigación de la Universidad de Harvard y representante oficioso de la política comercial del Estado de Israel en América Latina.

Asimismo, sectores vinculados con los grupos de la burguesía comercial importadora, como Empresas Polar, también se han sumado a la tesis de un default que permita dirigir esos recursos al pago de importaciones o, en el mejor de los casos, a procurar un financiamiento del FMI, lo que contemplaría la aplicación de un “paquete de ajustes” de corte neoliberal.

La nota de Stratfor reconoce que una situación de impagos, derivada de su renuncia, a actuar como agente de pagos es artificial y que su objetivo no es otro que afectar el flujo de financimiento para la producción petrolera y por lo tanto las mismas exportaciones de crudo. “Una significativa caída en la producción de petróleo podría exacerbar la inestabilidad del país” es la conclusión de la agencia.

Por tanto se trataría de una especie de tercera versión de la Operación “Freedom Venezuela”.

Víctor Hugo Majano
Tomado: matrizur.org