martes, 21 de febrero de 2012

Videla, puro teatro


LAURA BÉCQUER PASEIRO
No se arrepiente. No siente remordimientos. Al dictador argentino Jorge Videla le fallan la memoria y la conciencia, si es que alguna vez las tuvo. Defiende la actuación de las fuerzas armadas de su país durante la dictadura (1976-1983). Afirma, incluso, que el actual gobierno de Cristina Fernández y antes el de su esposo (Néstor Kirchner), solo buscan venganza con sus juicios a los militares.
"Son parte de esa venganza, de ese castigo colectivo con que se quiere penar a todas las Fuerzas Armadas", apunta Videla, quien además pide su libertad condicional a la Justicia argentina.
Impunemente desconoce y manipula las cifras de muertos y desaparecidos (30 mil) durante la etapa de terror en la que gobernó. Las estima solo en 7 mil, según la cantidad de reclamaciones de indemnización presentadas en la época de Carlos Menem (1989 a 1999). El mismo que lo indultó en 1990.
¿Qué hay de los vuelos de la muerte, asesinatos, secuestros, torturas? ¿Qué hay de las vidas truncadas de esa, según Videla, "minoría no representativa" que se dejó llevar "por esa tendencia izquierdista y tercermundista, politizada a favor de un bando"?
Videla encabezó el golpe de Estado que derrocó el Gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón (1973-1976). Años después se vanaglorió diciendo que su guerra salvó al país de "los jóvenes idealistas que quisieron imponer una cultura ajena a nuestro tradicional estilo de vida, occidental y cristiano". Su amnesia lo hace invocar la vieja retórica para justificarse: "Querían tomar el poder político para implementar un sistema marxista", por eso, "ante la inoperancia de la Justicia hubo que apelar a los uniformados".
Videla se ha enfrentado a varias causas por los delitos cometidos en cada uno de los centros clandestinos de detención y por un homicidio precedido de secuestro y tortura. El dictador realizó una presentación para que se le conceda el beneficio de la libertad condicional sobre la condena que la Cámara Federal le dictó en 1985 en el "Juicio a los Comandantes". Además, reclamó que se le extienda al resto de sus procesos judiciales
Las condenas y los juicios, a partir de la decisión política del fallecido expresidente Néstor Kirchner y el seguimiento de la actual mandataria Cristina Fernández, devuelven la esperanza a muchos argentinos que aún esperan, que mantienen viva la memoria de los miles de desaparecidos, víctimas de la represión y la intolerancia política. Además, por dignificar una lucha que marcó la historia reciente de un país.
Tomado: Granma