lunes, 9 de febrero de 2015

Califican de malintencionadas acusaciones contra las FARC-EP

 La delegación de las Fuer­zas Armadas Revolucionarias de Co­lom­bia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) que participa en esta capital en las negociaciones de paz con el Gobierno colombiano calificó de “malintencionadas” las acusaciones del procurador Ale­jan­dro Ordóñez.
“De manera malintencionada, el procurador Alejandro Ordóñez aseguró con informes sin sustento dirigidos a la Corte Penal Inter­nacional (CPI), que las FARC-EP, supuestamente, estarían involucradas en la desaparición forzosa de 2 760 personas”, subraya un comunicado de la guerrilla difundido ayer en La Habana.
Cuando una comisión independiente reciba información veraz, libre de las mentiras, manipulaciones de quienes con mentalidad fascista fabrican expedientes, sabrá el país y el mundo, que eso que el procurador propala con infundios, no es más que una mampara de distracciones. Tal actitud —puntualiza el texto— está dirigida a proteger a los verdaderos responsables de la guerra que sufre Colombia, y que, de paso sea dicho, no le generan mayores preocupaciones a la CPI.
Es de público conocimiento —aclara el do­cumento— que las múltiples denuncias contra crímenes de Estado que reposan en la CPI duermen el sueño de los justos.
Tanto Ordóñez, como otros funcionarios se dedican a desarrollar una estrategia orientada, no a buscar, sino a construir pruebas falsas, que coloquen a las FARC-EP en el banquillo de los acusados, como autoras de crímenes de guerra y de lesa humanidad, enfatiza el comunicado. De tal manera que utilizando los medios masivos de comunicación, amontonan y propagandizan todo tipo de informaciones, advierte la guerrilla.
Ellos pagan a falsos testigos, para que hasta casos aislados que pudieren haberle ocurrido a personas que desconozcan sus autores, puedan ser presentados como crímenes generalizados y sistemáticos cometidos por la insurgencia, explica el texto.
No es la primera vez que el señor Ordóñez se despacha contra las FARC-EP y el proceso de paz, y seguramente no será la última, pues parece ser que oficiosamente se impuso el pa­pel de convertirse en el Joseph Goebbels colombiano, distorsionando y desfigurando hechos y atizando pasiones. En fin orquestando calumnias, porque para él “si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
La actitud de Ordóñez —finaliza el comunicado de las FARC-EP— que con intereses mezquinos, siembra odios y atiza la guerra, en tanto es combustible para perpetuar el desangre nacional, debemos rechazarla quienes anhelamos la reconciliación y el buen vivir. 
Tomado: Granma