martes, 28 de julio de 2015

EEUU se dispone a liberar al espía israelí Jonathan Pollard

“En noviembre de 2015, Pollard podrá optar a la libertad condicional anticipada”, que supone la liberación antes de completar su condena bajo ciertas condiciones, dijo una fuente del Departamento de Justicia, que pidió el anonimato.
Pollard, un judío estadounidense que obtuvo la nacionalidad israelí cuando ya estaba en prisión, fue detenido en 1985 por espionaje y condenado a cadena perpetua en 1987, pero los términos de su sentencia estipulan que puede ser liberado 30 años después de su arresto, siempre que no lo impida una comisión del Gobierno.
Esa entidad, llamada Comisión de Libertad Condicional, solo podría impedir la liberación de Pollard si “determina que ha violado grave o frecuentemente reglas de la institución o que hay una probabilidad razonable de que cometerá algún crimen federal, estatal o local”, de acuerdo con el Departamento de Justicia.
El Gobierno de Jerusalén reclama hace años un indulto a Pollard y en 2014 llegó incluso a ponerse su nombre sobre la mesa durante el fallido proceso de paz con los palestinos que dirigió el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
De liberar a Pollard, el Gobierno de Barack Obama se anotaría un importante tanto a favor en su relación con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, que se ha debilitado profundamente a lo largo de la negociación nuclear entre Estados Unidos, otras cinco potencias e Irán.
No obstante, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, Alistair Baskey, aseguró que la posible liberación de Pollard no es una concesión a Israel.
“El estatus del señor Pollard será determinado por la Comisión de Libertad Condicional de Estados Unidos de acuerdo con procedimientos estándar. No hay absolutamente ninguna relación entre el estatus del señor Pollard y consideraciones de política exterior”, afirmó Baskey.
Pollard, de 60 años, fue detenido en 1985 mientras trabajaba como analista civil para la Armada estadounidense y acusado de entregar documentos secretos al servicio de inteligencia israelí.
El caso del espía desató en la década de 1980 una grave crisis en las relaciones bilaterales y una feroz crítica dentro de la comunidad judía estadounidense por haber puesto en tela de juicio la lealtad con su país.
Israel negó en un principio que Pollard actuara pagado por sus servicios secretos, y solo una década después reconoció que Pollard había sido su espía.
Desde entonces, todos los Gobiernos israelíes han elevado el caso en Washington, pero los distintos presidentes de EE.UU. rechazaron la solicitud.
El diario Wall Street Journal apunta incluso a la posibilidad de que Pollard salga de prisión antes de noviembre, citando un esfuerzo de algunos funcionarios de EE.UU. para liberarlo y una campaña de su defensa para alegar que tiene problemas de salud, un factor que puede contribuir a una liberación temprana.
Tomado: tercerainformacion