viernes, 11 de septiembre de 2015

La ocupación israelí aterroriza a los niños palestinos

Esto es lo que le pasó a Hamza Muayad Chukri Hamad, de 15 años, cuando entraron en su casa de Silwad, un pueblo próximo a Ramala, a las 2 de la madrugada del domingo.
Tal como informó el sitio web de noticias Quds, la madre de Hamza dijo que, después de dos horas de registro de la vivienda, se llevaron detenidos a Hamza y a su hermano Bilal, de diez años.
Los soldados entraron en la habitación de Hamza y la pusieron patas arriba. Confiscaron los teléfonos y los dispositivos inteligentes de la casa y rompieron deliberadamente un ordenador.
Mientras le cacheaba, un soldado amenazó a Hamza y trató de presionarle para que confesara hechos no especificados por la información de Quds.
La madre de Hamza señaló que, refiriéndose a su hijo, “el oficial nos dijo que le trataría de la misma forma que trataron a su padre y se lo llevaron”.
El padre del niño, Muayad Hamad, está cumpliendo varias sentencias de cadena perpetua, acusado de haber formado parte de una célula que llevó a cabo operaciones militares contra el ejército israelí. Ya ha cumplido 13 años de cárcel, según Quds.
Otros niños palestinos presos en cárceles israelíes han pasado por traumas similares al de Hamza.
Con los ojos vendados y golpeados
Durante una visita a la cárcel de Megido este domingo, Hiba Masalha, un abogado del ministerio de asuntos de los presos de la Autoridad Palestina, escuchó el testimonio de tres jóvenes que fueron golpeados durante su arresto.
Ahmed Ismael Abú Amer, de 17 años, vecino de un pueblo cercano a Nablus, fue golpeado en todo su cuerpo, le vendaron los ojos y le esposaron. Los soldados emplearon sus armas para pegarle en la cabeza y los hombros cuando le detuvieron hace dos meses. Le desnudaron para registrarle mientras le trasladaban a la cárcel de Megido, en el norte de Israel.
Otro chico de 17 años, Ahmed Sabah, fue arrestado hace varios meses, cuando los soldados israelíes irrumpieron en su casa en Tukua, un pueblo situado en las proximidades de Belén, en medio de la noche.
A Ahmed le despertaron los gritos de los soldados, que traían perros con ellos. Le esposaron, le vendaron los ojos y le metieron en un jeep, donde le golpearon en la cabeza y las manos. Mientras le trasladaban a la prisión de Megido, le desnudaron para registrarle.
Iyad Adaui, de 17 años, fue golpeado cuando le arrestaron en el puesto de control de Beit Furik, cerca de Nablus, y testificó que uno de los soldados le hirió deliberadamente cuando utilizó un cuchillo para quitarle las esposas de plástico de las manos.
En el mes de junio, había 160 niños palestinos en las cárceles israelíes detenidos por el ejército israelí, según el grupo de derechos humanos Defence for Children International-Palestine. Israel también tiene a más niños palestinos detenidos por la administración civil.
A diferencia de Cisjordania, que está ocupada bajo la administración militar, Jerusalén Este, que fue anexada de facto en 1967, está ocupada bajo la administración civil, según DCI-Palestine. En teoría, con este sistema, tanto los niños israelíes como los palestinos tienen protecciones especiales establecidas por la legislación israelí sobre la juventud.
“Estas protecciones incluyen: el uso del arresto como último recurso, una notificación previa que les convoca para ser interrogados, el uso mínimo de restricciones y la presencia de un tutor legal o miembro adulto de la familia durante el interrogatorio”, señala DCI-Palestine.
Pero un estudio de este grupo de derechos humanos ha encontrado que estas protecciones no se han aplicado, por lo general, en el caso de los niños palestinos de Jerusalén Este. Su experiencia es muy parecida a la de sus coetáneos de Cisjordania: arrestos a altas horas de la noche en sus casas e interrogatorios sin presencia de un padre/madre o tutor.
En más de los 30 casos analizados por DCI-Palestine, “los niños fueron sometidos a violencia física durante los interrogatorios, efectuados sin presencia de sus padres. La violencia en cuestión suele consistir en asfixia, puñetazos y bofetadas”.
La gran mayoría de los niños que fueron objeto de la investigación firmaron documentos escritos en hebreo, un idioma que no entienden.
“A pesar de las diferencias existentes entre los sistemas legales civil y militar, los niños palestinos de Jerusalén Este y Cisjordania suelen ser víctimas de los mismos malos tratos durante el arresto y los interrogatorios”, ha dicho Iyad Misk, abogado de DCI-Palestine.
Las fuerzas israelíes arrestaron a 700 niños palestinos en Jerusalén Este el año pasado, según el grupo. Sesenta niños palestinos de Jerusalén Este no pueden estudiar actualmente ya que están en cárceles israelíes o bajo arresto domiciliario, ha dicho la semana pasada el Comité de Familias de Presos y Detenidos de Jerusalén.
Abusos sistemáticos
La campaña No Way to Treat a Child ha provocado una inusual ruptura del consenso proisraelí entre los parlamentarios estadounidenses.
La prominente congresista demócrata Jan Schakowsky expresó su preocupación “por las informaciones sobre los malos tratos generalizados de los niños palestinos bajo custodia israelí” en una carta enviada en julio al secretario de estado John Kerry, que fue firmada por otros tres miembros del Congreso.
A principios del verano, otros 19 representantes firmaron una carta similar dirigida a Kerry, en la que protestaban por el trato “cruel, inhumano y degradante” que Israel dispensaba a los niños palestinos.
Israel es el único estado del mundo que procesa sistemáticamente a niños en tribunales militares. Desde 2000, unos 8.000 niños palestinos han sido arrestados y juzgados en tribunales militares, según DCI-Palestine.
La mayoría de los niños palestinos condenados por los tribunales militares son transferidos a prisiones situadas en Israel, como Megido, algo que viola la Cuarta Convención de Ginebra.
“Las consecuencias prácticas de esto es que muchos de estos niños apenas reciben visitas familiares —en algunos casos, ninguna— debido a las restricciones impuestas (por la ocupación) a la libertad de movimientos y al tiempo que se necesita para conseguir un permiso de visita a los presos”, observa DCI-Palestine.
Traducción: Javier Villate. Fuente: www.palestinalibre.org
Tomado: tercerainformacion