sábado, 12 de septiembre de 2015

Prosiguen en Cuba diálogos de paz colombianos

Delegados del gobierno del presidente Juan Manuel Santos y de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) prosiguen hoy las conversaciones, como parte del proceso de paz que desarrollan aquí desde 2012.

En el contexto de estas pláticas, la mayor guerrilla colombiana reiteró que el proceso de paz en el país suramericano no significa sometimiento, sino un diálogo entre partes iguales que tienen visiones propias y las mismas deben estar armonizadas.

No puede confundirse con soberbia la precisión necesaria de que este es un proceso de paz y no un juicio contra las FARC-EP, subrayó la víspera el jefe de la delegación de la insurgencia, Iván Márquez.

Añadió que "no hemos venido a La Habana a negociar impunidades ni a agachar la cabeza frente al derecho penal del enemigo, sino a construir fórmulas consensuadas que nos conduzcan a una paz justa y duradera basada en el reconocimiento de las víctimas y que allane el camino de la reconciliación," puntualizó.

Márquez advirtió que las FARC-EP aún no conocen el contenido del proyecto de Acto Legislativo que según la prensa se estaría socializando en el Congreso.

Al respecto, manifestó que resulta inconveniente resolver de manera unilateral uno de los asuntos que aún no aborda la Mesa de Conversaciones, como es el de la Refrendación, contenida en el punto sexto de la Agenda.

No obstante, el líder guerrillero expresó que se inicia en La Habana este nuevo ciclo de conversaciones con la convicción de que el proceso de paz debe redoblar su marcha indefectible hacia el fin del conflicto.

En ese sentido, recordó que el entendimiento avanza también en el terreno del cese el fuego y de hostilidades, bilateral y definitivo, en la subcomisión técnica integrada por cinco generales y un almirante, y por comandantes del Secretariado y del Estado Mayor Central de las FARC-EP.

Destacó además que se comenzó el estudio sobre el esclarecimiento y desmonte del fenómeno del paramilitarismo, el cual -dijo- no podrá quedar gravitando como amenaza de guerra sucia sobre el firmamento del post acuerdo.

Tomado: Prensa Latina