martes, 4 de noviembre de 2014

La violencia sexual, asignatura pendiente para la justicia boliviana

Las violaciones sexuales constituyen una asignatura pendiente para la justicia boliviana, en momentos en los cuales las cifras superan los 14 mil casos al año, trascendió hoy aquí.

El país del altiplano es el segundo de América con más violaciones, solo superado por Haití, y por más que el gobierno ha intando ponerle coto a ese problema, este ocupa cintillos en los medios de prensa cada día.

En los últimos días, una niña de cuatro años fue violada y luego asesinada en el municipio de Palos Blancos, en el departamento de La Paz, en tanto en la ciudad de El Alto una joven fue salvajemente golpeada por el hombre con el cual vivía, lo cual le provocó la muerte.

Las violaciones, según trascendió en el Encuentro Nacional de los Centros Especializados de Prevención y Atención Terapéutica (Cepat), afectan a las mujeres, pero también a los niños, niñas y adolescentes y muchas veces terminan con la muerte de las víctimas.

Según la directora del Servicio Departamental de Gestión Social del departamento de La Paz, Agustina Quispe, el 63 por ciento de estos actos ocurre en el entorno familiar y los agresores, en la mayoría de los casos, son esposos, padres, padrastros, hermanastros, incluso hermanos.

Los datos ofrecidos por Quispe y que recoge la edición digital del oficialista diario Cambio, están amparados en investigaciones de la entidad que dirige, la cual reveló que siete de cada 10 bolivianas fueron víctimas de violencia sexual en algún momento de su vida.

Asimismo, otras instituciones aseguran que el 10 por ciento de los niños y niñas sufren agresiones sexuales, en la mayoría de los casos dentro del propio hogar, por lo cual los representantes de Cepat insisten en la necesidad de aunar esfuerzos, sobre todo en el ámbito de la prevención y la promoción.

El año anterior, el presidente Evo Morales promulgó la Ley Contra todo Tipo de Violencia contra la Mujer con la intención de ponerle coto a los abusos a que son sometidas, entre ellos las violaciones sexuales, pero hasta ahora no se ha notado una tendencia marcada a la reducción.

Operadores de justicia y la policía convocan a las agredidas a denunciar los casos, pero organizaciones defensoras de los derechos de la mujer creen que una cantidad considerable de esos hechos no se conocen, por temor a represalias de los agresores.

Mientras, la situación se torna alarmante porque afecta a las más pequeñas, como una niña encontrada la semana anterior en un descampado de la ciudad de El Alto, con señales de violación, y otra pequeña, hallada muerta en la zona de El Temporal, en el departamento de Tarija.

Tomado: prensa Latina