"Conforme a una decisión tomada a nivel político, estamos en la fase final antes de que estas tierras sean declaradas "tierras del Estado de Israel", dijo el COGAT, el órgano del Ministerio de Defensa encargado de coordinar las actividades de las autoridades de ocupación israelíes en los territorios palestinos ocupados un, a AFP.
Según los medios israelíes, se trata de 150 hectáreas situadas cerca de la ciudad palestina de Jericó y del asentamiento israelí de Almog.
Tal anexión sería la más importante desde hace años en el valle del Jordán, dijo Hagit Ofran, un responsable de la ONG israelí anticolonización Paz Ahora, a AFP.
"La confiscación continua de tierras por el gobierno de (el primer ministro Benyamin) Netanyahu representa una catástrofe diplomática", añadió Paz Ahora en un comunicado.
Robo del 92% de agua y tierras
Saib Erekat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina, se presentó en el lugar el miércoles con varios periodistas y acusó a Israel de robo.
"Lo que vemos aquí es el robo del 92% del agua, el 92% de las tierras y el mayor régimen colonial", señaló. Él rechazó la dimensión estratégica de este valle, citada por Netanyahu.
Estas tierras, que formarían parte de cualquier estado palestino, han sido ilegalmente cultivadas por los colonos israelíes, mientras que la administración militar israelí ha impedido su uso a los propietarios palestinos.
El Emisario de la ONU en Oriente Medio, Nicolay Mladenov, afirmó en Twitter que este anuncio "podría sabotear los proyectos hacia la paz".
Los ministros europeos de Exteriores manifestaron el lunes su "firme oposición a la política de colonización de Israel", a la demolición de estructuras palestinas -incluyendo proyectos financiados por la UE- y a las confiscaciones.
Israel ocupa la Cisjordania palestina desde 1967. Unos 400.000 colonos judíos israelíes han sido implantados allí junto a 2,5 millones de palestinos.
La confiscación de tierras y, en mayor medida, la colonización, que prosigue sin descanso bajo los gobiernos israelíes del Likud y del Partido Laborista, han sido denunciados por los palestinos y la comunidad internacional.
La confiscación por el gobierno israelí forma parte de una legislación retroactiva que legaliza las apropiaciones ilegales de tierras propiedad de palestinos por parte de los colonos judíos.
Los asentamientos israelíes con ilegales de acuerdo a la ley internacional, en especial la Convención de Ginebra, que prohíbe el envío de civiles de un estado ocupante a un territorio ocupado con el fin de instalarse allí.
Sin embargo, el gobierno israelí afirma que tiene una "obligación religiosa" de apoderarse de estos territorios y reacciona con furia cuando es criticado por su robo de tierras palestinas.
Tomado: tercerainformacion
