Indicó que “desde que Obama está en el gobierno, más de dos millones de personas han sido deportadas de Estados Unidos. Eso es más que bajo los ocho años de George W. Bush y más del doble de la cifra de Bill Clinton. Es más que cualquier presidente en la historia”.
ACLU subrayó además que tan sólo en 2012, 150 mil niños sufrieron la deportación de al menos uno de sus padres, lo que siguió contribuyendo a la separación de familias en Estados Unidos.
Destacó que esta política de deportaciones ha tenido la intención de demostrar al Congreso que Obama “no es suave respecto a la inmigración”, con la esperanza de que este órgano apruebe una reforma en la materia, pero que el plan no ha funcionado.
ACLU indicó que el Legislativo sólo ha mostrado interés en una reforma que refuerce el cumplimiento de las leyes, por lo que pidieron a Obama que termine las deportaciones masivas, que no han servido como base para negociar un cambio en la ley.
“Incluso sin el Congreso, el presidente Obama tiene el poder de ordenar simples cambios migratorios que puedan aliviar el miedo y la devastación que han resultado de estas duras políticas de cumplimiento de la ley”, afirmó ACLU.
Por ello, el organismo inició una campaña de recolección de firmas para solicitar a Obama que detenga las deportaciones masivas y para que garantice un debido proceso legal para los inmigrantes en proceso de expulsión.
“Estados Unidos es una nación de inmigrantes. Es momento de que nosotros honremos las garantías constitucionales de una justicia fundamental”, enfatizó ACLU.
Tomado: tercerainformacion