Un tribunal egipcio procesó al líder supremo de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, y a otros 682 miembros del ilegalizado movimiento islamista por cargos que incluyen asesinato, entre otros cargos, informó ayer uno de sus abogados. El veredicto será anunciado el próximo 28 de abril, según medios egipcios. Este juicio se inició un día después de que un tribunal penal de Minya condenó a muerte a 529 seguidores de Hermanos Musulmanes, partidarios del derrocado presidente islamista Mohamed Mursi, por asesinato y otros delitos, en un proceso masivo y a velocidad record, calificado por las Naciones Unidas como violatorio de los derechos humanos. De hecho, subrayó el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, la condena en masa a la pena de muerte es contraria al derecho internacional.
“El número de sentenciados no tiene precedentes en la historia reciente. La imposición de la pena de muerte en un juicio masivo repleto de irregularidades de procedimiento viola el derecho internacional”, declaró el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville. “No es posible que en un juicio como éste, realizado en apenas dos días, se hayan cumplido los requerimientos más básicos para un juicio justo”, agregó.
La Unión Europea y Estados Unidos también criticaron el fallo esgrimiendo argumentos semejantes. El ejército reprimió duramente a la Hermandad Musulmana desde que derrocó a Mursi, el primer presidente libremente electo de Egipto, en julio. Un mes más tarde, Mursi y los principales dirigentes de su movimiento fueron detenidos, junto a cientos de partidarios de la Hermandad Musulmana, tras participar en una gran demostración exigiendo la devolución de la presidencia al ganador de las elecciones. Uno de los principales cuestionamientos a los juicios es que varios de los sentenciados, de los cuales sólo 50 están detenidos, no tenían abogado defensor y la corte tampoco les asignó uno. En el caso de los que tenían un representante legal, éstos tuvieron un acceso “insuficiente” a sus defendidos, no se les permitió estudiar los expedientes de forma adecuada y la “evidencia relevante” que presentaron en favor de sus clientes fue descartada por el tribunal, detalló. Los principales cargos que pesaban contra los condenados eran ser miembros de una organización ilegal, incitación a la violencia, vandalismo, asociación ilícita y el asesinato de un policía. Colville recordó que “todas las acusaciones tienen relación con los eventos ocurridos en agosto pasado, después de que el presidente Mohamed Mursi fuera depuesto, mientras que los Hermanos Musulmanes fueron declarados ilegales meses después”. Por tanto, “los cargos exactos contra cada uno de los acusados no fueron claros ni leídos en la corte, lo que también es una irregularidad”.
La violencia se ha ido adueñando del país desde el derrocamiento de Mursi. Hay cientos de asesinados y los levantamientos se están extendiendo en todo el país, donde se registran combates y atentados contra altos funcionarios. La Hermandad Musulmana, que ganó la mayoría de las elecciones desde la caída de Mubarak en 2011, fue declarada “terrorista” por el actual gobierno.
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