Tras una semana de protestas, que incluyeron una huelga general con la cual trabajadores y campesinos paralizaron buena parte del país, esos sectores reclaman ahora respuestas rápidas a sus demandas.
Aunque se llevó a cabo el primer contacto entre la mayoría de las centrales sindicales y la comisión gubernamental encabezada por el vicepresidente Juan Afara y la segunda reunión sería el próximo lunes, ya asomaron las discrepancias y la impaciencia de las centrales obreras.
En primer lugar, la parte sindical demandó que el Ejecutivo garantice que no será declarada ilegal la paralización realizada ni se efectuarán descuentos salariales a quienes participaron en ella, pero aún se espera la respuesta afirmativa del presidente Horacio Cartes.
Reinaldo Barreto, uno de los dirigentes de las centrales sindicales, advirtió que una negativa oficial a este pedido significará la paralización inmediata de las negociaciones, mientras otro líder obrero, Bernardo Rojas, también subrayó la gravedad de una situación de ese tipo.
Pero, en realidad, los problemas fundamentales surgen por manifestaciones claves como las del vicepresidente Afara y ministros del gabinete quienes descartan toda posibilidad de conceder el solicitado 25 por ciento de aumento salarial.
El enfrentamiento es todavía mayor en lo referente a la derogación de la privatizadora Ley de Alianza Público-Privada, pues todos los referentes del gobierno en el incipiente diálogo negaron rotundamente la posibilidad de acceder a ello, aunque aún están sin debatirse esos temas.
Una luz roja se encendió al avistarse posiciones irreductibles sobre esos dos reclamos, los cuales fueron fundamentales para aglutinar a todos los sindicatos, organizaciones campesinas y agrupaciones políticas de izquierda en la realización exitosa del paro nacional.
Así Víctor Ferreira, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores Auténtica, exigió verdaderos resultados en la negociación o de lo contrario se podría convocar a una nueva huelga general.
Varios dirigentes ya plantearon esa posibilidad y si no hay respuestas a las demandas tendremos que emitir otra vez el llamado a huelga porque los trabajadores quieren ver resultados, puntualizó.
Tomado: Prensa latina