Según dice la ley de inteligencia y
contrainteligencia promulgada en 2013, que en ningún caso la información de
inteligencia y contrainteligencia podrá ser procesada para promover los
intereses de cualquier partido o movimiento político y entendiendo que quienes están
facultados para recopilar la información son las dependencias de las Fuerzas
Militares y la Policía Nacional organizadas por estas para tal fin. Es decir,
un ciudadano o político cualquiera que sea su función no está facultado para
recibir dicha información y peor aún utilizarla para fines personalistas o de
partido cualquiera sea el caso.
Es decir alguien ajeno a las
dependencias que manejan esta información no debe tener acceso, pues es
información privilegiada y en algunos casos de seguridad nacional, lo que puede
generar una crisis, según la clasificación de la información, o en el escenario
nacional, como el proceso de paz la ruptura. Entendiendo esto, no se explica cómo
un expresidente y congresista maneja esta información que además, maneja de
forma inescrupulosa y publica, sin olvidar que en su paso por la presidencia su
gobierno nefasto se caracterizo por el tema de las chuzadas que al día de hoy
no se tiene claridad ni responsables.
La divulgación que ha hecho Uribe, no
se puede tomar a la ligera si tenemos en cuenta que hizo pública las
coordenadas por donde se movilizada el jefe guerrillero Catatumbo, información
de carácter reservado, cuáles eran los propósitos, informar al país, o que
algún grupo armado cualquiera que sea su denominación, torpedeara el proceso de
paz, pues, de la seguridad del jefe guerrillero dependía que los diálogos
siguieran su curso.
Hasta el momento no se sabe quien
filtro la información y cuáles eran sus intensiones, según se dijo, la
información se filtro, hecho que cuesta creer, cuando las fuerzas armadas son
expertas en estos temas y que además se han mostrado contradictores de la paz. La
información divulgada esta semana por Uribe, parece que tuvo la misma
intensión, al informar que un grupo de jefes guerrilleros se desplazaban a La
Habana sede de los diálogos, que fines buscaba, que no salieran del país o que
alguien impidiera esa salida, en un país tan polarizado como Colombia cualquier
cosa es posible, peor aún cuando no existen responsables y la justicia opera a
pasos de tortuga.
Aquí valdría la pena preguntarse cuál
es el papel que juega el ministro de defensa o el presidente Santos. Sería muy
ingenuo pensar que ninguno estaba enterado, entonces cual es su función, por
supuesto sabemos que la clase política es ignorante, pero tiene límites.
Sin olvidar que el ministro de
defensa hizo pública las visitas que ha hecho Timochenko máximo comandante
guerrillero a la isla, no se puede decir, que fue una encerrona de algún
periodista dateado o que se le salió o que habla sin pensar, esa cosas en
política nunca ocurren, siempre existe un propósito, que el mismo Santos
valoro, de lo contrario el ministro ya no estaría en su cargo.
En este mismo sentido sucede según
dicen los medios de desinformación la pelea entre Uribe y Santos, pelea que jamás
ha existido, pues en Colombia las élites nunca han estado divididas o sino como
se explicaría que lleven casi 200 años en el poder, siempre han compartido el
mismo catre, así públicamente no lo demuestren, no olvidemos la guerra civil
entre conservadores y liberales, quienes fueron los muertos y quienes se
repartieron el poder.
Lo que se pretende es dar la idea de
un distanciamiento que si se analiza con más detalle se puede entender que Santos
como buen jugador de póker, le apuesta a todo. Uribe representa el haz bajo la
manga, con respecto a los diálogos. Si Santos siente que debe levantarse por
algún ataque desenfrenado de llanto, simplemente le da vía libre a Uribe, así
ninguno pierde, sin que importe el destino del país.
Por ello, poco importa para los
organismos judiciales quien filtro la información si Uribe está violando la ley
de inteligencia y contrainteligencia o no, o si Uribe es un delincuente que
debería ser juzgado o seguir apoltronado en una silla del congreso o disfrutando
de las arcas del Estado.
Finalmente se puede decir, que este
como otros temas de interés nacional son solo temas mediáticos, que tienen una
corta duración y se olvidan pronto, eso le permite seguir al ministro de defensa
sin despeinarse y a Santos seguir paseando por Europa, mientras Uribe sigue
cacareando por el twitter y corriendo por los pasillos del senado como una sanguijuela
de alcantarilla.