jueves, 23 de octubre de 2014

El soplón la inteligencia y contrainteligencia



Según dice la ley de inteligencia y contrainteligencia promulgada en 2013, que en ningún caso la información de inteligencia y contrainteligencia podrá ser procesada para promover los intereses de cualquier partido o movimiento político y entendiendo que quienes están facultados para recopilar la información son las dependencias de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional organizadas por estas para tal fin. Es decir, un ciudadano o político cualquiera que sea su función no está facultado para recibir dicha información y peor aún utilizarla para fines personalistas o de partido cualquiera sea el caso.

Es decir alguien ajeno a las dependencias que manejan esta información no debe tener acceso, pues es información privilegiada y en algunos casos de seguridad nacional, lo que puede generar una crisis, según la clasificación de la información, o en el escenario nacional, como el proceso de paz la ruptura. Entendiendo esto, no se explica cómo un expresidente y congresista maneja esta información que además, maneja de forma inescrupulosa y publica, sin olvidar que en su paso por la presidencia su gobierno nefasto se caracterizo por el tema de las chuzadas que al día de hoy no se tiene claridad ni responsables.

La divulgación que ha hecho Uribe, no se puede tomar a la ligera si tenemos en cuenta que hizo pública las coordenadas por donde se movilizada el jefe guerrillero Catatumbo, información de carácter reservado, cuáles eran los propósitos, informar al país, o que algún grupo armado cualquiera que sea su denominación, torpedeara el proceso de paz, pues, de la seguridad del jefe guerrillero dependía que los diálogos siguieran su curso.

Hasta el momento no se sabe quien filtro la información y cuáles eran sus intensiones, según se dijo, la información se filtro, hecho que cuesta creer, cuando las fuerzas armadas son expertas en estos temas y que además se han mostrado contradictores de la paz. La información divulgada esta semana por Uribe, parece que tuvo la misma intensión, al informar que un grupo de jefes guerrilleros se desplazaban a La Habana sede de los diálogos, que fines buscaba, que no salieran del país o que alguien impidiera esa salida, en un país tan polarizado como Colombia cualquier cosa es posible, peor aún cuando no existen responsables y la justicia opera a pasos de tortuga.

Aquí valdría la pena preguntarse cuál es el papel que juega el ministro de defensa o el presidente Santos. Sería muy ingenuo pensar que ninguno estaba enterado, entonces cual es su función, por supuesto sabemos que la clase política es ignorante, pero tiene límites.

Sin olvidar que el ministro de defensa hizo pública las visitas que ha hecho Timochenko máximo comandante guerrillero a la isla, no se puede decir, que fue una encerrona de algún periodista dateado o que se le salió o que habla sin pensar, esa cosas en política nunca ocurren, siempre existe un propósito, que el mismo Santos valoro, de lo contrario el ministro ya no estaría en su cargo.

En este mismo sentido sucede según dicen los medios de desinformación la pelea entre Uribe y Santos, pelea que jamás ha existido, pues en Colombia las élites nunca han estado divididas o sino como se explicaría que lleven casi 200 años en el poder, siempre han compartido el mismo catre, así públicamente no lo demuestren, no olvidemos la guerra civil entre conservadores y liberales, quienes fueron los muertos y quienes se repartieron el poder.

Lo que se pretende es dar la idea de un distanciamiento que si se analiza con más detalle se puede entender que Santos como buen jugador de póker, le apuesta a todo. Uribe representa el haz bajo la manga, con respecto a los diálogos. Si Santos siente que debe levantarse por algún ataque desenfrenado de llanto, simplemente le da vía libre a Uribe, así ninguno pierde, sin que importe el destino del país.

Por ello, poco importa para los organismos judiciales quien filtro la información si Uribe está violando la ley de inteligencia y contrainteligencia o no, o si Uribe es un delincuente que debería ser juzgado o seguir apoltronado en una silla del congreso o disfrutando de las arcas del Estado.

Finalmente se puede decir, que este como otros temas de interés nacional son solo temas mediáticos, que tienen una corta duración y se olvidan pronto, eso le permite seguir al ministro de defensa sin despeinarse y a Santos seguir paseando por Europa, mientras Uribe sigue cacareando por el twitter y corriendo por los pasillos del senado como una sanguijuela de alcantarilla.