miércoles, 27 de marzo de 2013

Juego de guerra con misiles norcoreanos


El conflicto escaló el mes pasado, luego de que las Naciones Unidas ampliaran sus sanciones contra Corea del Norte por realizar su tercer ensayo atómico y de que Corea del Sur y EE.UU. realizaran maniobras militares.






Corea del Norte afirmó ayer haber ubicado sus misiles y unidades de artillería en posición de combate con el punto de mira puesto sobre Estados Unidos y Corea del Sur. En respuesta a esta amenaza, el Pentágono respondió insistiendo en que está listo para reaccionar ante cualquier contingencia. En un breve despacho, la agencia de noticias oficial norcoreana KCNA dijo que el Comando Supremo del Ejército Popular “sitúa desde este momento, en posición número uno de combate, toda su artillería de campaña, incluyendo unidades de misiles estratégicos y de artillería de largo alcance”.
El cable agregó que las unidades de artillería del país comunista, dotado de armas nucleares, tienen su punto de mira apuntando a Corea del Sur, al territorio continental de Estados Unidos, Hawai, Guam y otras bases militares estadounidenses desplegadas en el Pacífico. “Mostraremos la dura reacción de nuestro ejército y pueblo, para salvaguardar a través de acciones militares nuestra soberanía y la más alta dignidad”, agrega el comunicado, en referencia al líder del país, Kim Jong-un. Horas antes, la agencia destacaba que Kim dirigió personalmente ejercicios de defensa con fuego real en la costa este del país, según informó ayer la agencia KCNA, en lo que supone una nueva visita a las tropas tras varias semanas de tensión en la región.
Kim emitió el lunes, sin previo aviso, la orden de iniciar los ejercicios y examinó la capacidad de aterrizaje y antidesembarco de dos unidades de tierra y mar respectivamente del Ejército Popular norcoreano, indicó la agencia. “Tuvo lugar el ejercicio (simulado) consistente en golpear y aniquilar enemigos en el agua”, relató la KCNA, que detalló que múltiples sistemas de lanzamiento de cohetes abrieron fuego al mismo tiempo bajo la atenta mirada del joven líder, que quedó satisfecho con el resultado.
Kim ordenó a los soldados “acabar con los enemigos hasta el último hombre” y “enviarlos a todos al fondo del mar”, en línea con el elevado tono belicista que viene exhibiendo el militarizado régimen norcoreano en las últimas semanas, según indicó la agencia. En los últimos días, el líder norcoreano se volcó especialmente hacia el ejército, uno de los dos puntales del régimen, junto al Partido de los Trabajadores, con numerosas visitas a unidades, a las que transmitió el mensaje de que la guerra puede llegar en cualquier momento.
El conflicto con Corea del Norte escaló el mes pasado, luego de que las Naciones Unidas ampliaran sus sanciones contra el país asiático por realizar su tercer ensayo atómico y de que Corea del Sur y Estados Unidos realizaran maniobras militares conjuntas. Desde ese momento, Pyongyang fue profundizando sus medidas de defensa y elevando el tono de las amenazas, incluyendo la declaración de nulidad de los pactos de no agresión suscriptos con Seúl y el del armisticio que puso fin a la Guerra de Corea (1950-1953).
Por su parte, un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl aseguró que el ejército de Corea del Sur no detectó movimientos inusuales en las fuerzas armadas del Norte. Esa misma fuente explicó que el número uno al que hace referencia el comunicado divulgado por KCNA indica el más alto nivel de preparación para el combate en el país comunista. En este sentido, el vocero afirmó que el ejército surcoreano vigila de cerca posibles movimientos de las tropas del país vecino y castigará con fuerza a Corea del Norte en caso de que agreda de algún modo al Sur.
En ese marco, el ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Kwan-jin, instó ayer a las tropas a responder con dureza a cualquier agresión, durante el acto de conmemoración del tercer aniversario del hundimiento del buque Cheonan, que causó 46 muertos y que Seúl atribuye a Pyongyang. Con esta escalada belicista, considerada por expertos surcoreanos una demostración de fuerza sin intenciones de realizar un ataque real, el Norte pretende dar respuesta a las sanciones que la ONU impuso a principios de mes al país comunista por su última prueba nuclear de febrero.
Estados Unidos, que mantiene unos 28.500 efectivos militares en Corea del Sur, reiteró su compromiso –suscripto al final de la Guerra de Corea– de actuar ante cualquier hipotética agresión del Norte. Desde Washington, el gobierno del presidente Barack Obama se movilizó ante las nuevas amenazas norcoreanas. “Las autoridades norcoreanas necesitan dejar de amenazar la paz en la península (coreana); eso no ayuda a nadie. Y estamos listos para responder ante cualquier contingencia”, dijo en el Pentágono el vocero del Departamento de Defensa, George Little.
El Departamento de Estado afirmó en un comunicado que Estados Unidos está completamente capacitado para defenderse y defender a sus aliados en el extremo oriente asiático. La Casa Blanca acusó asimismo a Corea del Norte de seguir un patrón para aumentar las tensiones e intimidar a otras naciones y dijo que esa actitud sólo provocará un mayor aislamiento de ese país. “Corea del Norte no logrará nada con esas amenazas y socavará los esfuerzos de la comunidad internacional por asegurar la paz y la estabilidad en el noreste de Asia”, apuntó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Además, Carney dijo que Estados Unidos continúa urgiendo a Corea del Norte a elegir el camino de la paz y cumplir sus obligaciones internacionales. “Estados Unidos está totalmente capacitado para defendernos frente a cualquier ataque. Estamos firmemente comprometidos a defender a nuestros aliados, a Corea del Sur y Japón”, insistió Patrick Ventrell, portavoz del Departamento de Estado, durante una rueda de prensa
Tomado: Pagina/12