Una epidemia de abusos policiales se extiende por Estados Unidos desde mediados del 2012 con mayor impacto en el este del país, denunció ayer una organización no gubernamental.
Acorde con un informe del Instituto Cato, la mayoría de los incidentes tienen que ver con muertes o detenciones de personas inocentes, disparos contra transgresores no violentos y violaciones de derechos cívicos.
El grupo de tendencia liberal con sede en Washington criticó lo que llama una excesiva militarización de las fuerzas policiales norteamericanas, las cuales implementan más de 40 mil batidas con unidades especiales cada año.
Hace tres semanas un escuadrón policial de Virginia atacó e inmovilizó a una joven universitaria en las cercanías de las tiendas Barracks Road porque confundieron una botella de agua mineral que había comprado con algún tipo de líquido ilegal.
También en junio un ciudadano de 61 años residente de Tennessee fue muerto a tiros cuando patrulleros penetraron a su vivienda en busca de un supuesto narcotraficante, apuntó el Cato Institute.
Al mismo tiempo en Harrisburg, Pennsylvania, el activista civil A.J. Marin fue encarcelado luego de escribir un cartel acerca de que "el gobernador Tom Corbett tiene seguro de salud y nosotros no".
Otro caso similar es el del exmiembro del grupo Occupy Wall Street Jeff Olson, quien fue imputado con 13 cargos de vandalismo por marcar con tiza en la acera consignas en contra de la corporación crediticia Bank of America.
Tomado: Granma