Ambas partes comenzaron ayer el onceno ciclo de las pláticas que tienen por escenario el capitalino Palacio de Convenciones desde el 19 de noviembre último.
La víspera, en un comunicado leído por el jefe de la delegación guerrillera, Iván Márquez, las FARC-EP ratificaron su propuesta de aplazamiento del calendario electoral y de la convocatoria de una Constituyente, como vías para garantizar el éxito del diálogo.
El equipo de la insurgencia reiteró la necesidad de una Constituyente que dirima disensos y garantice la seguridad jurídica del tratado de paz por encima de cualquier pretensión de injerencia internacional o de élites enemigas.
Asimismo, el equipo guerrillero llamó a escuchar a los campesinos del Catatumbo, a no reprimirlos ni asesinarlos. "No los judicialicen con el montaje de siempre de que son guerrilleros", denunció.
Por su parte, la representación del Gobierno refirió que para que haya participación de las FARC-EP en política, son necesarios dos tipos de garantías.
También desde el Palacio de Convenciones de La Habana mencionó garantías de parte del Estado, para su seguridad una vez ingresen a la vida civil y para que hagan oposición dentro de la legalidad.
"Y de parte de ellos, de las FARC, garantías de que dejarán las armas y actuarán lealmente dentro de las reglas de la democracia. Nunca más política y armas juntas. Nunca más combinación de todas las formas de lucha", agregó.
Además de la cuestión agraria y la participación política, la agenda de los acercamientos -que recoge temas considerados indispensables de cara a cualquier esfuerzo para acabar la violencia y su saldo de muertos y desplazados- incluye la atención a las víctimas, el problema del narcotráfico y el fin del conflicto armado.
El programa suscrito cuenta, además, con mecanismos de implementación, verificación y refrendación de los acuerdos que puedan alcanzarse.
Las pláticas tienen a Cuba y Noruega en el rol de garantes, mientras que Venezuela y Chile fungen como acompañantes.
Tomado: Prensa Latina