Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno de ese país suramericano protagonizan hoy otra jornada del diálogo de paz con sede en Cuba desde noviembre último.
Ambas partes iniciaron el domingo pasado un nuevo ciclo de las pláticas que tienen a Cuba y Noruega en el rol de garantes y a Venezuela y Chile como acompañantes.
La víspera, las FARC-EP divulgaron un comunicado en el cual abogaron por garantías de seguridad individual y colectiva para los partidos y movimientos políticos y sociales declarados formalmente en oposición en esa nación suramericana.
En el capitalino Palacio de Convenciones, sede permanente de las conversaciones, el miembro de la delegación guerrillera Jesús Santrich presentó las iniciativas de la insurgencia sobre Garantías plenas para el ejercicio de la oposición política y social y del derecho a ser gobierno.
Las FARC-EP mencionaron la organización de la correspondiente institucionalidad estatal para garantizar de manera efectiva ese derecho.
Tal institucionalidad, agregaron, comprende la promulgación de legislación especial, incluida la política criminal, para "la proscripción de prácticas clientelistas, corruptas, criminales y mafiosas, que permean el sistema político y de representación, el régimen electoral y los diferentes poderes públicos".
Propusieron, asimismo, que el gobierno se comprometa con el desmonte efectivo y la proscripción, real y material, de las estructuras paramilitares y de toda práctica ilegal de contrainsurgencia que impida el libre ejercicio del derecho y las garantías a la oposición política y social.
Además, abogaron por la conformación de una Comisión de la verdad histórica que tendrá como una de sus funciones específicas el esclarecimiento del genocidio contra el partido Unión Patriótica, los crímenes contra sus militantes y simpatizantes, y el exterminio de otras fuerzas políticas opositoras.
La insurgencia abogó igualmente por la expedición del Estatuto de la oposición política y social, el reconocimiento de la oposición política y social y del derecho a ser gobierno; y garantías plenas para el ejercicio de la oposición, entre ellas el acceso a los medios de comunicación.
La agenda de las pláticas entre las FARC-EP y el Gobierno incluye, además del tema agrario (ya discutido) y la participación política (en discusión) otros aspectos, como la atención a las víctimas, el problema del narcotráfico y el fin del conflicto armado.
Tomado: Prensa Latina