Dos sicarios de la CIA que participaron, en Argentina, en sesiones de tortura de los diplomáticos cubanos Jesús Cejas —cuyos restos han sido entregados a Cuba hace unos días— y Crescencio Galañena, viven tranquilamente desde hace varios años en Estados Unidos bajo la protección absoluta de las autoridades de ese país.
Michael Townley, un norteamericano asesino que fue prestado a la CIA por la DINA —la Gestapo del dictador chileno Augusto Pinochet— y Guillermo Novo Sampol, un viejo cómplice cubanoamericano del agente de la CIA Luis Posada Carriles, reciben una protección integral a la vez del FBI, con el cual siempre colaboraron, de la CIA que le sirvieron de ejecutantes de tareas sucias, y del Departamento de Estado que pretende ignorar su presencia en territorio norteamericano.
Está hoy documentado que Townley y Novo participaron activamente en las sesiones de tortura de los diplomáticos cubanos Jesús Cejas Arias, y Crescencio Galañena Hernández, desaparecidos durante la última dictadura militar (1976-1983).
José Luis Mendéz Méndez, historiador e investigador cubano ha observado durante años la búsqueda de los restos de quienes son considerados mártires por la Revolución cubana.
En su minucioso y arduo trabajo, Méndez entrevistó a Manuel Contreras Sepúlveda, quien fuera jefe de la Dirección de Información Nacional de Chile (DINA), el 19 de julio del 2004.
"Contreras me reveló que viajaron a Argentina, el 11 de agosto de 1976, su agente el norteamericano Michael Townley y el terrorista internacional refugiado en Miami Guillermo Novo Sampol para interrogar y torturar a los diplomáticos cubanos Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena Hernández".
El hallazgo de los restos de los dos diplomáticos ocurrió en la localidad de Virreyes a 28 kilómetros de Buenos Aires, una zona donde se realizan excavaciones en busca de víctimas de aquel periodo de la historia argentina. Cejas y Galañena fueron secuestrados el 9 de agosto de 1976 en el barrio porteño de Belgrano.
Tomado; Granma