En total participan en las maniobras cuatro mil 500 soldados estadounidenses, al menos tres mil militares jordanos, 500 tropas británicas y saudíes, además de pequeños contingentes de otros países no especificados.
Washington adelantó, días atrás, que estaba desplegando aviones F-16 y misiles, que pueden ser utilizados contra aviones y otros proyectiles, en Jordania.
El general Robert G. Catalanotti, quien comanda las maniobras, advirtió que los ejercicios aumentarían “nuestra capacidad de operar juntos en cualquier futura contingencia”, así como dejó abierta la posibilidad de que mantener sus tropas en el país árabe tras concluir los ejercicios.
En ese sentido, funcionarios jordanos han revelado a diarios locales que solicitaron a Washington que al menos dos patriotas permanezcan en el país tras el fin de las tácticas, un pedido al que EE.UU. habría dado una respuesta favorable.
Tras hacerse el anunció, Rusia protestó y condenó las medidas. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Alexander Lukashevich, dijo en un comunicado el 4 de junio que su país “una vez más rechazar este tipo de acciones, porque, en nuestra opinión, permiten el ingreso de armas extranjeras y de gran potencia a una región explosiva”.
“Esto está ocurriendo muy cerca de Siria, donde desde hace más de dos años las llamas están quemando al país, en medio de un conflicto devastador”expuso el texto..
A pesar de esta denuncia, Washington y Ammán alegaron que los ejercicios que implican una serie de F-18 aviones de bases en el Golfo Pérsico, “no tienen relación con los disturbios en Siria”.
Estos ejercicios militares se desarrollan varios meses después de que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) envió seis baterías Patriot a Turquía, el vecino del norte de Siria, donde instaló un sistema antimisiles.
(Con información de La Radio del Sur)
Tomado: tercerainformacion.es