Centenares de manifestantes marcharon ayer, en medio de un importante cerco policial, contra la cumbre de la OTAN que se celebra en un lujoso complejo turístico de la ciudad de Newport, en Gales (Reino Unido). Con pancartas y banderas galesas, los manifestantes caminaron desde el cenotafio de Newport, en el centro, hasta el hotel Celtic Manor, donde los líderes de los 28 países de la OTAN celebran su cónclave.
El monumento, inaugurado en 1923, conmemora a los galeses caídos en todas las guerras desde la Primera Guerra Mundial. Entre los participantes de la marcha –que no registró incidentes– había miembros del Partido Socialista, del Partido de los Trabajadores Sociales, la llamada Coalición Parad la Guerra y el grupo comunista Red Block.
Según la prensa local, más de 20 mil personas de todo el mundo acudieron en los días recientes a esta ciudad para condenar al pacto transatlántico, al que critican por su rol en la militarización de Europa y la posesión de grandes arsenales nucleares, informó la cadena Telesur. De acuerdo con reportes televisivos, ciudades como Cardiff y Newport están sometidas desde hace varios días a un régimen de prohibición de vuelos y limitaciones de circulación del transporte privado, ordenado por las autoridades para neutralizar las protestas.
Además, la policía levantó un vallado de casi dos metros de altura y 20 kilómetros de extensión para aislar la sede del encuentro. Los miembros de la OTAN iniciaron una compleja cumbre en la que analizarán la crisis ucraniana y cómo responder a lo que califican como “la agresión rusa” , el auge del movimiento radical Estado Islámico (EI) y un posible llamado de Washington a sus socios del bloque para sumarse a los bombardeos que realiza el Pentágono contra esa agrupación en el norte iraquí.
Además, el pacto noratlántico deberá buscar consenso para la creación de una fuerza de respuesta rápida adicional, formada por unos cuatro mil hombres con capacidad para desplegarse en apenas 48 horas en “donde sea necesario”, según señaló ayer en la ceremonia de inauguración el secretario general Anders Fogh Rasmussen.
Tomado:Pagina/12