lunes, 29 de octubre de 2012

Crisis de la salud cobra intensidad en Colombia


La crisis de la salud se agudiza cada día en Colombia con la proliferación de hospitales en estado de abandono y la muerte de pacientes por falta de atención médica, sobre todo menores y adolescentes, denunciadas por sus familiares en los últimos días.
Entre estas la de una bebé de 11 meses, trasladada de un centro hospitalario a otro, tras permanecer tres horas en el último de estos, la clínica Cafam, donde falleció sin que llegara nunca el pediatra que pudo salvarle la vida. El caso conmovió a Bogotá.

Las quejas de la población llueven contra las Empresas de Prestación de Servicios de Salud, minadas por la corrupción, según consenso unánime de las capas más desfavorecidas de la población cuyas protestas crecen cada día.

Lo mismo ocurre con los médicos, una mayoría de los cuales no recibe durante meses salario alguno. En la actualidad 19 de los 21 hospitales de servicio público en Bogotá están a punto de colapsar mientras los pacientes permanecen hacinados en los pasillos, abandonados a su suerte.

El secretario de Salud de la capital, Guillermo Jaramillo, insistió en que esa entidad controle de manera directa la atención a cerca de un millón 300 mil personas del régimen subsidiado.

"Tenemos que entender claramente que ni los intereses personales que rayan en la delincuencia y en la mafia pretendan seguir atentando contra los intereses de la salud", sostuvo.

Por su parte, la Contraloría General investiga el presunto uso irregular de 1,5 billones de dólares, correspondientes a recursos públicos utilizados en el sector de la salud a nivel nacional.
Tomado: Prensa Latina

Entre las acciones objeto de investigación mediante procesos de responsabilidad fiscal figuran sobrecostos, contratos alterados y no liquidados, vencimiento de medicamentos, doble pago de pensiones, multiafiliaciones y cobro de facturas adulteradas, entre otras.

La población, sin embargo, no se conforma con esto, afirma Marcia Castellanos, quien dijo a la prensa que es necesario poner fin a la situación de desprotección que pone en riesgo la vida de los sectores más pobres de la sociedad y a la postre conducirá a un estallido de las grandes mayorías.