Estas acusaciones fueron lanzadas por Military Court Watch (MCW), que vigila la forma en la que los niños son tratados por los tribunales militares israelíes.
La ONG señala que desde la ocupación de Cisjordania después de la Guerra de 1967 “hasta 95,000 niños” palestinos han sido detenidos por las fuerzas israelíes.
El informe, que ha sido enviado a la ONU, detalla 200 casos de detenciones de menores ocurridas desde 2013.
En sus conclusiones, la ONG afirma que a pesar de los recientes desarrollos en el sistema de detención militar israelí, “los malos tratos son frecuentes y sistemáticos y están institucionalizados”.
Citando a testigos, el informe señala que 187 menores palestinos ha tenido las manos atadas en las primeras 24 horas de su detención, 165 de ellos tenían los ojos vendados y 124 sufrieron malos tratos físicos.
“Conductas agresivas y amenazas son utilizadas durante los interrogatorios incluyendo amenazas de palizas, de violaciones, de reclusión en celdas de aislamiento, de torturas por medio de la electrocución o incluso de ejecución”, señala el informe.
Sólo 8 menores de los 200 tuvieron acceso a un abogado antes de ser interrogados y sólo 7 tuvieron un padre presente durante los interrogatorios.
El MCW afirma que “un número significativo” de menores fueron arrestados durante la noche “durante asaltos brutales llevados a cabo en sus docimilios”.
ONU: siete niños heridos en la primera semana de junio
La represión israelí en la ocupada Cisjordania dejó en los últimos días siete niños palestinos heridos, entre ellos uno de 18 meses, según un informe divulgado hoy por Naciones Unidas.
En su reporte semanal sobre la protección a civiles en los territorios palestinos ocupados, la Oficina de Coordinación de Asuntos humanitarios (OCHA) precisó que las víctimas infantiles engrosan una lista de 23 personas heridas entre el 2 y el 8 de junio en Cisjordania y la Franja de Gaza, según señaló Prensa Latina.
El pequeño de apenas un año y medio de vida sufrió una intoxicación por el lanzamiento de gases lacrimógenos en Qalqiliya, donde tropas de Tel Aviv trataron de disolver una manifestación.
Por su parte, dos menores de edad, de 13 y 16 años, fueron impactados con proyectil de combate en el contexto de choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad israelíes en Ramala, lamentó la Oficina.
De acuerdo con el reporte, otros cuatro niños recibieron heridas en un campo de refugiados en Nablus y en Jerusalén, como resultado del lanzamiento por los ocupantes de bombas sónicas y balas de caucho, durante enfrentamientos.
Los palestinos realizan constantes protestas, ante los obstáculos impuestos por Israel al acceso a poblados y carreteras, y en rechazo a las prácticas de la colonización mediante nuevos asentamientos y el encierro indefinido de seres humanos sin que medien procedimientos legales.
Además de los menores lesionados, 16 personas sufrieron daños en Cisjordana y Gaza, en su mayoría en el propio escenario de la represión de movilizaciones.
En la Franja, los soldados israelíes dispararon con municiones reales contra palestinos en al menos 25 veces, bajo el pretexto de que se acercaban a las llamadas áreas de acceso restringido en tierra y mar, incidentes que dejaron tres pescadores heridos en plena faena.
Según el informe de la OCHA, en la primera semana de junio, Israel continuó con la demolición de infraestructuras y las operaciones de búsqueda y captura, las cuales provocaron nuevos desplazamientos humanos y detenciones administrativas.
La Oficina reportó también el lanzamiento de cohetes hacia Israel por grupos armados que operan en Gaza, aunque sin daños humanos o materiales.
Por décadas, los niños palestinos han estado entre las víctimas de la hostilidad de Tel Aviv, lo que quedó una vez más en evidencia en el verano pasado, cuando 51 días de bombardeos e incursiones terrestres causaron unos dos mil 200 muertos, incluyendo alrededor de 540 menores de edad.
Muchos de los proyectiles empleados en la agresión no estallaron, y constituyen una amenaza para la vida de miles de seres humanos, sobre todo de los pequeños.
En ese sentido, la OCHA lamentó que en el período analizado, un niño palestino de nueve años sufrió severas quemaduras al manipular uno de esos artefactos cerca de su casa, en la ciudad de Tubas.
Tomado: tercerainformacion
