sábado, 15 de diciembre de 2012

El buen muchacho Santoyo culpable



Santoyo jefe de seguridad del entonces nefasto presidente Álvaro Uribe, y considerado uno de sus mejores hombres, fue sentenciado a 13 años de prisión en una corte de EEUU, por aceptar sobornos de un grupo paramilitar, luego de declararse culpable. Este pro-hombre de la patria se unió a delincuentes que cometieron toda clase de crímenes y violación a los derechos humanos,  muy seguramente dirán algunos para defender la “democracia” movido por el deseo de erradicar a la insurgencia. Pero eso sí, todo fue a espaldas de  su jefe Uribe, aunque los hechos por los cuales lo sentenciaron se cometieron cuando fungía como jefe de seguridad.

Vale decir, que Santoyo está siendo condenado por colaboración a grupos terrorista, hechos que deberían ser de competencia de la justicia colombiana, pero en Colombia hasta ahora no se ha informado si la fiscalía ha abierto una investigación, con la aprobación del fuero penal militar casos como estos pasaran a la justicia militar.  Vale decir, que el Estado colombiano continúa pagando su mesada pensionar. Mientras las victimas esperan que algún día se haga justicia, así sea en una corte de EEUU.

Llama la atención la condena tan reducida, serán los buenos oficios del jefe Uribe y la postura del gobierno colombiano quién le ha restado importancia a los graves delitos cometidos por el buen muchacho, además general de la nación ascendido por un congreso corrupto, descompuesto con vínculos con los paramilitares. En lo que se puede llamar la captura del Estado por el paramilitarismo, que como jefe supremo tuvo a Álvaro Uribe, sobre quien recaen denuncias por vínculos y patrocinio  de estos grupos.

Si los organismos de justicia llegasen a probar estos vínculos, estaríamos hablando del Estado fallido, un sistema que se apoyo en una democracia inexistente, a través de la fuerza logró consolidar un gobierno y desatar una violencia generaliza, que no corresponde a una democracia. Es decir, Colombia no puede ser vista como la democracia más estable y antigua de la región. A los estudiosos del tema del corresponde la tarea de contarnos qué paso con el Estado durante este largo periodo.