lunes, 24 de diciembre de 2012

EE.UU. con la mira en el Pacífico


La selección de Asia Pacífico como el primer destino internacional del presidente estadounidense, Barack Obama, luego de su reelección en noviembre, no fue fortuita. Durante el año que culmina y el anterior, el inquilino de la Casa Blanca fue muy claro con sus pretensiones en el área que considera de "máxima prioridad" para su administración.

EL PENTÁGONO TRASLADARÍA ANTES DEL 2020 EL 60 % DE SUS FUERZAS NAVALES HACIA LAS AGUAS DEL PACÍFICO, UNA REGIÓN DE ALTA IMPORTANCIA GEOPOLÍTICA.
"Estados Unidos jugará un papel mayor y a largo plazo en la configuración de la región asiática y de su futuro", aseguró el mandatario en el 2011, una ocasión en la que no mencionó a China, aunque sus intenciones de contención respecto a ese país fueron obvias. Desde entonces, su gobierno ha fortalecido la cooperación militar con aliados tradicionales como Surcorea y Australia, entre otros, en lo que llama una "estrategia de reequilibrio".
El secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, anunció en junio que antes del 2020 el Pentágono trasladaría hacia las aguas del Pacífico el 60 % de sus fuerzas navales, un movimiento con el que pretenden frenar la influencia regional de Beijing, en un intento desesperado de reafirmar su superioridad global que para algunos analistas podría desencadenar una nueva guerra fría.
El país norteño dispone en la actualidad de más de 85 mil militares en Asia Pacífico. Solo en Japón concentra alrededor de 47 mil efectivos. Sin embargo, estas cifras no incluyen los soldados dispersos en países también próximos a China como Paquistán y Afganistán.
En los pequeños estados insulares del Pacífico, Estados Unidos mantiene innumerables bases militares con armamentos atómicos y polígonos para ensayos nucleares, recepción de misiles balísticos y experimentos para la guerra en el cosmos. Una táctica prácticamente colonial, consistente con su historia expansionista.
Durante este 2012, Estados Unidos recurrió a medios diplomáticos —lo que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, llama "poder inteligente"— para desestabilizar la región, aprovechándose, por ejemplo, de tensiones momentáneas en la península coreana o de disputas territoriales entre China y otros países asiáticos.
De acuerdo con un editorial del Diario del Pueblo, Estados Unidos ha tratado de provocar el distanciamiento entre China y las naciones que rodean el Mar Meridional, que en el 2002 firmaron un compromiso para resolver sus diferencias a través de consultas amistosas bilaterales. "Pero Estados Unidos repentinamente mostró ‘interés’ en el asunto, lo cual podría complicar las negociaciones y desestabilizar la región".
En su reciente gira por Asia, Obama visitó Tailandia, Myanmar y asistió a la Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático en Cambodia. En cada parada abogó por "estrechar lazos". Sin embargo, no desaprovechó la oportunidad para "aconsejar" cómo deberían resolverse las trifulcas respecto al mar, despotricar sobre derechos humanos y exigir a Beijing "reglas claras" en el comercio bilateral.
La mayoría de los gobiernos asiáticos priorizan sus relaciones con Washington, en diferentes gradaciones y en correspondencia con sus intereses particulares. Aun así, en Cambodia se anunció que en el 2013 la ASEAN y otros actores regionales darían los primeros pasos para crear lo que podría ser la zona de libre comercio más grande del mundo, y Estados Unidos fue excluido.
Obama pudo escoger otro destino, pero decidió darle la vuelta al mundo para regresar a casa con las manos vacías.
Tomado: Granma