Mientras, voces de todo el mundo reclaman a Barack Obama un acuerdo humanitario que sería mucho más fácil y expedito, pero que la Casa Blanca sigue sin aceptar –al parecer para no “provocar” la ira del otro Talibán, el de Miami-: el canje del agente estadounidense Alan Gross, preso en Cuba, por los tres antiterroristas cubanos aún encarcelados en EEUU.
Recordemos que estas tres personas –y otras dos que ya viven en la Isla tras cumplir sus penas íntegras- fueron condenadas sin pruebas en EEUU por delitos relacionados con el espionaje. Pero su verdadera labor no fue esa, sino la de infiltrar a grupos terroristas del llamado “anticastrismo” de Miami, y así evitar atentados en Cuba.
Es curioso que el Gobierno de EEUU, mientras mantiene en la cárcel a quienes evitaron varios atentados en Cuba, no hace nada contra las organizaciones paramilitares con sede en la Florida. De hecho, hace unos días era detenido en la Isla un grupo terrorista, procedente de Miami, cuando organizaba ataques a instalaciones militares.
Recordemos que diez premios Nobel, parlamentarios y presidentes de varios países, organizaciones de derechos humanos, el Consejo de Iglesias de EEUU y miles de personalidades, han pedido al gobierno de EEUU un canje de prisioneros con Cuba.
Pero en la Casa Blanca no les escuchan. Tampoco a la propia familia de Alan Gross, preso en Cuba, que reclama lo mismo. Porque el Gobierno de EEUU prefiere –al parecer- escuchar a los talibanes. Sean estos de Afganistán… o de Miami.
Tomado: tercerainformacion