La huelga minera más larga y costosa en la historia de Sudáfrica ascendió el martes un peldaño más en complejidad después de que concluyeran sin éxito gestiones mediadoras del Gobierno y del Tribunal Nacional del Trabajo entre las partes en conflicto.
El presidente del sindicato AMCU, Joseph Mathunjwa, confirmó que no se ha llegado a ningún acuerdo con los principales productores de platino, al tiempo que el ministro de Minería, Ngoako Ramatlhodi, abandonó este lunes su papel de mediador.
Con anterioridad, también fracasaron intentos negociadores de líderes folklóricos tradicionales, de delegados de la Iglesia Católica y de representantes de otros gremios laborales.
La Asociación de Mineros y Obreros de la Construcción (AMCU) está exigiendo desde enero un incremento de sueldos que representaría tres veces el nivel de ingresos mensuales de la actualidad: 12.500 rands (unos 1.400 dólares) desde los 5.000 rands en vigor.
Las compañías Anglo American Platinum Ltd. (AMS), Impala Platinum Holdings Ltd. (IMP) y Lonmin Plc (LMI) argumentan que se trata de un pedido exagerado e irreal, y en último caso podrían igualar la demanda para el año 2017.
Nunca antes como ahora las pláticas habían estado tan estancadas y múltiples autoridades levantaron sus voces para criticar el paro del gremio laboral integrado por unos 55.000 afiliados y con fuerte impacto en las provincias Limpopo y North West.
La huelga de AMCU en el sector del platino debe ser terminada por el bien de todos los sudafricanos.
Lo que comenzó como una protesta ha degenerado en una crisis social, opinó el sindicato nacional Solidaridad, de tendencia social-demócrata cristiana.
Igualmente el Secretario General del gobernante Congreso Nacional Africano (ANC), Gwede Mantashe, aseguró que el conflicto en el eje metalúrgico norteño parece mostrar además un matiz político y ha afectado directamente a la macroeconomía sudafricana.
Mantashe afirmó que a través de la controversia salarial fuerzas extranjeras tratan de perjudicar a la industria doméstica y el paro masivo ha sido la causa principal de la reciente contracción trimestral de 0,6 por ciento en el producto interno bruto.
El dirigente del ANC dijo estar preocupado porque muchas autoridades en este país no comprenden si se trata de una dejación de labores en busca de una negociación colectiva de contratos o una huelga política.
Sudáfrica es el mayor productor mundial de platino y tiene a alrededor de 134.000 obreros empleados en este campo.
La dilatada inacción laboral va costando 1.800 millones de dólares a la macroeconomía doméstica y unos 900 millones de ingresos generales para los mineros que bajaron las herramientas.
Es la primera vez que los tres principales grupos productores de platino de la nación austral y del mundo -AMS, IMP y LMI- se han visto perjudicados por un conflicto laboral al mismo tiempo.
Jorge V. Jaime /
Tomado: Prensa Latina