El primer ministro de Ucrania, Arseni Yatsenyuk, confirmó este jueves que los préstamos adelantados en mayo por el Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron consumidos en la represión contra la población de las regiones del sureste del país.
Nadie esperaba esa gran cantidad de gastos en el presupuesto de defensa y seguridad, y en realidad los combates continúan hasta hoy, afirmó al referirse a los ataques contra la población de las autoproclamadas repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk.
En ese territorio, las Fuerzas Armadas y grupos paramilitares al servicio de Kiev han ocasionado cerca de 1.000 muertos y heridos, además de 20.000 desplazados que huyen de los ataques de la aviación, blindados, lanzamisiles múltiples, otro armamento pesado y hasta bombas prohibidas de fósforo blanco y de racimo.
Según el gobernante ucraniano, favorable a un mayor acercamiento político a Estados Unidos, la compleja y difícil situación que ahora reina en el país no fue considerada al inicio de las negociaciones con el FMI.
“Espero que nuestros socios del FMI tengan en cuenta todos los nuevos retos y complejidades que existen en Ucrania”, agregó. A propósito, una misión técnica del FMI arribó la víspera a esta capital ucraniana con recetas de terapias de choque a cambio de préstamos, indicaron funcionarios de esa institución.
Según el director del Departamento de Relaciones Exteriores del FMI, Jerry Rice, los expertos en recortes presupuestarios permanecerán en Kiev durante dos semanas.
Por su parte, Jerome Vashe, representante residente en Ucrania de la institución financiera, afirmó que a finales de julio o principios de agosto Kiev podría obtener del FMI el segundo tramo de 1.400 millones de dólares ofrecidos como parte de un programa de cooperación. El 1 de mayo último, la junta del FMI aprobó un préstamo a Kiev valorado en más de 17.000 millones de dólares.
La cartera de Finanzas, en tanto, cifró en 2.000 millones de dólares el primer tramo de ese programa de préstamos, los cuales fueron utilizados para apoyar gastos del Estado, en particular la represión contra la población de las regiones del sureste, según denuncias de los rebeldes confirmadas ahora por Yatseniuk.
Un informe del FMI publicado el 7 de mayo condiciona su programa de asistencia a Ucrania al control por el Gobierno sobre las regiones industriales del oriente del país partidarias de la federalización, destacaron medios de prensa.
Si el gobierno pierde el control efectivo sobre el este del país, el programa se revisará, advirtió el documento, citado por la agencia ucraniana de noticias Unian.
Tomado: LibreRed / PL