“Hemos hablado sobre las armas de destrucción masiva en Medio Oriente sin mencionar que Israel es el único en toda la región que las posee y que no es parte de los tratados internacionales que las prohíben”, argumentó el número dos de la delegación iraní en la ONU, Jodadad Seif.
Durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el delegado de Irán rechazó las “amenazas militares” del premier israelí Benajim Netanyahu.
Además, lo acusó de generar “ruido de sables” con su “incendiario” discurso pronunciado ayer ante el pleno de la Asamblea General, al pedir “combinar sanciones con amenazas militares” contra Teherán.
“Escuchamos otro discurso incendiario, similar al del año pasado. Ha generado ruido de sables contra Irán abusando de esta augusta Asamblea General”, dijo Seifi, en declaraciones a la cadena Press TV.
Luego, interrogado sobre la advertencia de Netanyahu de que Israel no dudará en actuar en solitario contra el programa nuclear del país persa, Seifi advirtió: “Mejor que ni se le ocurra pensar en atacar Irán, porque se quedará solo”.
El diplomático recordó, citado por la agencia de noticias Europa Press, que “aunque Irán tiene siglos de historia de política de no agresión, esto no debe ser interpretado por otros países como una incapacidad para defenderse”.
Ayer, en un encendido discurso, el líder israelí, que desconfía de la iniciativa diplomática hacia Occidente desplegada por el nuevo presidente iraní, Hasan Rohani en las últimas semanas, buscó neutralizarla con una batería de argumentos en torno a la idea de que la República islámica “sigue decidida a destruir a Israel”.
Seifi reiteró las diferencias entre Teherán y Tel Aviv, insistiendo en que Israel es el único que constituye una amenaza real para sus vecinos regionales, además de denunciar lo que calificó como “crímenes de guerra” cometidos contra los palestinos.
En los últimos años, la comunidad internacional e Irán se enfrentaron por el programa nuclear del país persa. Algunas potencias -encabezadas por Estados Unidos- creen que este tiene como objetivo conseguir la bomba atómica, mientras que la República Islámica insiste en que tiene fines pacíficos.
Rohani y el presidente estadounidense, Barack Obama, intercambiaron cartas y una llamada telefónica, en lo que supone la primera comunicación directa entre los líderes de dos países que no mantienen relaciones diplomáticas desde 1980.
El gobierno israelí observa con desconfianza este acercamiento entre Irán y su principal aliado, Estados Unidos.