"Todas las opciones están sobre la mesa", afirmó el mandatario norteamericano agregando que EE.UU. e Israel coinciden en la opinión de que Irán no debe conseguir un arma nuclear.
Tratando de aliviar las preocupaciones israelíes sobre el compromiso diplomático de EE.UU. con Irán, Obama agregó que Teherán debe demostrar su sinceridad con hechos, no solo con palabras.
Netanyahu, por su parte, instó al presidente estadounidense a mantener en vigor las sanciones contra Irán e incluso endurecerlas si Teherán continúa sus avances nucleares.
Insistió en que Irán se ha comprometido a la destrucción de Israel, y por lo tanto debe ser forzado a desmantelar completamente su programa nuclear.
Según el primer ministro, la amenaza militar creíble y las sanciones han llevado a Irán a la mesa de negociaciones, y la presión no debe ser reducida si no se ve un progreso verificable.
Hay que recordar que en el marco de la Asamblea General de la ONU, Obama mantuvo una histórica conversación telefónica con su homólogo iraní, Hasán Rohaní, en lo que se consideraba como un paso hacia un acuerdo respecto al programa nuclear persa.
Según Obama, la conversación telefónica constituyó "la primera comunicación entre los presidentes de Irán y EE.UU. desde 1979".
En los últimos años Irán está siendo sometido a una creciente presión internacional por su polémico programa nuclear. EE.UU., Israel y sus aliados sospechan que Irán está utilizando el programa como cobertura para fabricar armas nucleares en secreto. Por su parte, la República Islámica rechaza las acusaciones y defiende los fines pacíficos de su programa, considerando las sanciones occidentales como ilegales e infundadas.
Tomado: tercerainformacion.es