jueves, 26 de mayo de 2016

Netanyahu sumó a los ultras de Lieberman

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio ayer un mayor giro a la derecha del gobierno al alcanzar un acuerdo para ampliar la coalición de su Ejecutivo incorporando al partido del ultraderechista Avigdor Lieberman, quien será el nuevo titular de la cartera de Defensa.
El pacto político alcanzado da un refuerzo vital a la coalición de gobierno encabezada por Netanyahu, quien desde las elecciones del año pasado contaba con solo 61 diputados en un Parlamento de 120, y a partir de ahora controlará 66 escaños que le garantizan una base más sólida para dirigir el país.
El gobierno da un giro a la extrema derecha con esta incorporación que fue cuestionada tanto en Israel como en el exterior por sus duras posiciones en cuestiones como las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos o sus siempre incendiarias declaraciones sobre seguridad.
El primer ministro negociaba desde la semana pasada con Lieberman su incorporación al gobierno, después de fracasar en sus intentos con el líder de la oposición, el laborista Isaac Herzog, quien recibió duras críticas entre sus correligionarios.
Durante esas negociaciones, Lieberman consiguió el compromiso de Netanyahu para aprobar una ley de pena de muerte para “terroristas”, un castigo que está legalizado en Israel para situaciones de excepción que se reducen a genocidas nazis y alta traición en caso de guerra. Netanyahu se refirió, en una posible advertencia a los críticos con el nombramiento de Lieberman, que el “objetivo superior es el compromiso de garantizar la seguridad de Israel”. “Como primer ministro, y Lieberman como ministro de Defensa, junto con el jefe del Estado Mayor y los responsables de las fuerzas de seguridad, vamos a continuar trabajando para mantener la seguridad de los ciudadanos israelíes con determinación y responsabilidad”, sostuvo el comunicado firmado por la oficina de Netanyahu.
Mientras algunos tildan a Lieberman de “pragmático” otros temen las consecuencias que pueda acarrear que un hombre de posiciones tan extremistas sea el responsable de supervisar la política militar y las relaciones con aliados internacionales con los que incluso antagonizó en el pasado.
Lieberman, de 57 años, ocupó muchos cargos políticos pero a diferencia de su predecesor, Moshe Yaalon, no cuenta con mucha experiencia militar, salvo un breve paso por el servicio de donde se retiró con el grado cabo hace varias décadas. Inmigrante de la Moldavia soviética, ingresó a la política como asesor de Netanyahu en la década del 90, mucho antes de fundar Israel Beitenu, un partido de corte laico, ultranacionalista, con una amplia base de apoyo en la gran comunidad de inmigrantes de la ex Unión Soviética.
Durante todos esos años fue muchas veces rival de Netanyahu y otras tantas su más cercano aliado. “No es ningún secreto que teníamos nuestras diferencias, pero eso es parte de la vida política”, se justificó el primer ministro ante las críticas en los medios de comunicación, que le recordaban que Lieberman había dicho que no se podía “confiar” en él como jefe de gobierno. “He dicho cosas que no debí decir nunca”, admitió ayer tras ser nombrado ministro de Defensa.
Tomado: Pagina/12