martes, 8 de enero de 2013

Alertan sobre peligro de narcopolítica en Paraguay


Sectores paraguayos siguieron alertando hoy sobre el peligro de la eventual presencia del narcotráfico en el escenario político, tras ocuparse un cargamento de cocaína en la hacienda de una familia perteneciente al Partido Colorado.

Unos 300 kilogramos de esa droga, junto a una avioneta y una lancha utilizada para el transporte de estupefacientes, fueron incautados por la policía en la propiedad del general retirado del Ejército Carlos Maggi, cuyo hijo es candidato a diputado por la mencionada organización.

Tras un intercambio de disparos, los agentes detuvieron a tres de los traficantes mientras otros cuatro, entre ellos el capataz de la finca, huyeron del lugar.

El primero en resaltar la gravedad de una incursión de la narcopolítica en Paraguay fue Efraín Alegre, candidato presidencial del gobernante Partido Liberal Radical Auténtico, quien aludió indirectamente a Horacio Cartes, aspirante al mismo cargo por el Partido Colorado.

Por su parte, Aníbal Carrillo, postulado para la Jefatura del Estado por el Frente Guasú, coalición de partidos y organizaciones sociales de izquierda, se refirió al riesgo que corren las agrupaciones tradicionales al avalar candidaturas vinculadas a negocios ilícitos.

Carrillo habló al finalizar el recorrido de una caravana del Frente por las principales calles de Asunción bajo la consigna de oposición a la narcopolítica y a su accionar con vistas a las elecciones de abril próximo.

El candidato instó a la ciudadanía a movilizarse "para impedir que se establezca un régimen de terror en el país" y dijo que el hecho se agrega a la serie de acusaciones planteadas anteriormente contra Cartes, un acaudalado propietario de 26 empresas, según reza su propia propaganda electoral.

Finalmente, puntualizó que se trata de una situación gravísima para la democracia en Paraguay pues el narcotráfico compra jueces, tribunales y parlamentarios con su dinero sucio y pretende hacer lo mismo con la conciencia ciudadana para apoderarse del Estado.

Hasta el momento, las acusaciones de la fiscalía se centran en el capataz de la estancia, actualmente prófugo, y en un grupo de delincuentes conocidos como Los Giménez, y apuntan a que actuó sin conocimiento del propietario de la hacienda para el importante tráfico de drogas desde el lugar.
Tomado: Prensa Latina