lunes, 14 de enero de 2013

Cientos de jóvenes unionistas volvieron a salir a las calles de Belfast


El sueño de un centenar de jóvenes palestinos de fundar un nuevo pueblo palestino entre Jerusalén y Jericó ha durado apenas dos días, y se ha dado de bruces con las autoridades israelíes, que lograron una orden del Tribunal Supremo y, siguiendo instrucciones del primer ministro Benjamín Netanyahu, vaciaron el campamento tan pronto como fue posible.
"Anoche hubo una decisión judicial que permitía el desalojo y, esta madrugada, la Policía de Fronteras entró en el área y sacó a unos 120 activistas palestinos que había allí", dijo a EFE el portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld.
Los activistas aseguran que seis de ellos fueron heridos, "por golpes y puñetazos de los policías que también golpearon a varios periodistas y les impidieron tomar imágenes de la evacuación".
Abir Kopty, portavoz de los Comités de Coordinación de Resistencia Popular, que impulsaron la iniciativa de Bab El Shams, aseguró que los agentes impidieron a los acampados recoger sus pertenencias.
"Las medidas israelíes no impedirán que protestemos contra la expansión de los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este", dijo uno de los activistas acampados, Isam Baker.
A su entender, la expulsión es ilegal porque el campamento contaba con los permisos necesarios y estaba instalado sobre tierras palestinas con autorización de sus propietarios.
Hoy, en la reunión del Consejo de Ministros, Netanyahu felicitó a la Policía por la operación.
Tomado: Granma