La explosión social en la que está sumergida Colombia sigue latente con un paro nacional agrario y popular que cumple 19 días sin soluciones contundentes como aspiran los sectores en huelga.
Mientras el Gobierno intenta buscar alternativas que en su mayoría no han convencido del todo a los gremios en diálogo, en las últimas horas la situación se ha complicado en la zona sur, sobre todo en el Cauca, donde los enfrentamientos dejaron ayer unos 20 heridos, según reportes de prensa.
Preacuerdos con indígenas de Nariño, acuerdos con parte de los mineros y con los transportadores, y algunos avances en la mesa de negociación con productores de Boyacá, Nariño y Cundimarca, han logrado por un lado levantar varios bloqueos pero en otros departamentos el panorama es complejo.
En Huila, Putumayo, Nariño y Cauca el paro se mantiene vivo con miles de campesinos dispuestos a permanecer en las carreteras hasta tener soluciones que permitan sacarlos de una pobreza incrementada en los últimos años por las políticas neoliberales promovidas por el Gobierno.
Esas mismas políticas que "promueven la extranjerización de la tierra, acaban con la producción nacional a través de los Tratados de Libre Comercio, encarecen los precios de la canasta familiar, elevan los de combustibles", como manifiestan los líderes de la protesta.
La víspera en un comunicado los representantes de la Mesa Agraria de Interlocución y Acuerdo ratificaron que insistirán en la movilización hasta que sean escuchadas y tramitadas sus propuestas.
"No cederemos ante la presión mediática ni la represión militar", señalaron los voceros gremiales que insisten en una mesa de interlocución en la que estén presentes todos los sectores incluido los maestros, obreros, estudiantes y trabajadores de la salud.
En busca de detener la difícil situación en el sur colombiano, el vicepresidente Angelino Garzón anunció una cumbre extraordinaria el sábado en Popayán con gobernadores de Cauca, Nariño, Putumayo, Tolima, Huila y Caquetá.
El propio Garzón ha reconocido que la gente está cansada de vivir tan pobremente. Los derechos humanos tienen que partir de tratar a la gente dignamente y los acuerdos que se firmen deben cumplirse y no deben ser para dilatar las soluciones, expresó en una reciente alocución.
Tomado: Prensa latina