Según un informe publicado por el hebdomadario egipcio, Al-Ahram, el Instituto Israelí de Investigación Biológica (IIBR, por sus siglas en inglés) es una instalación en la cual el régimen israelí desarrolla sus armas biológicas y químicas.
El mes pasado, Avisha Klein, uno de los empleados del mencionado instituto, presentó una demanda contra la administración del IIBR por acoso y abuso emocional, lo que se sumó a los numerosos detalles que han esclarecido la naturaleza del trabajo del instituto.
Según informe, el IIBR ubicado en la zona Rishon Litsion en el sudeste de Tel Aviv, es la instalación militar de máximo secreto en los territorios ocupados, estrictamente protegida por la censura militar y equipada con sistemas de vigilancia y advertencia de última tecnología.
Unos 300 científicos y técnicos trabajan en el instituto, cada uno de ellos, especialista en un área de la investigación química o biológica orientada generalmente a la producción de armas químicas o biológicas.
El informe indica que el IIBR produjo el veneno que fue utilizado en el fracasado atentado terrorista del Mosad para matar al líder político de HAMAS, Jaled Mashaal en 1997.
Señala también, citando a un libro del periodista israelí Aharon Klein publicado recientemente, que el Mosad, con un veneno producido por el IIBR, mató en 1978 al líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina, Haddad, mediante chocolates especiales que le entregó en Bagdad un funcionario iraquí, agente del Mosad que se había hecho amigo de Haddad, que en aquel entonces residía en Bagdad, la capital iraquí.
Es muy probable que el veneno que los agentes del Mosad inyectaron al dirigente de HAMAS, Mahmud Al-Mabhouh en Dubai en febrero de 2010, procedieran del IIBR que trabaja estrechamente con el Ejército y los servicios de inteligencia israelí, así como con el Mosad y el Shin Bet, (las agencias responsables de la mayoría de los asesinatos y operaciones de exterminio de objetivos árabes y musulmanes), según el informe.
También hay informes de que se ha utilizado a soldados israelíes para probar las vacunas, lo que ha degenerado en daños neurológicos y físicos permanentes que afectan a estos militares
Tomado: tercerainformacion