La transnacional petrolera norteamericana Chevron apeló a la Casa Blanca para que tratara de influir sobre el presidente Rafael Correa, y anular la demanda por contaminación que enfrenta en Ecuador, reveló hoy un diario local.
De acuerdo con El Telégrafo, la antigua Texaco, que explotó campos petroleros en Ecuador hasta 1992, autorizó a una empresa de lobby a contactar al entonces subsecretario estadounidense de Estado, Arturo Valenzuela, quien debía enviar directrices al presidente Rafael Correa.
El diario publica este lunes un facsímil del documento confidencial de la multinacional fechado el 22 de octubre de 2010.
El texto, firmado por Alec Watson, director de la empresa consultora Hill & Company, y dirigido a Bill Irwin, de Chevron, relata el contenido de una reunión que sostuvo con Valenzuela, entonces Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.
El pretexto para lograr el acercamiento con Correa era la supuesta intención del gobierno estadounidense de mejorar las relaciones con Ecuador, apunta el texto.
De esa manera, la compañía buscaba no cumplir con la sentencia de la justicia ecuatoriana y no ver mermada su imagen internacional, afirme el diario.
Chevron fue sentenciada por la justicia ecuatoriana a pagar una indemnización de 19 mil millones de dólares por haber afectado la flora, fauna, aire, agua y la salud de 30 mil miembros de cinco nacionalidades indígenas y de campesinos de las provincias de Sucumbíos y Orellana.
Ante la decisión de la transnacional estadounidense de recurrir la sentencia ante una corte internacional, y de acusar a la justicia ecuatoriana de corrupción, el presidente Correa ha anunciado una campaña para demostrar la contaminación provocada por la antigua Texaco.
El mandatario anunció que como parte de la campaña La mano negra de Chevron, invitará a personalidades extranjeras a visitar los lugares donde operó la compañía hasta 1992, y donde todavía existen piscinas llenas de petróleo y brea.
Tomado: Prensa latina